A finales de 2021 y principios de 2022 todos vimos con júbilo como los tres grandes de los semiconductores anunciaban a bombo y platillo los proyectos de creación de FABs por todo el mundo, donde por supuesto la UE, EE.UU y Taiwán estaban en el centro del conglomerado, sin olvidar a Corea del Sur obviamente. Lo que parecía el principio del fin y un rayo de esperanza se está convirtiendo en una pesadilla, al menos para TSMC, puesto que los problemas se están amontonando y hasta su fundador critica el despliegue de medios y falta de trabajadores.
Solo faltaba que el fundador de TSMC echase más leña al fuego, pero es que Morris Chang lo tiene claro y da las pautas de lo que podría ser un fracaso no anunciado y sí mal planificado de la que fue su compañía. Y es que los problemas no han dejado de aparecer y ahora comenzamos a entender el porqué de los retrasos que está sufriendo un gigante como TSMC en un país mucho más desarrollado que Taiwán como lo son los EE.UU.
TSMC no tiene trabajadores, ¿qué está ocurriendo?
No hay trabajadores en EE.UU, no al menos para la industria de la fabricación de chips y aquí hay que hacer un inciso pese a la precisión de las palabras usadas: no hay que confundir fabricación con diseño de chips. Esto es algo que luego veremos con las declaraciones de Chang, pero lo importante ahora es entender los esfuerzos de TSMC para mover personal desde Taiwán a EE.UU ante la incapacidad de encontrar trabajadores en un país tan desarrollado tecnológicamente.
La compañía está incentivando el traspaso de trabajadores hasta el punto que ha rebajado los requisitos a un nivel no visto en la industria hasta ahora: básico, de secundaria.
Solamente se necesita una puntuación de más de 800 en las pruebas de TOEIC, que son aquellas que determinan el nivel de inglés en dicho país.
El acuerdo de la empresa es a largo plazo con sus trabajadores, donde permanecerían al menos dos años en los Estados Unidos, concretamente en la FAB 21 de Arizona. ¿Por qué no encuentra TSMC entonces trabajadores en dicho país? Pues por varios requisitos de capacitación y formación de la empresa. TSMC requiere una formación en Taiwán de entre 6 meses y 12 meses y al parecer el ciudadano americano no está dispuesto a ello, así que es más sencillo exportar desde Taiwán que desde el lado americano.
La FAB de TSMC en EE.UU es un derroche de dinero
Y aquí es donde volvemos a Morris Chang, puesto que con la perspectiva arriba descrita enlazamos los argumentos del fundador de la compañía. Y es que en su opinión el intento de aumento de la fabricación de chips en suelo americano es un «ejercicio costoso e inútil«. El problema no solo radica en los trabajadores, sino en los turnos.
Chang asegura que el trabajador medio de los EE.UU no soporta los turnos que se necesitan para mantener una FAB trabajando 24 horas al día los 7 días de la semana, mientras que en Taiwán sí. Además, los sueldos son mucho más altos y por ello la FAB 21 no podrá competir en costes puesto que se estima un +50% del precio que cuesta en el país asiático.
Entonces, ¿por qué TSMC aceptó crear una FAB en dicho país? Pues parece ser según Chang que fue presionada por el gobierno estadounidense, y es que como bien sabemos la producción de chips no quiere ser focalizada más en Asia y se intenta recuperar. Pero hay un motivo político-estratégico aquí y es un posible ataque de China a Taiwán, un escenario que está muy caliente con vuelos de aviones de combate por territorio hostil inclusive.
En definitiva, TSMC lo tiene realmente complicado y puede que hayan sido muy optimistas tras ver el dinero americano fluir en sus arcas, lo cual es un problema global puesto que dicha FAB 21 iba a producir obleas con los procesos litográficos de vanguardia, así que si todo se sigue retrasando puede que las fechas en 2024 comiencen a apuntar más hacia finales de dicho año que a principios del mismo para terminar con esta crisis de los semiconductores.