Hace unos días el Presidente del Gobierno de España avanzó el interés en la fabricación de chips a nivel nacional. Esta propuesta entra dentro de los planes de la Unión Europea de recuperar la producción de chips dentro de su territorio. Cataluña parece la más interesada en que este centro de fabricación de chips se instale en su territorio.
Recientemente, se ha publicado el manifiesto FabCat. Dicho manifiesto está suscrito por cinco universidades catalanas, las cámaras de Girona y Barcelona, el Tecnoateneu de Vilablareix (Girona) y el centro Eurecat. Se estima un coste para estas instalaciones de 22.000 millones de euros, de los cuales el 10% serían aportados por el Estado de España.
Cataluña quiere tener su propia fábrica de chips
Según el documento, el coste de disponer de una planta de producción tendría un coste mínimo de 15.000 millones de euros. El objetivo de inversión podría elevarse a los 22.000 millones durante el periodo de ejecución de cuatro años. Dentro del documento se establece que el Estado de España asumiría el 10% de lo presupuestado, que sería de 2.200 millones de euros. Además, la Generalitat aportaría unos 500 millones que irían destinando a la adecuación de comunicaciones e infraestructuras.
Destacan que sería clave generar una institución de autogobierno para encontrar los terrenos industriales que puedan acoger esta planta. Se indica que sería necesario un terreno de 36 hectáreas. Actualmente, hay conversiones con Sant Esteve Sesrovires (Barcelona) y el Polígono Industrial de Vilamalla (Girona) para establecer esta nueva fábrica.
Dentro del manifiesto se destaca que la fabrica inicialmente estaría destinada a fabricar chips basados en el nodo de 22 nanómetros. Un proceso un tanto alejado con los procesos avanzados de Intel, TSMC o Samsung. Posteriormente, se iría mejorando para fabricar chips en nodos más avanzados.
Estos dos emplazamientos son los más idóneos debido a la disponibilidad de suelo industrial. También cuentan con buen suministro energético, conexiones logísticas y capacidades residenciales.
Las estimaciones es que esta nueva planta genere unos 2.000 empleos directos. Adicionalmente, se estima que podría generar unos 40.000 empleos indirectos. Y es que esta fábrica necesitaría industrias anexas para el mantenimiento, fungibles como gases industriales y robótica, y gestión de residuos.
Pero todo esto tiene un gran problema, y es que el grueso de la financiación debería estar al cargo de un socio privado. El documento habla de contactar con 29 empresas con arraigo europeo del sector como Bosch, Intel, Texas Instruments, ABB o GlobalFoundries, entre otras. También se destaca la necesidad de contactar con otras empresas sin implantación en la Unión Europea, como son TSMC, Samsung, Micron o Kioxia, entre otros.
Desastre europeo en la gestión de fabricación de semiconductores
Tenemos que destacar que la Unión Europea en la década de los 90 que el 44% de los semiconductores usados en el conjunto se fabricaban en el viejo continente. Actualmente, hablamos de menos del 10% debido al abandono. Más del 80% de los componentes se fabrica en Asia.
Como dato curioso decir que el mayor fabricante de máquinas para la fabricación de chips se produce en Holanda por parte de ASML. Transportar estas máquinas puede llegar a llevar un año o más, contando con el desmontaje, transporte marítimo y montaje de nuevo en el destino. Disponer de fábricas en la Unión Europea debería reducir notablemente los tiempos de entrega de estas máquinas.