Los mandos de control no han evolucionado mucho durante los últimos años, sin embargo, hay un cambio que no entendemos por qué no se ha estandarizado e integrado en todos ellos desde el momento en que su utilidad está más que clara y amplia el rango de juegos que podemos jugar con un controlador estilo consola. Es decir, hacer posible el poder jugarlos sentados desde el sofá de casa o desde donde los estemos disfrutando. Estamos hablando de integrar un trackpad en un gamepad.
Hace unos años, Valve lanzó su Steam Controller, el cual termino siendo un fiasco comercial por el hecho de que su novedad principal, la inclusión de un trackpad no fue lo suficientemente valorada, especialmente por los críticos. Ya habíamos visto la idea en el Dual Shock 4 de PS4, pero la clave en el caso del controlador de la empresa de Gabe Newell estuvo en el hecho de colocarlo al alcance del pulgar izquierda, permitiendo usarlo como alternativa al control digital clásico, cruceta o D-Pad, y al stick analógico izquierdo. ¿Para qué? Pues se pensó para poder jugar a DOTA 2 moviendo el cursor con dedo mientras usábamos los botones del mando para reemplazar los clics del ratón y las pulsaciones del teclado.
¿Tiene sentido integrar un trackpad en un gamepad?
En realidad, el motivo por el cual el Steam Controller no funciono fue por el hecho que el trackpad en un gamepad no da la misma precisión que el ratón y el teclado. El error de Valve fue presentarlo como un reemplazo o alternativa cuando no llegaba a los estándares mínimos. Sin embargo, es falta de la aplicación de pensamiento lateral. Entiéndase esto como buscar nuevas formas de solventar problemas a través de soluciones atípicas o que no estaban consideradas inicialmente.
El gran error que también han cometido en la Steam Deck se encuentra en el D-Pad, el cual deberían haber eliminado por un trackpad mucho más grande, ya que este puede ofrecer toda la funcionalidad al completo y además ampliada. Aunque no sería el único elemento que se debería reemplazar en un mando de control, sino también el stick derecho. Sinceramente, tras haber probado el trackpad derecho de la portátil de Valve para el movimiento de la cámara, no entiendo como no enviamos a paseo de una vez por todas también dicha pieza en los mandos de control.
Muchos dirán que existe una tradición a la hora de usar mandos de control y blablablá, pero las tradiciones son para romperlas. También se dijo lo mismo cuando salieron los primeros mansos de consola a dos manos que no se basaban en joysticks. ¿Os acordáis cuando Nintendo introdujo el stick analógico en su Nintendo64? También nos pareció extraterrestre en su día y mirad a día de hoy como es una pieza imprescindible.
Permitirían una mayor accesibilidad
Uno de los problemas que hacen que mucha gente se aleje de los videojuegos es que lo ven como algo complejo, ya que existe una enorme cantidad de botones y combinaciones. En su día se intentó con el mando de Wii, el cual reemplazaba botones por movimientos con el propio controlador, pero no se estandarizó, no obstante, el concepto ha evolucionado de cara a la realidad virtual.
¿Y qué tiene que ver el trackpad en todo esto? Pues que podemos realizar ciertos movimientos con el dedo sobre la superficie para representar ciertas acciones en momentos concretos. Suena a tontería para los jugadores más avezados, pero no deja de ser una aplicación más. En todo caso, lo importante es que muchas veces los jugadores son reacios a los cambios y la inclusión correcta de un trackpad en un Gamepad mejoraría mucho la experiencia de juego para la mayoría de la gente.