Cómo conectar una vieja impresora sin USB a un PC actual

Cómo conectar una vieja impresora sin USB a un PC actual

Josep Roca

A día de hoy no es muy habitual ver una impresora sin USB, en especial en los hogares; sin embargo, hay una gran cantidad de negocios que continúan usando las todavía lentas, pero fiables, impresoras de aguja para imprimir miles de albaranes y facturas todos los meses del año como el primer día. ¿El problema? Los ordenadores actuales carecen del conector necesario para ello.

Es difícil ver hoy en día cualquier impresora que siga utilizando el viejo puerto paralelo para periféricos estando en activo. Más que nada por el hecho que para imprimir documentos complejos, a gran resolución, y con mucho colorido son sumamente lentas. No obstante, todavía las podemos encontrar en muchos negocios de nuestro país dando el callo como el primer día pese a su veteranía. Y es que no para menos.

Así puedes conectar una impresora sin USB a tu PC

Una de las cosas buenas que tiene el puerto USB es que dispone de drivers genéricos para una gran cantidad de dispositivos. Aunque no te permiten aprovechar las características únicas de cada modelo, sí que lo puedes usar las características generales y entre dichos perfiles se encuentran el de las impresoras y esto será lo que nos permitirá usar sin problemas nuestro viejo modelo sin el conector más usado a día de hoy.

La dificultad viene cuando los viejos ordenadores con dichos puertos han ido desapareciendo con el paso del tiempo y con ello el soporte para las viejas tecnologías. Si bien es posible emplear un adaptador de puerto paralelo a USB para conectar el dispositivo, el problema viene por la interacción entre el mismo ordenador y el periférico. En todo caso, es importante a la hora de comprar el adaptador escoger uno para el puerto paralelo que use nuestra impresora, dado que algunos modelos usaban un puerto paralelo con conexión del tipo hembra y otros del tipo macho.

Puertos E/S Centronics

Las impresoras sin USB eran más complejas

La mayoría de las impresoras de antaño se usaban en entornos de solo texto, muchas llegan a ser de los tiempos pretéritos de las interfaces de texto del MS-DOS. En especial con las viejas impresoras de aguja, que son las que se han mantenido en muchos negocios, mientras que los fabricantes se movieron a las de inyección de tinta en los años 90 y desde entonces ha llovido y bastante.

Las viejas impresoras sin USB se conectaban a ordenadores lo suficientemente limitados como para que el propio dispositivo tuviese que tener un PC entero para gestionar la impresión de documentos. Esto las hacía sumamente fiables ante las paradas comunes de un ordenador. A día de hoy, la potencia de un PC es 10.000 veces mayor y este mismo el encargado de gestionar la impresión usando un porcentaje minúsculo del hardware. En la imagen abajo de estas líneas, podéis ver una compleja placa madre para una impresora de antaño, la cual integra toda la circuitería de un ordenador al completo.

Placa vieja impresora

El problema del Plug and Play y la solución al problema

A día de hoy estamos acostumbrados a conectar un periférico en caliente y que el PC sepa todo sobre el mismo. En cambio, hace unas décadas no se podía hacer esto e incluso era necesario apagar el periférico y a veces incluso el propio PC.

El gran problema de conectar una impresora vieja a un puerto USB es que al no existir el ID del dispositivo ni nada por el estilo, entonces el sistema operativo no sabe qué tipo de periférico tiene delante y no puede interactuar con él. ¿La solución más frecuente? Usar un conversor LPT a USB que tenga el hardware necesario para que el PC pueda tratar al dispositivo como uno de su tipo usando el driver genérico de los USB.

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