Ayer pudimos ver cómo es la consola SONY PS5 por dentro, y esto incluye los chips NAND de su SSD y su controladora, soldados en la placa. Como todos sabemos, los chips NAND tienen una vida útil que depende de los ciclos de borrado y escritura, y al estar soldados esto condenará la vida útil de la consola, pudiendo provocar que quede inutilizada antes de tiempo. ¿Qué vida útil tiene el SSD de la PS5?
Una de las características en las que destaca la PS5 sobre la Xbox Series X es por su extraordinariamente rápido SSD. No estábamos seguros de si éste dispositivo de estado sólido sería intercambiable o si estaría soldado, y en el vídeo publicado ayer por SONY salimos de dudas: el SSD principal, de 825 GB, está soldado, si bien es cierto que hay un zócalo M.2 PCIe 4.0 disponible para almacenamiento secundario.
La vida útil de la PS5 está limitada por su SSD
Este enfoque presenta un interesante escenario para la consola. En las versiones anteriores de las consolas, los usuarios podían cambiar su almacenamiento a voluntad porque no era sino una unidad como la de cualquier PC, pero al estar soldado en placa ahora los usuarios no podremos cambiar el almacenamiento principal de las consolas, algo que limitará su vida útil a la durabilidad de éste.
Todos los SSD, sean soldados o extraíbles, tienen una vida limitada que se expresa en TBW (terabytes escritos). Si se supone que todas las demás piezas de hardware de la consola pueden vivir durante un tiempo indefinido -aunque no estén exentas de sufrir averías, obviamente-, el SSD de la PS5 llegará en algún momento al final de su vida útil, cumpliendo los ciclos de escritura/borrado, y hará que la consola quede inservible antes o después de manera inevitable.
Entonces, ¿qué durabilidad tiene el SSD de la consola?
La buena noticia es que con la tecnología NAND que se equipa en los SSDs modernos, los valores de TBW son muy elevados. Por ejemplo, un WD SN750 de 1 TB tiene un valor de 600 TBW, lo que significa que tendríamos que escribir nada menos que 600 TB antes de agotar su durabilidad. Con una utilización normal, podríamos escribir 517 GB al día todos los días durante 3 años para agotar su vida útil, y esto es mucho decir porque en un SSD de un PC gaming convencional se escriben unos 30 GB al día de media, utilizándolo 8 horas al día.
SONY no ha desvelado cuál es la durabilidad de los chips NAND de la PS5, pero si asumimos una durabilidad similar a lo que tenemos ahora mismo en el mercado podemos asumir que este «techo» será complicado de alcanzar a corto o medio plazo. Si asumimos una utilización normal del dispositivo de 50 GB al día (que ya es muchísimo), la PS5 tendría una vida de aproximadamente 30 años (y lógicamente para entonces ya se habrá averiado algún otro componente, nos habremos cansado de la consola o habrán salido varias generaciones para sustituirla y la habremos desechado).
SONY nos lo pone fácil para alargar la vida útil del SSD
Parece ser que SONY ha tenido bastante en cuenta este «problema», que como hemos visto no lo es tanto, y por ello ha instalado un zócalo PCIe 4.0 M.2 en su PS5 para que los usuarios podamos instalar almacenamiento secundario.
La idea es que dejemos el almacenamiento principal de la consola para el sistema operativo, partidas guardadas y los juegos que más utilicemos, teniendo la posibilidad de instalar otros juegos menos utilizados en el almacenamiento secundario, que siendo un SSD PCIe 4.0 desde luego será igualmente muy rápido. De esta manera se reducirá notablemente el desgaste del almacenamiento principal, alargando su vida útil en gran medida (incluso aunque como hemos visto no sea necesario igualmente).
La SONY PS5 se lanzará al mercado en poco más de un mes a nivel global, pero como sabéis las unidades están más que agotadas salvo que hayas tenido la oportunidad de reservar la consola, y esto podría ser algo bueno si tienes en cuenta que podrás ver el resultado y comentarios de los que compren la consola en su partida inicial antes de decidirte a comprarla o no.