Hace pocas horas los usuarios de Xbox sentían una conmoción en la Fuerza por las noticias que llegaban desde el otro lado del Atlántico, ya que Microsoft, tras muchos meses pensándoselo, ha decidido tomar una decisión que no es nada amigable y que a buen seguro enfadará a muchos fans. Y es que no hay nada peor que tocar el bolsillo con nuevas subidas que, ya de paso, ¿creéis que han tenido que ver con el lanzamiento de Starfield?
Nadie duda a estas alturas que Starfield se ha convertido en el lanzamiento más esperado del año, al menos para los usuarios de Xbox y PC, que serán los únicos que podrán ponerlo en marcha y que lo tendrán disponible desde el mismo 9 de septiembre todos los suscriptores de Xbox Game Pass. Aunque para cuando eso ocurra, los precios ya habrán subido de forma generalizada en un montón de países.
¿Qué es lo que ha subido?
Como os decimos, hace escasas horas que Microsoft anunciaba oficialmente que subían los precios a partir de este verano, concretamente el próximo 13 de agosto, tanto de Xbox Game Pass como de su consola estrella de la presente generación: Xbox Series X. Así, el precio que tendremos que pagar por la tarifa plana de juego en su modalidad Ultimate (que incluye PC) pasa de los 13,99 a los 14,99 euros, y la normal –solo Xbox– de 9,99 a 10,99.
No es que sea un aumento exagerado, pero como solía decir el clásico, «tacita a tacita» la vida se nos vuelve imposible con la infinidad de subidas de precios que estamos padeciendo. Además, si vas a hacerte con una Xbox Series X, también tendrás que pagar más porque en este punto desde Microsoft siguen el camino iniciado por Sony con PS5 que ya subió el coste de su consola hace algunos meses.
En esta ocasión, Microsoft ha fijado un nuevo PVR de Xbox Series X en 549,99 euros, frente a los 499,99 que venía costando hasta ahora. De esta manera, las dos next-gen se sitúan a la par y en el mismo rango de precios en las tiendas.
¿Starfield es culpable?
Seguramente no tengamos que vincular el lanzamiento del nuevo juego de Bethesda con este aumento de precio, pero si hay alguien que decide hacerlo tampoco parece descabellado que se pueda intuir cierta vinculación entre el momento elegido y ese 9 de septiembre en el que llegará a todo el mundo Starfield. Al fin y al cabo, los de Phil Spencer tienen muy claro que es el típico desarrollo vendeconsolas, que podría animar a alguien que no cuente con una Xbox a hacerse con una e incluso dar el paso de darse de alta en Xbox Game Pass.
De todas formas, la llegada de Starfield va a provocar que muchos que podrían pensarse eso de pagar el aumento de un euro en el precio de la suscripción de Xbox Game Pass pase un poco más desapercibido, por las ganas que hay de echarle horas y ponernos con el que será uno de los aspirantes a GOTY de 2023. Y más allá porque, si recordáis el evento de Microsoft especial para el Summer Game Fest, estamos ante el comienzo de un título que podría durarnos años. Muchos años.
Así que lo mismo Starfield no ha tenido que ver en la subida de precios… ¿no sí?