¿Por qué ya no venden consolas de videojuegos estilo Game Boy?

¿Por qué ya no venden consolas de videojuegos estilo Game Boy?

Josep Roca

Una de las cosas que más se echan a faltar es la existencia de una verdadera consola portátil, es decir, un dispositivo de bolsillo que podamos llevar a cualquier lugar de forma discreta y que no sea mayor que nuestra cartera. Dicho de otra manera, las mal llamadas consolas portátiles como la Nintendo Switch y la aún más enorme Steam Deck no cumplen estos requisitos. ¿Cómo sería una consola al estilo Game Boy en la actualidad y por qué ya no se hacen?

En la actualidad las consolas chinas con emuladores se han hecho muy populares en los últimos años, sin embargo, las especificaciones de estas no les dejan pasar de una PlayStation de primera generación en cuanto a potencia y aun gracias. En todo caso, muchos afirman que los móviles han reemplazado a las consolas de bolsillo o handhelds. ¿De verdad es cierto? Para que un producto reemplace a otro debería poder absorber la demanda y esto se consigue haciendo lo mismo. ¿Por qué existen las portátiles chinas? Pues por el hecho que no pueden ofrecer la misma experiencia.

¿Por qué hemos dejado de ver consolas al estilo Game Boy?

En consolas de sobremesa, las tradicionales que se conectan al televisor, se siguen usando palancas y botones. En cambio, tenemos a lumbreras repitiendo el mantra de que ahora los usuarios prefieren jugar con móviles en vez de consolas portátiles. ¿El origen de ese argumento absurdo? Cierta compañía retirándose del mercado de las consolas de bolsillo dejando el monopolio a una Nintendo que ha abandonado las consolas de bolsillo.

Todo apunta a que no veremos algo como la Game Boy original o más bien una consola que podamos llevar a cualquier parte y con decenas de horas de batería. Un concepto que fue asesinado por la tendencia de la industria al juego como servicio y su modelo de negocio típico de lo que en inglés llamaríamos un Drug Dealer. La diferencia entre una consola de dicho tipo y un móvil no solo son los botones, sino la falta de una conexión a internet de forma continuada. Es decir, es la eliminación del chip WiFi y Bluetooth, lo que aumenta la batería.

Dicho de otra manera, los móviles por su naturaleza permiten formas de juego abusivas para el consumidor y más si son menores. En vez de estar pidiendo que los políticos destrocen cosas con sus legislaciones lo mejor sería pedir la vuelta de un tipo de producto que no debería haber desaparecido.

Game Boy

¿Y cómo sería una consola de bolsillo en la actualidad?

No sería diferente en su hardware interno a un móvil de gama baja, eso sí, el formato vertical de la Game Boy Clásica debería darle paso a una composición más parecida a la de ciertas consolas retro chinas y permitir cambios como pantallas panorámicas, pero no a más de 60 Hz. En cuanto al almacenamiento, su sistema operativo debería ser simple, no pasar de ser un menú para cargar los juegos en memoria o en el cartucho, nada de tareas en segundo plano, nada de un sistema operativo complejo.

La experiencia debería ser la de coger un juego, conectarlo y listo. Nada de actualizaciones del día 1, parches posteriores e incluso tener el sistema siempre conectado a la red para evitar modelos de negocio draconianos con el usuario. Un dispositivo potente, pero simple. Por desgracia este tipo de dispositivos y viendo como está la industria del videojuego, ya no pueden existir y no por ser imposibles, sino por el hecho que ya no se hacen sistemas para el usuario final, sino para las grandes editoras.

La tecnología avanza, asúmelo

A día de hoy todos tenemos un móvil desde el que podemos escuchar música como un reproductor MP3 de antaño, nuestras cámaras de fotos nos permiten hacer lo mismo que las de carrete sin problemas. ¿Acaso no es lo mismo que el tema de los móviles con los juegos? Pues no, por el hecho que es un elemento de hardware como es la interfaz de botones y palancas de las consolas convencionales. En pocas palabras, no existe la misma forma de usar el producto y, por tanto, no son lo mismo.

Movil jugando

En otro orden de cosas, la tecnología que llevan los chips ha ido avanzando en todo este tiempo y sería posible hacer una consola de bolsillo al estilo Game Boy y que esta fuese un salto técnico que permita ver cosas como juegos en 3D realistas. Claro está, que no es compatible con los vicios de la industria actual del videojuego y quien la hiciera se encontraría con el rechazo absoluto de un mercado donde las experiencias han pasado a mejor vida para basarse en los modelos de negocio. Es decir, el problema no es la incapacidad técnica, sino el hecho de que el mercado ha evolucionado a una forma de consumo que ha dejado anticuados a dichos productos y no por obsolescencia tecnológica precisamente. Lo cual es una pena.

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