Si recordáis, los primeros días de Hogwarts Legacy a la venta fueron especialmente controvertidos porque una pequeñísima parte de usuarios decidieron coger el famoso tema de J.K.Rowling –y unas declaraciones presuntamente tránsfobas– para intentar que no triunfara, acudiedo para reventar los streams en directo que hablaban del juego y asediar en redes sociales cualquier post favorable al título de Warner. Ahora, con matices, ocurre algo parecido con Atomic Heart.
El comunismo de fondo
Vaya por delante que en este artículo no vamos a entrar en debates sobre ideologías porque, entre otras cosas, no estamos aquí para hablar de esas cosas (por suerte) así que nos ceñiremos a los hechos, y es que desde que se puso a la venta Atomic Heart ha sido acusado de formar parte de la estrategia de propaganda rusa al convertir un régimen como el comunista, que en muchos países fue «represivo, dictatorial y asesino», en una especie de ideal retrofuturista del que formamos parte activa dentro del juego y que es prácticamente una representación del cielo en la tierra.
Os obvio que Atomic Heart recurre a toda la imaginería soviética para dar coherencia a su relato, a símbolos que en muchos países del este de nuestro continente han sido prohibidos y que la propia Unión Europea ha reprobado públicamente a través de resoluciones como la de «la importancia de la memoria histórica europea para el futuro de Europa», que condena de forma concreta los crímenes tanto del nazismo como del comunismo.
Nuestro héroe en el juego es un agente de una URSS que, por circunstancias de un pasado distópico, fue capaz de desarrollar una tecnología alucinante que ha servido para convertirla prácticamente en el régimen hegemónico del mundo y que en Atomic Heart es evidente que se muestra como una especie de sociedad ordenada, próspera e ideal que, obviamente, nada tuvo que ver con la realidad que vivieron decenas de millones de personas en el siglo XX.
La cancelación de videojuegos
Por razones diametralmente distintas estos dos juegos han sido puestos en la picota por una parte de los usuarios. Para uno, las razones para cancelar fueron de distinta índole pero en todos los casos hay quien creerá que ambos deben ser eliminados de las tiendas o, cuando menos, intentar que no triunfen haciendo valer las críticas al planteamiento –casi siempre político– que creen ver detrás. Así lo han declarado en el caso de Atomic Heart incluso miembros del gobierno ucraniano, que han pedido formalmente que se deje de vender en las tiendas de Sony, Microsoft y Steam.
Entramos en terrenos que son especialmente complicados porque se dan la mano las cuestiones políticas y existen sensibilidades muy distintas en función de lo que ha visto o vivido cada uno pero, ¿crees que tienen fundamento ambas peticiones de cancelación tanto en el caso de Hogwarts Legacy como en el de Atomic Heart? ¿Crees que son legítimos estos intentos de cancelación de ciertos colectivos y organismos o por el contrario piensas que toda actividad artística –y los videojuegos son un arte– debe quedar fuera de ese tipo de debates?
Aquí tu opinión es lo importante.