Es bien sabido que Microsoft permitirá utilizar almacenamiento externo en sus consolas de próxima generación, pero no cualquier almacenamiento externo será válido, y ahora la compañía ha publicado cuáles son los requisitos necesarios para poder hacerlo. ¿Vas a comprar una Xbox Series X/S? Entonces si pretendes tener almacenamiento ampliado esto te interesa.
Las nuevas consolas de Microsoft cuentan con un SSD interno PCIe 4.0 de 1 TB de capacidad, de los cuales unos 802 GB estarán disponibles para que el usuario guarde sus partidas, capturas, vídeos, y por supuesto instalación de juegos y aplicaciones. Esta capacidad será suficiente para poder tener varios juegos instalados, pero dado que los últimos triple A están empezando a ocupar del orden de más de 100 GB, se pueden quedar cortos bastante rápido y será necesario ampliar la capacidad de la consola.
Requisitos de almacenamiento para las Xbox Series X y S
Ya hemos comentado anteriormente que las Xbox Series X y S cuentan con un conector propietario en la parte trasera que permite añadir almacenamiento, si bien es cierto que por el momento solo unos SSD NVMe de Seagate serán compatibles.
Estos SSDs externos de la marca son bastante caros, puesto que el modelo de 1 TB de capacidad ya costará en torno a los 200 euros, algo que muchos consideran justo dado su alto rendimiento y que por supuesto tiene una «tasa» impuesta por Microsoft (ya que le han dado la exclusividad a Seagate, van a querer sacar tajada por cada unidad vendida, por supuesto). En todo caso, 200 euros por 1 TB de almacenamiento ampliado en la consola es bastante elevado y no todo el mundo va a querer pagarlo.
No obstante, Microsoft ha confirmado que los usuarios tendrán una segunda opción si quieren que su consola tenga mayor capacidad: podrán ampliar el almacenamiento de su consola conectando dispositivos USB 3.0 / USB 3.1 con como mínimo 128 GB de capacidad, ya sean discos duros externos, pen drives o SSDs externos. Obviamente, esto permitirá conectar por ejemplo discos duros de 4 o más TB de capacidad, ampliando radicalmente el almacenamiento de la Xbox Series X / S, pero obviamente el rendimiento que entregarán será bastante inferior.
Evidentemente, utilizar un dispositivo USB 3.0 para ampliar el almacenamiento de la consola no permitirá tener el mismo rendimiento que empleando el almacenamiento interno o el ampliado con los SSDs de Seagate (de hecho, adiós a Xbox Velocity), por lo que aunque Microsoft no ha dicho nada al respecto nosotros os recomendaríamos no instalar juegos en estos dispositivos, ya que los tiempos de carga se verían duramente afectados. Más al contrario, recomendaríamos usar estas unidades para las partidas guardadas, capturas, vídeos, etc., o quizá para juegos simples que ocupen muy poco espacio y que por lo tanto tengan unos tiempos de carga muy pequeños ya de por sí.
En todo caso, ahora ya sabemos que se podrán utilizar unidades externas para ampliar el almacenamiento de la consola, algo que se puede hacer en las consolas de generación actual pero que no estaba muy claro qué iba a suceder en la próxima. Resulta curioso, no obstante, que pongan como requisito 128 GB de capacidad… ¿será porque la consola necesita que el almacenamiento tenga su propio sistema de archivos particular? Lo veremos en cuanto las Xbox Series X estén en la calle y podamos ver más en profundidad su funcionamiento.