PS4 Pro y las gafas de realidad virtual de Sony para la anterior generación son dos piezas de hardware que muchos de vosotros quizá tenéis por casa. Aunque llegaron a finales de 2016 (apenas han transcurrido siete años) ya se escuchan noticias de Sony que no invitan a sentirnos muy bien, porque se confirma que todo lo que compramos, al final, tiene un ciclo de vida muy bien definido por el fabricante.
En este punto nadie va a echarle la culpa a Sony, porque los japoneses tienen un plan medido de lanzamiento y tanto PS4 Pro como las propias PS VR ya han cumplido de sobra su ciclo normal de vida (el de una generación), así que es el momento de tomar decisiones empresariales que unos entenderán como necesarias y otros verán erróneas, contrarias sobre todo a los intereses de los usuarios.
¿Adiós a PS4 Pro y PS VR?
Lo que acaba de ocurrir es que Sony Japón ha anunciado que estos dos modelos de hardware que puso a la venta en los meses finales de 2016 dejarán de tener soporte ni serán aceptados para reparaciones de forma oficial. Se trata más concretamente de los modelos PS4 Pro (CUH-7100) y PlayStation VR (CUH-ZVR1) que, desde hoy, no se podrán volver a crear tickets de reparación oficial por parte de los japoneses.
Es decir, que fue ayer, 20 de diciembre, el último día en el que se pudieron iniciar los trámites de reparación, dejando para el 5 de enero de 2024, como muy tarde, el momento en el que los usuarios podrán enviarlas al servicio técnico. Eso significa que, si no conseguiste colar tu PS4 Pro o PlayStation VR dentro de ese plazo, ya no podrás acudir al SAT oficial de la marca.
De todas formas, el mercado europeo permite unas exenciones temporales de cobertura superiores al de otros lugares y seguramente en el caso de España el plazo pueda ampliarse. Aunque hay razones para pensar que no podría ser así. De todos modos, al fin y al cabo es muy raro que nadie vaya a llevar hoy en día una PS4 Pro o unas PS VR al servicio técnico oficial… cuando tienes un problema lo sueles llevar a una tienda de informática para que te lo arreglen, al menos cuando el producto ya no tiene garantía, ¿no?
¿Cuáles son las razones de este final?
Obviamente nadie quiere acabar con el soporte de una consola que apenas tiene siete años en el mercado, pero es casi obligado que se tomen estas decisiones en el instante en el que no hay piezas suficientes ya para afrontar las reparaciones necesarias. Es decir, que la falta de stock de esos componentes de PS4 Pro y PS VR estaría detrás de esta decisión que lo mismo no gustará a los que todavía andan usando esta consola y su accesorio de realidad virtual.
De todas formas, este tipo de decisiones no son ajenas a la industria de los videojuegos, y compañías como Nintendo ya han tenido que recurrir a decisiones parecidas ante la imposibilidad de tener con qué arreglar las Nintendo 3DS y 3DS XL que le iban llegando. En el caso de Sony, se trata de dos dispositivos de hardware que no podemos decir que fueran masivos y tal vez por esa razón, cortar esas reparaciones de cuajo no provocará una sublevación de los usuarios. ¿No os parece?