¿Tu Xbox One se calienta y hace mucho ruido? Te enseñamos a limpiarla por dentro
Tanto los PCs como las consolas, al igual que los portátiles, con el tiempo, va acumulando suciedad en forma de polvo y pelusas que circulan por el ambiente. Estos acaban distribuidos por el interior de los equipos y, en la mayoría de las ocasiones, son el principal culpable de un calentamiento excesivo y/o de ruidos en su interior.
Si tu consola Xbox One o Xbox One S está presentado problemas de funcionamiento, los ventiladores hacen más ruido de lo normal, notas un bajón de rendimiento, lo más probable es que se deba a la acumulación de suciedad en su interior.
La solución más sencilla pasa por acudir a un servicio técnico de nuestro barrio y pagar unos 30 euros para que abra la consola y limpie toda la suciedad acumulada en su interior.
Pero, si somos unos manitas y sabemos que podemos llevar a cabo esta tarea nosotros mismos, a continuación, os mostramos los pasos necesarios para llevar a cabo este proceso, teniendo en cuenta que, si todavía tiene garantía, al abrirla automáticamente se anulará.
Qué necesitamos
Lo primero que vamos a necesitar es un conjunto de destornilladores para retirar los tornillos que cuben la consola. El único especial que necesitamos, además de un plano y otro de estrella, es un Torx T9. Si no tienes un conjunto de destornilladores para hacerlo, puedes comprar el kit que os dejamos a continuación y que podemos utilizar para desmontar otros dispositivos.
Además, también necesitamos un bote de aire comprimido con cánula para, una vez hemos retirado la pelusilla acumulada en el ventilador, eliminar el polvo sobrante del interior de este y del resto de los componentes. Y, no podemos olvidarnos de un paño de microfibra.
Cómo limpiar la Xbox One
Ni que decir que lo primero que debemos hacer es desconectar tanto el cable de alimentación como todos los periféricos que tengamos conectados a la consola para así, no solo evitar electrocutarnos, sino también para mover la consola con mayor facilidad durante el proceso.
A continuación, debemos retirar la tapa inferior de color negra. Este proceso es algo laborioso ya que utiliza un sistema de clips que se encajan con la parte superior. Para evitar dañar la carcasa inferior, podemos utilizar la espátula incluida en el kit de herramientas que hemos mostrado en el apartado anterior.
No es recomendable utilizar un cuchillo o algo puntiagudo porque podemos acabar haciendo marcas en la carcasa. Una vez abierta, debemos retirar los tornillos que se muestran en la siguiente imagen para poder acceder a la parte superior de la consola.
Una vez retirados los tornillos, volver a hacer uso de la espátula o de un destornillador plano para retirar la cubierta superior con cuidado de no dañarla ni forzarla o sin antes desconectar el conector de la parte frontal tal y como podemos ver en la siguiente imagen.
Si cuesta retirarla, significa que nos hemos dejado algún tornillo sin quitar. Seguidamente, debemos retirar la cubierta metálica superior para acceder a la zona donde se encuentra el ventilador.
Una hemos retirado la tapa superior, debemos utilizar un paño de microfibra para retirar la mayor cantidad de suciedad que se encuentre en las aspas del ventilador. Es recomendable realizar este proceso inclinando ligeramente la consola para que la suciedad con caiga debajo del ventilador, encima del disipador.
Finalmente, debemos utilizar el bote de aire comprimido para extraer la suciedad que no alcanzamos con el trapo y de paso, expulsar toda la suciedad que haya caído en el interior durante el proceso. Ya puestos, podemos aprovechar para limpiar las zonas de salida de aire de la consola.
Si vemos que el disipador tiene acumulada una gran cantidad de pelusa y polvo, es recomendable desmontarlo, sin embargo, para hacerlo, es necesario desmontar prácticamente toda la consola, ya que el disipador se encuentra enganchado al ventilador desde la parte inferior.
Si queremos evitar tener que realizar este proceso de forma habitual, podemos comprar unos filtros antipolvo, como los que se utilizan en las PC de sobremesa y colocarlos, de forma curiosa, en las rejillas de ventilación. De esta forma, vamos a reducir no solo la cantidad de polvo que pueda entrar, sino también que la pelusa y suciedad del ambiente, no acceda con tanta facilidad al interior de la consola.