Según el Wall Street Journal, fuentes de la industria señalaron que tanto Micron Technology como Western Digital estarían explorando posibles transacciones con Kioxia Holdings Corp. que pueden hacer que la valoración de la empresa japonesa de semiconductores alcance una cifra de venta de 30.000 millones de dólares pero, ¿está entonces KIOXIA en venta? ¿Qué pasará con el último reducto del almacenamiento japonés en caso de que la vendan?
El predecesor de Kioxia fue Toshiba Memory, una de las empresas mejor establecidas en el campo de la memoria Flash que tiene instituciones de I + D en Japón, Estados Unidos, Reino Unido, Israel e India y que produce chips de memoria Flash NAND para teléfonos inteligentes, servidores informáticos y otros muchos dispositivos. En la actualidad, Kioxia es el segundo fabricante de chips de memoria Flash más grande del mundo con una cuota de mercado del 20%, y también es el único fabricante que queda en Japón. Si la adquisición se lleva a cabo, esto significará que el almacenamiento japonés habría llegado a su fin.
De la gloria a la soledad: el mercado de memoria Japonés
En esencia, el desarrollo de la memoria DRAM en Japón comenzó al mismo tiempo que la de Estados Unidos, alrededor de 1972. En aquel entonces Japón fue pionera en desarrollar con éxito DRAM de 1 KB que se introdujo en el mercado al mismo tiempo que la DRAM de Intel, y fueron pioneros al inventar la memoria NAND Flash hacia 1987.
En 1976, liderado por el Ministerior de Comercio Internacional e Industria de Japón con Hitachi, Mitsubishi, Fujitsu, Toshiba y NEC como columna vertebral, Japón invirtió unos 72.000 millones de yenes en una investigación conjunta para la tecnología de fabricación de circuitos integrados. En 1980, el organismo conjunto de investigación y desarrollo VLSI de Japón anunció la finalización de un proyecto de cuatro años, cuyos principales resultados de investigación incluyen varios tipos de dispositivos de exposición al haz de electrones, dispositivos de fabricación de placas que utilizan rayos ultra violeta y dispositivos de grabado en seco.
La integración técnica de varias compañías aseguró que la tasa de rendimiento de producción en masa de DRAM fuera superior al 80%, superando con creces el 50% que tenía Estados Unidos en aquel entonces y constituyendo una abrumadora ventaja de costes, estableciendo la posición dominante de Japón en aquel momento.
Tras esto, la industria japonesa desarrolló con éxito DRAM de 1 MB, y Mitsubishi lanzó pronto tecnología DRAM de 4 MB. Hitachi comenzó a utilizar un proceso de 1,5 micrones para producir DRAM, y en 1988 la capacidad de producción mensual de Toshiba superó un millón de unidades. En el mismo año la cuota de mercado de las empresas japonesas alcanzó casi el 80%, y durante mucho tiempo NEC, Toshiba e Hitachi fueron las tres empresas dominantes en el panorama mundial.
En aquel momento la participación en el mercado DRAM de EE.UU. era inferior al 20%, y las nuevas empresas tecnológicas como Intel y AMD fueron expulsadas del trono por compañías japonesas punteras. El gobierno de EE.UU. se dio cuenta de que podría perder su posición de mando estratégico en la industria de la informática, así que cambiaron su política comercial hacia Japón del apoyo a la contención, algo parecido a lo que están haciendo ahora con China.
En 1986 se impuso una penalización del 100% en los 300 millones de dólares en chips que Japón exportó a EE.UU. En septiembre de ese año, Japón y Estados Unidos firmaron un acuerdo que contenía una cláusula que garantizaba que Japón abriría su mercado a EE.UU. y que en cinco años permitiría que el país tuviera una cuota de mercado del 20% dentro de Japón.
Después de eso, la industria de almacenamiento coreana aprovechó la situación, lo que hizo que la industria de semiconductores japonesa sufriera una fuerte caída en la década de 1990. Para 2001, su participación en el mercado mundial había perdido la mitad del total. Corea del sur y Taiwán adoptaron un modelo de desarrollo de tecnología que superó con creces la tecnología japonesa, ejerciendo una presión muy agresiva sobre Japón.
Ante esta situación, las principales empresas de semiconductores del mundo tomaron contramedidas e iniciaron importantes ajustes estratégicos, reduciendo costes, transfiriendo sus líneas de producción al extranjero y subcontratando negocios. Todo esto propició un declive en la industria japonesa que, al final, dejó tan solo a Toshiba como integrante principal del negocio de almacenamiento desde que en 2012 Elpida se declarara en quiebra.
Si Kioxia se vende, será el fin del almacenamiento japonés
No hace mucho que Toshiba Memory se convirtió en KIOXIA con el objetivo de fomentar una mejor imagen de marca, y como señalamos antes actualmente son el segundo productor de memoria flash del mundo con un 20% de cuota. El interés de Micron Technology y Western Digital, aunque no está confirmado, tendría bastante sentido para ambas empresas pero desde luego significaría un punto de inflexión muy triste para la industria japonesa, porque como hemos visto en el punto anterior habría pasado de ser el número 1 mundial con el 80% de la cuota a desaparecer completamente, y todo por la presión de otros países.
Eso sí, este supuesto acuerdo no será nada fácil. En Japón Kioxia se considera un pilar en la industria y considerando la sensibilidad de transferir la propiedad de elementos clave como los chips, cualquier transacción requerirá la aprobación del gobierno japonés. Estados Unidos también puede jugar un papel clave en esto, puesto que podría intervenir en favor de la potencial transacción para promover su capacidad de fabricación de chips para mejorar su competitividad con China.
Si Kioxia se vendiera, no solo significaría el fin del almacenamiento en Japón sino que todo el negocio de éste estaría en manos casi íntegramente de EE.UU. y Corea del sur, produciendo un muy probable enfrentamiento futuro. En cualquier caso, ya se han puesto en contacto con Kioxia para preguntarles acerca de esta posible adquisición y han respondido que no saben nada al respecto, por lo que por ahora son puras especulaciones y no podemos dar nada por hecho. En todo caso, tened en cuenta que antes de que se produjera una adquisición de este calado saltarían muchas noticias previas desde el momento en el que alguna de las empresas hiciera una oferta formal.