Si hablamos de un PC, estamos hablando de un equipo formado por una placa base a la que se conectan todo tipo de componentes en base a las necesidades de los usuarios. Para alargar la vida útil de nuestro PC y que ninguno de los componentes deje de funcionar de la noche a la mañana por nuestra culpa, debemos seguir una serie de consejos.
Al igual que un coche, un PC también necesita un mantenimiento periódico para este siga funcionando como el primer día. Si no lo hacemos, sus componentes se irán deteriorando y afectando a otros cercanos y puede llegar un momento en el que el equipo deje completamente de funcionar. Si quieres evitar este problema, os invitamos a seguir leyendo para conocer una serie de consejos para alargar la vida útil de tu PC.
Controlar la temperatura
Aunque para muchos usuarios, los ventiladores que se encuentran en el interior del PC (sin cortar el disipador del procesador y los que puede incorporar la gráfica) son decorativos y que le dan un toque muy bonito cuando cuenta con iluminación RGB, tienen una parte fundamental en el funcionamiento, ya que se encarga de tomar aire frio de fuera (los frontales) y expulsar el aire caliente (los traseros). Si estos no funcionan correctamente, el aire que expulsa el disipador del procesador se acumula en el interior y puede acabar afectando al resto de componentes.
No llenar las unidades de almacenamiento
Windows, al igual que cualquier otro sistema operativo, necesita de un mínimo de espacio libre en el disco para funcionar correctamente y hacer uso del almacenamiento cuando sea necesario en forma de memoria virtual. Si el espacio disponible es escaso, el equipo se ralentizará al verse obligado a buscar espacio donde no lo hay para poder funcionar, provocando que la unidad se desgaste en exceso lo que puede acabar reduciendo su vida útil.
Realizar tareas de limpieza periódicas
Dentro de las tareas de limpieza periódicas que debemos hacer, no solo hablamos de limpiar toda la suciedad que se haya podido acumular en los ventiladores y el polvo del interior de la caja. También debemos reemplazar la pasta térmica del procesador, dependiendo del uso que le demos al equipo.
Si utilizamos el equipo para jugar y realizar tareas pesadas como diseño 3D o edición de vídeo, es recomendable reemplazar la pasta térmica cada 12 meses. Pero si utilizamos el equipo para realizar tareas de ofimática, podemos alargar esta fecha hasta los dos años, siempre y cuando el equipo trabaje en una temperatura ambiente de que no supere los 30 grados.
Si supera los 30 grados, debemos reducir esos 24 meses a 16-18, mientras que, si la temperatura ambiental es más reducida, podemos estirar la vida útil de la pasta térmica hasta incluso 30 meses. Cuando notemos que la aplicación que utilizamos para monitorizar las temperaturas del PC muestra valores más altos, significa que ha llegado el momento de hacer mantenimiento.
Utilizar filtros antipolvo
Relacionado con el apartado anterior, siempre que sea posible, es recomendable no situar el equipo en el suelo para evitar que toda la suciedad que se acumula en este, ante cualquier movimiento que hagamos puede acabar en el interior del PC.
Tanto si es posible como si, es importante utilizar filtros antipolvo en las entradas de aire del equipo para así evitar que las partículas que circulan por el ambiente acaben en el interior del PC. De esta forma, se reduce la cantidad de suciedad que se acumula y, de paso, ampliamos el plazo de las tareas de mantenimiento.