Cómo probar y hacer test a una fuente de alimentación con un polímetro

Uno de los problemas que menos se ve actualmente en el mundo del PC custom es el de las reparaciones y testeos caseros, ya que por norma el nivel de calidad de los componentes es muy alto. De las componentes que más suelen fallar tenemos las placas base, tarjetas gráficas y fuentes de alimentación, donde nos centraremos en esta última para conocer cómo podemos conocer y testar su funcionamiento.
Las fuentes de alimentación son un componente extremadamente complejo
Y lo son desde el punto de vista electrónico, ya que su función de sobra conocida incluye regular el voltaje de la manera más precisa posible, desperdiciando la menor energía en forma de calor que permita y sobre todo con la mayor estabilidad en los voltajes y amperios que consiga lograr.
Aunque como hemos dicho anteriormente, han mejorado la calidad media mucho, llegando en los casos de fuentes extremas a durar décadas en muchos casos (incluso cubiertas por garantía) no son componentes que tengan una tasa de fallo muy baja, ya que cada vez se les exige más por parte del resto de componentes. Como ya sabéis, siempre recomendamos invertir una cantidad de dinero importante de cada presupuesto en este componente, lo que evitará en la mayoría de casos problemas en el resto de componentes.
Pero si una fuente falla, lo mejor es hacerle un breve seft-test manual o automático y así poder detectar de donde viene el problema. Para ello tendremos que hacernos con un buen polímetro o incluso en los casos más delicados con una estación completa. En la mayoría de casos un polímetro medio servirá de sobra, ya que con detectar una variación mínima de voltaje podremos dar por satisfecho el test.
Testeador vs polímetro
Hay varias formas de probar la estabilidad de la fuente de alimentación. La más cómoda es sin duda un testeador exclusivo para fuentes, donde hace las veces de polímetro, salvo porque en muchas ocasiones no es tan preciso y actualiza los valores con menor frecuencia de lo que consigue su «rival».
Otro de los problemas de este tipo de testeadores es que no permite testar los cables de 8 pines para las tarjetas gráficas, es decir el PCIe de 8 pines corriente, aunque si lo consigue con el de 6 pines. Recordemos que el EPS de 12 voltios y 8 pines no es el mismo que el de PCIe 8 pines. Por ello, la opción del polímetro es más completa, así que vamos a conocer los sencillos pasos que necesitamos para poder medir el voltaje.
En primer lugar, deberemos tener la fuente fuera del PC, por simple seguridad y para descartar derivaciones de energía hacia la torre o posibles cortocircuitos con cualquier componente. Evidentemente tendremos que situarla en una superficie que no transmita la corriente, ni siquiera la electricidad estática. Una vez hecho esto y con el interruptor trasero de la misma en circulación y no en flujo («apagada» para que nos entendamos), procedemos a puentear los pines 15 y 16 tal que así:
Con cualquier cable o clip podemos lograrlo, siempre que transmita la corriente claro. También venden un anclaje que viene ya prefabricado, de manera que solo es llegar y enchufar.
Una vez puenteado de cualquiera de las dos maneras procederemos a activar la fuente mediante su interruptor trasero, de manera que la corriente fluya hacia los cables. Como seguro sabemos, todas las fuentes de alimentación de PC juegan con tres voltajes totalmente distintos y que varían en función del cable que tengamos en las manos: +12V, +5V y + 3,3V.
Estos voltajes solo van a estar presentes al mismo tiempo en el cable de 24 pines (20 si la fuente es muy antigua), por lo tanto, será este el cable que tendrá más trabajo. Para conocer a que corresponde cada pin situaremos el diagrama completo.
Antes de empezar a medir setearemos nuestro polímetro en corriente continua (raya continua y puntos) en un setting de medición aproximado a 20 (decenas) para que así la medición sea correcta.
El conector negro lo situamos en cualquiera de las conexiones de tierra (ground), mientras que el rojo es el que tendremos que mover entre pines para ir comprobando voltajes. Normalmente, todo estará correcto siempre y cuando ningún valor exceda ± 5% en carga (voltajes positivos).
Los voltajes negativos pueden exceder en hasta un ± 10%, pero en ambos casos lo ideal es que no solo tuviesen un voltaje final más cercano a los números originales, sino que estos no variasen nada.
Si todos los valores de todos los cables están bien y no fluctúan, el siguiente paso es comprobarlos con la fuente ya montada, midiendo desde la parte superior de los conectores y en un uso real, donde tendremos que hacer otro seguimiento para ver si el problema no es tanto la fuente en sí misma sino otro componente.