Con la entrada al mercado del nuevo chipset X570 de AMD la refrigeración activa volvió a ser necesaria. El alto consumo que tiene dicho chipset provocó que prácticamente todos los modelos de placas base tuviesen que disponer de un ventilador y mejores disipadores para mantener las temperaturas a raya, pero ¿es posible refrigerarlo de forma pasiva sin perder rendimiento?
Los fabricantes han tenido que apostar por ventiladores de calidad
Ante los pequeños problemas de temperatura que sufre el chipset X570, los fabricantes tuvieron que darse por vencidos y aplicar soluciones ya conocidas para él.
Dichas soluciones pasaron por mejorar los disipadores incluidos y además usar ventiladores de 50 mm o 60 mm de altas prestaciones, muy similares a los usados en portátiles.
Estos ventiladores tienen función de parada y una larga vida útil, pero el alto precio de estos provoca que en placas base de menor rango se opte por otros de menor calidad y menor tamaño.
Tal es el problema, que actualmente solo hay tres modelos de placas base que pueden presumir de ser totalmente pasivas, dejando el rango en apenas un 1% de todos los modelos existentes actualmente.
Pero ¿y si decidiésemos cambiar dicho disipador y ventilador por un disipador custom? Desde la época del socket 939 y los NForce 4 de NVIDIA no se había necesitado de este tipo de soluciones, pero la duda puede sobrevolar nuestra mente ¿han avanzado en refrigeración los disipadores de las placas base? ¿o siguen siendo superiores los disipadores custom?
Para comprobarlo, los chicos de diit.cz han usado un Primecooler PC-NBHP1, un disipador de gama alta para chipset con diseño de torre y dos heatpipes con coldplate, fabricado totalmente en cobre y acompañado de MX-4.
Decididos a probar se encontraron con un problema clave, los anclajes y la disposición en placa del chipset. Muchos modelos han colocado al chipset X570 muy arriba (verticalmente hablando) de manera que podría chocar con la tarjeta gráfica.
Los resultados son muy reveladores
Por ello, decidieron usar una GIGABYTE X570 AORUS PRO, la cual sí permitía la instalación de este disipador. Para descartar problemas de temperatura adyacentes, se usó una AMD R5 230, la cual tiene un PCB muy corto, es totalmente pasiva y hace que no influya en las mediciones.
Como dato, esta GIGABYTE ofrece dos lecturas de temperatura para el chipset como tal: Chipset y Chipset Diode, donde ambas son completamente distintas, pero igualmente se ofrecen para ver la comparativa.
Como vemos, las temperaturas son altas en ambos casos, donde las que marca el diodo son preocupantes. También se aprecia que el mejor modo es el perfil equilibrado, ya que el perfil de rendimiento aumenta bastante la temperatura comparado con este.
Como podemos ver, la inclusión del Primecooler NBHP1 logra bajar la temperatura en las lecturas del diodo en 22 grados, mientras que las del chipset como tal las reduce en 14 grados. Todo de forma totalmente pasiva, por lo que la mejora es evidente e indica que los fabricantes podrían realizar mejores esfuerzos en el diseño de sus placas base.
Bien es cierto que, seguramente, esto encarecería el precio de las mismas y por eso solo se ha optado a ello en tres modelos, pero no deja de ser evidente que se puede mejorar.
Aun así, existen otras opciones custom como el Thermalright HR-05 SLI / IFX, el cual por su forma permite la instalación de tarjetas gráficas de hasta 3 slots sin repercutir en su uso y donde al ser un viejo conocido sabemos que es otro disipador de alto rendimiento.