Ventiladores Slim: dónde y cuándo es mejor usarlos en nuestro PC

Los ventiladores es un mundo donde una vez que se entra puede que no se salga. Las opciones están muy abiertas actualmente, innovando cada pocos años en el sector con apuestas de cada vez mayor rendimiento y calidad. Pero hay un sector dentro de los ventiladores donde todo está realmente muy quieto y se avanza más despacio: los ventiladores SLIM, pero ¿por qué ocurre esto?
Los ventiladores SLIM son los grandes desconocidos dentro del sector
Normalmente cuando hablamos de ventiladores de PC siempre nos vamos a los típicos ventiladores de 12 y 14 cm de 2,5 cm de grosor. Pero hay otros tipos de ventiladores que son necesarios en muchas circunstancias y que pueden salvarnos de un problema si tenemos un espacio reducido. Hablamos de los ventiladores SLIM, un tipo de ventilador que es extremadamente socorrido para algunos setups muy extremos y que no todos conocen.
Al mismo tiempo, este tipo de ventilador tiene sus características clave para tal denominación. Lo normal es encontrarlos en tamaños de 120 mm y con un grosor máximo de 15 mm, pero existen más opciones con tamaños muy variopintos y con diferentes prestaciones.
El recurso más buscado con estos ventiladores es el de un menor grosor, donde equipos ITX extremos pueden ser realmente estrictos con las medidas y donde muchos no consiguen albergar ventiladores tradicionales de 25 mm.
Aquí entran estos ventiladores SLIM, ya que como máximo obtienen 15 mm de grosor, siendo perfectos para la instalación en este tipo de equipos. Pocas marcas se atreven con este tipo de ventiladores, por lo que su mercado es cerrado y con poca variedad general, por lo que los modelos son bastante conocidos dentro de este sector.
Sobre todo, porque las prestaciones que estos ventiladores adquieren son mucho más limitadas que sus homólogos de 25 mm.
Menor grosor, pero peores características y ruido
El mayor problema que enfrentan este tipo de ventiladores es precisamente su rendimiento. Con un grosor tan leve sus aspas tienen que estar muy horizontales, pudiendo coger menos m3 de aire por cada revolución y con ello también logran una presión estática menor.
El segundo punto a tratar son sus RPM, al ser tan delgados y sus aspas no incidir en ángulos pronunciados, necesitan una cantidad de RPM altas para que el rendimiento despegue. Esto produce lógicamente un ruido mayor que ventiladores convencionales para unas prestaciones más pobres.
Por ello, no están indicados para radiadores o disipadores, ya que no son capaces de vencer la restricción de éstos por norma general, simplemente sirven para mover aire en los chasis. Algunos modelos son especialistas en este campo y consiguen unas prestaciones mínimas aceptables, como es el caso del Silverstone SST-FW121, el cual logra una presión estática de 1,52 mmH2O con 32,6 CFM para 24,6 dBA.
Otro modelo también conocido dentro de este mundo es el Phobya G-Silent 12 Slim Edition, el cual consigue mover hasta 57,98 CFM, pero con menor presión estática.
Para los más justos de espacio existe el Scythe Slip Stream 120 mm, el cual reduce el grosor hasta los 12 mm, siendo la opción preferida para los usuarios que pretenden ir al milímetro con las medidas de sus sistemas.