Una de las cosas en las que más nos fijamos cuando compramos ciertos componentes que sabemos que van a hacer ruido, es en su sonoridad, medida en decibelios. Ahora bien, de nada sirve saber este número si no tenemos una tabla para compararlo con lo que es la vida real. Aquí os explicaremos qué son y cómo relacionarlos.
El decibelio audible (dBA), es una unidad que se emplea para medir el nivel de presión que genera una onda de sonido sobre el tímpano de una persona. Para medir este tipo de presión en el entorno aéreo, se emplean micrófonos calibrados en cámaras anecoicas, es decir, cámaras aisladas por completo del exterior y donde el sonido no rebota por tener superficies irregulares en todas sus paredes, aparte de estar recubierta de materiales aislantes del sonido.
Tanto el ruido como el calor son los subproductos que se generan cuando empleamos nuestro ordenador, y es algo de lo que siempre deberemos de preocuparnos. Por suerte, los fabricantes de componentes han puesto bastante ahínco en intentar minimizar estos problemas, aunque la realidad es que son dos problemas que van muy de la mano. Por principio, cuando un componente desprende mucho calor, lo que se suele hacer es intentar ventilar nuestra caja mejor, para que el calor no se acumule en su interior. Y, para ello, o bien instalamos más ventiladores en la caja, o bien cambiamos los existentes por modelos capaces de mover un mayor caudal de aire. Sea como sea, ambas soluciones suelen aumentar la sonoridad del equipo.
Los decibelios nos sirven para saber cómo de sonoros son los componentes de nuestro sistema
Como decíamos al principio del artículo, la única manera de saber cómo de sonoro es un componente, es mirar en su hoja de especificaciones los decibelios audibles que emite dicho componente. Pero también es primordial saber a qué nivel de decibelios corresponde la cifra que nos da el fabricante. Por ejemplo, de nada sirve saber que un ventilador hace, al funcionar, 25 dBA si no sabemos que esto corresponde al susurro del viento entre los árboles y, por tanto, nos podemos hacer una idea clara de este.
También influye la distancia a la que estemos de la fuente del sonido. No es lo mismo estar a 10 cm de la fuente, como estar a 1 m de distancia. De la misma manera que no es lo mismo que la fuente de sonido esté al aire que esté dentro de una caja. En ambos casos, el sonido total del equipo se atenúa un poco (más o menos, dependiendo de las distancias y del material de la caja).
Otro aspecto a tener en cuenta es que el sonido no se suma como si sumamos salchichas. 2 dBA más 2 dBA no dan 4 dBA para la persona que escucha el sonido, dado que el decibelio es una unidad logarítmica. De la misma manera que un incremento de tan solo 1 dBA es bastante más perceptible por el oído humano de lo que nos pudiera inicialmente parecer.
En cualquier caso, creemos que los usuarios debieran de moverse con equipos cuya generación sonora no superara los 30 dBA, para un ordenador rumoroso, o los 40 dBA para un ordenador normal.