El precio de la RAM DDR4 ha seguido una curva descendente desde su lanzamiento, hace ya casi un par de años, hasta el momento actual en que los precios de los DIMMs más básicos ya comienzan a aproximarse de manera bastante peligrosa (para los fabricantes) al precio de sus contrapartes fabricados como RAM DDR3, ayudados en gran medida por la popularización que ha llegado de la mano de la plataforma Skylake de Intel y que se verá aumentada, más que probablemente, cuando AMD acabe lanzando sus nuevos procesadores de núcleo Zen.
Hace alrededor de un año los fabricantes de DRAM terminaron fijando una gran cantidad de sus esperanzas en la nueva RAM DDR4 como una forma de mejorar sus márgenes de beneficio.
En la muy competitiva y altamente cíclica industria de la memoria DRAM, la llegada de los sistemas con soporte para memoria DDR4 fue visto como una nueva manera de incentivar las ventas mientras que también servía como una oportunidad para vender DRAM con márgenes más altos, debido al sobreprecio más que sustancial que, en aquel momento, tenía ésta sobre la RAM DDR3.
A fecha de hoy, sin embargo, la diferencia entre los precios de la memoria DDR3 y DDR4 es casi insignificante y pronto es probable que desaparezca por completo. Lo que es aún más importante es que la DRAM en general es cada vez más barata, lo que es bueno para el usuario final, pero no es necesariamente bueno para las empresas como Micron, Samsung y Hynix.
La minúscula diferencia de precios entre DDR3 y DDR4 indica que la oferta de esta última está aumentando y está casi a la par con la primera. Mientras tanto, debido a la lenta demanda de ordenadores en general y los envíos continuos de ordenadores de marca que ofrecen los procesadores de la generación anterior, la demanda de DDR4 es menor que la oferta.
No obstante, dado que DDR4 está ya a unos precios muy asequibles, los fabricantes de ordenadores irán cambiando gradualmente al nuevo tipo de memoria RAM. Como resultado, como se esperaba por las compañías como Intel e IHS, la DDR4 se terminará convirtiendo en el estándar de facto de memoria principal para ordenadores en alrededor de un año a partir de ahora.
De todos modos, podéis estar tranquilos porque la DDR3 no va a desaparecer de la noche a la mañana, pero desde luego seguirá la misma curva que siguieron otras memorias RAM en su momento, cuando se popularizó el estándar que la sustituía.
Lo que está claro es que la introducción por parte de Intel de la plataforma Skylake y la próxima, por parte de AMD, de la plataforma Zen, hará mucho por empezar a clavar los clavos del ataúd de la RAM DDR3 y el coronamiento de la nueva DDR4 como nueva reina… hasta que llegue su sucesora en unos cuantos años.
¿Cuántos? La verdad es que es imposible de saber pero si tomamos el ejemplo vivido con la RAM DDR3, lanzada al mercado con los estertores de la arquitectura Core2 y comenzada a popularizar con la implantación de la Intel Nehalem (Socket 1366) en el 2008, creo que tenemos DDR4 todavía para rato.