William Holt, vicepresidente ejecutivo de Intel ha afirmado que en el futuro, los procesadores de PC serán más lentos pero más eficientes y eficaces. Ésto no significa que sean menos potentes, nada más lejos, sino simplemente que no tendrán que funcionar a grandes velocidades para entregar un gran rendimiento.
Está claro que Intel y el resto de fabricantes de procesadores están estancados en lo relativo a la Ley de Moore, una ley que ya casi capitula pues los fabricantes ya no pueden reducir tanto el tamaño para incrementar el número de transistores en los chips. Además ya os hemos contado anteriormente que las reducciones de litografías suponen también grandes retos en cuanto a la refrigeración, pues menor superficie de disipación significa mayor calor generado en menos espacio y con menos sitio para disiparlo.
Claro, la velocidad a la que funcionan los procesadores está estrechamente relacionada con el calor que generan, así que reducir la velocidad de funcionamiento del procesador significaría que éste generaría menos calor, siendo más fácil disiparlo. Al mismo tiempo ésto significa que, de ser capaces de entregar el mismo o más rendimiento, serían muchísimo más eficientes. Y ya sabéis que la eficiencia es lo que todos buscan a día de hoy.
Ahora bien, el ejecutivo de Intel dio a entender que cabe la posibilidad de que se produzca un retroceso en lo relativo al rendimiento en pro de conseguir procesadores más pequeños y eficientes. Esta es la mala noticia, sin duda, pues sería una marcha atrás en lo que todos llevan años desarrollando. Pero claro, ahora todos buscan procesadores cuanto más pequeños mejor para integrarlos en lo que bautizaron hace tiempo como el «internet de las cosas», un afán que sin lugar a dudas está perjudicando el desarrollo de la industria del PC, una industria que cada vez parece importarle menos a Intel.
Veremos a ver lo que sucede a partir de ahora, pero éste vaticinio tiene como ya habréis supuesto su parte buena y su parte mala. La buena es si logran mantener o mejorar el rendimiento en procesadores que funcionen a menor velocidad, y la mala es si no lo consiguen pues tendremos procesadores más pequeños, sí, pero que nos entregarán un rendimiento menor. Claro está que el consumidor siempre tiene la opción de no comprar lo que el fabricante vende y quedarse con lo que tiene, claro.