Parece ser que Micron está desarrollando, de la mano de JEDEC (Joint Electron Device Engineering Council), el estándar y los primeros módulos de la que será la nueva memoria GDDR5X que emplearán las nuevas gráficas de gama media y baja de los principales fabricantes de tarjetas gráficas basadas en las nuevas revisiones de los núcleos que tanto AMD como Nvidia saquen al mercado durante su próxima hornada de lanzamientos.
Ya sabemos bien que tanto las nuevas gráficas de AMD con núcleos Arctic Islands como las nuevas gráficas de Nvidia con núcleo Pascal, llevarán integrados en sus núcleos los chips de memoria HBM2, tal y como ya vimos hace unos meses con el lanzamiento al mercado de las AMD Radeon Fury y Fury X. Este tipo de memoria presenta grandes ventajas a los fabricantes de tarjetas gráficas que ya no se han de preocupar de diferentes detalles de la fabricación, dado que, hasta el momento, ya los deja todos resueltos AMD Radeon en el diseño de sus núcleos gráficos al llevar los chips de memoria GRAM incorporados en él. Pero, sin embargo, presenta un inconveniente y es la escalabilidad del diseño, es decir, no se pueden sacar versiones de un mismo núcleo gráfico con diferentes cantidades y modelos de GRAM en él, algo que es la tónica habitual en las gráficas de gama alta/baja, media y baja.
Para solventar este problema, y el hecho que la GDDR5 ha llegado a su techo de rendimiento desde hace ya algunos años, Micron (que es uno de los principales fabricantes y desarrolladores de chips de memoria del mercado, a parte de ser la compañía madre detrás de Crucial) ha desarrollado en conjunción con con JEDEC el estándar de la que será la nueva memoria GDDR5X.
Pero ¿qué es la memoria GDDR5X? Pues, irónicamente, no se trata de un salto de velocidad de la actual GDDR5 si no más bien una nueva rama de dicha memoria, algo similar a lo que ha ocurrido con el salto de la RAM DDR3 a la DDR4. Micron ha basado su diseño en el estándar GDDR5 al que se le ha doblado el prefetch, haciéndolo pasar de los actuales 32 bits a 64 bits y doblando de esta manera el ancho de banda disponible para la tarjeta gráfica, pero a la vez han decidido conservar la gran mayoría de los protocolos que hacen funcionar la actual GDDR5.
La pregunta que ahora nos hacemos es cómo afectará este nuevo estándar a los modelos existentes o si será necesario un rediseño de sus núcleos gráficos (cosa harto improbable de suceder en núcleos muy antiguos) o si ya será un tipo de memoria que se implementará en los modelos que están por lanzarse al mercado. Por otro lado, está claro que la actual gama baja y media de tarjetas gráficas no están precisamente asfixiadas de ancho de banda (algo que sí puede suceder en modelos de la gama alta donde la GDDR5 y la HBM se van más limitadas), así que el desarrollo de este tipo de memoria es algo… incierto en su futuro.
Algo en lo que sí veremos a ciencia cierta beneficios muy pronto es en el empleo de los nuevos chips de memoria de 8 Gb de tamaño los cuales, al doblar la densidad de la misma, darán lugar a tarjetas gráficas que requieran el empleo de menos chips que las actuales sobre su PCB, con su consiguiente abaratamiento en el precio de fabricación. Tanto Micron como SK Hynix tienen sus procesos de producción ya maduros y, de hecho, Micron ya ha empezado su comercialización, aunque en este caso particular se trata de memoria para servidores.