Aunque los análisis de la nueva Radeon R9 Nano de AMD llevan ya unos cuantos días publicados, entre todos ellos hay algo que falta y es alguno que estudie el comportamiento de esta tarjeta en una configuración CrossFire. Ni cortos ni perezosos, los compañeros de TechPowerUp juntaron la muestra que les envió AMD con otra Nano que ellos mismos compraron para poder descubrir cómo escalaba este tipo de configuraciones.
Que la R9 Nano ha cogido al asalto y por los cuernos el toro del mercado SFF y HTPC no es ninguna sorpresa, y no es de extrañar: una gráfica que, especialmente a altas resoluciones, rinde bastante parejo a su hermana mayor la R9 Fury X pero consumiendo bastante menos y, sobre todo, en bastante menos espacio físico no es algo que podamos desdeñar con facilidad. Y mucho menos en un mercado que está vírgen de gráficas de gama alta, donde el único representante que existía hasta hace poco era la Asus GTX 970 DirectCu Mini, a la que supera ampliamente en rendimiento.
Sin embargo, AMD solo mandó una única muestra a las páginas que harían los análisis, así que nadie pudo testear cuál era el rendimiento de esta nueva gráfica en CrossFire. Nadie hasta que en TechPowerUp decidieron rascarse el bolsillo y comprar una segunda R9 Nano para poder testear el rendimiento de ambas gráficas trabajando en paralel0. Llegaron a ir un poco más allá y la juntaron también con una R9 Fury X para comprobar el rendimiento si se hacía un CrossFire híbrido. Los resultados son bastante mejores de los que cabría esperar. Especialmente a altas resoluciones (4K), la R9 Nano permite un escalado de cerca del 90% del rendimiento frente a una única R9 Nano pero no solo en los títulos optimizados para AMD, si no también en los optimizados para Nvidia, lo cual la convierte en un rival todavía si cabe más peligroso para la marca verde que quedaría bastante descolgada en cuanto a rendimiento. en un mercado que para nada está muy explotado como es el SFF.
Curiosamente, podemos ver como cuando se une a una R9 Fury X en CrossFire híbrido, a pesar del mayor rendimiento de la gráfica superior, el incremento en rendimiento es bastante marginal. Ello se debe a que, dado que el núcleo Fiji XT ya va bastante limitado tanto por temperatura como por consumo, ello hace que la Fury X no pase sus relojes por encima de los de la R9 Nano, con lo que está claro que hacer ese invento de configuración no nos va a reportar demasiado beneficio a la hora de jugar con el sistema.
Podéis leer todo el análisis si visitáis TPU