Kaveri fue lanzado como línea de procesadores en Enero de este año, con el A10-7850K y el A10-7700K, ambos de 95W. El modelo que hoy analizamos fue desvelado a finales de junio y lanzado a finales de julio, se trata del A10-7800 y viene acompañado de otros dos modelos, el A8-7600 y el A6-7400.
Este último trío reduce su TDP hasta los 65W, por lo que se sitúa aún más en el segmento del bajo consumo. Lo que es más, cada uno de ellos puede funcionar en dos modos, a 65W, usando un rango restringido de frecuencias de trabajo, o a 45W, con un límite inferior de frecuencias más bajo. Según los números de la siguiente tabla, la bajada del 31% en TDP supone únicamente una caída del 7% en rendimiento.
La siguiente tabla ofrece una visión general de los Kaveri ya lanzados:
Kaveri
Antes de meternos con el A10-7800, vamos a ver un poco las características de Kaveri.
Sin duda, dos de las capacidades más destacadas son el soporte para Mantle y la arquitectura HSA (Heterogeneuous System Architecture), que habilita varias características de computación para acelerar ciertos tipos de tareas.
Gracias a sus núcleos GPU con diseño GCN, soporta la API Mantle, para sacarle el mayor jugo posible en gaming al A10-7800. Con Mantle, el añadirle una dGPU a la APU supone una mejora en rendimiento significativa frente a usar DirectX 11.
En caso de añadirle una gráfica dedicada, un sistema APU + GPU AMD usando Mantle puede dividir el procesamiento necesario entre ambos componentes para mejorar el rendimiento, cosa que también atañe a los desarrolladores de los juegos ya que ellos son los que tienen el control sobre el proceso de asignación de recursos. Respecto a HSA, el principio básico es permitir tanto a los hilos del procesador como a los gráficos integrados acceder a las mismas áreas de memoria mediante hUMA (Unified Memory Architecture) sin tener que realizar copias de datos en memoria y por lo tanto mantenerlas.
Sin más, os invitamos a qué leáis nuestro análisis y esperamos que os sea de utilidad.