Es algo que ocurre con -quizá demasiada- frecuencia. Tienes un pendrive USB conectado al PC o portátil, lo golpeas sin querer y se dobla o incluso se parte, quedando inutilizado. ¿Qué se puede hacer si tienes un pendrive USB roto? ¿Se pueden recuperar los datos? La respuesta es que depende de los daños, y a continuación te vamos a contar qué es lo que puedes hacer.
Los accidentes suceden y a veces son inevitables, máxime cuando se trata de pendrives USB que sobresalen de los conectores del PC o portátil, pues podemos golpearlos fácilmente provocando su rotura. Cuando algo así sucede, lo normal es dar los datos que contenía por perdidos y tirarlo a la basura pero, ¿qué pasa si los datos del pendrive eran importantes y no tenías copia de seguridad?
Si tu pendrive se te ha roto o ha dejado de funcionar por algún motivo, a continuación te vamos a contar qué es lo que puedes hacer al respecto. No obstante, desde ya te adelantamos que no te hagas demasiadas ilusiones, ya que si la rotura es física la cosa está complicada.
¿Se puede reparar un pendrive USB roto?
Como adelantábamos antes, la respuesta a esta pregunta dependerá de los daños. Si el pendrive se ha partido por la zona del conector puedes despedirte de él salvo que seas un «manitas» y te atrevas a intentar soldarlo, algo posible pero peligroso como te vamos a contar a continuación.
Aun así, incluso aunque consigas volver a soldar el conector roto no recomendamos que conectes el pendrive reparado a un PC, dado que le aplicará los 5V estándar de tensión y podría hacer que las soldaduras se quemaran. En su lugar, si tienes acceso a una Raspberry Pi o mini PC similar, sería lo ideal porque le aplicará el voltaje justo.
En todo caso, si lo conectas y el equipo lo detecta, te recomendamos que no escribas nada en el pendrive ni abras nada directamente desde él, ya que los datos podrían corromperse. En su lugar, copia los datos al disco duro local del equipo y ábrelos desde ahí. Si todo te ha salido bien y has podido copiar los datos, ese pendrive ya lo puedes tirar a la basura porque solo te traerá problemas si intentas seguir utilizándolo.
Si el caso es que simplemente se ha doblado, entonces la cosa cambia pero nuevamente dependerá de los daños. La recomendación aquí es abrir la carcasa de plástico que protege el pendrive para poder examinar el PCB y ver si las conexiones al conector USB están en buen estado. Si es así, enderézalo con cuidado y conecta el pendrive a un PC con normalidad, no deberías tener problema. Pon especial atención a los chips de memoria que es donde se almacena la información, y si estos presentan rajas o roturas entonces sí que te puedes despedir del dispositivo y lo puedes tirar a la basura, porque la información será irrecuperable casi con total seguridad.
En el caso de que se haya doblado tanto que se hayan roto las soldaduras, todavía hay algo que puedes hacer. Enderézalo lo mejor que puedas, y con un poquito de estaño puedes intentar volver a soldar las conexiones en su sitio, teniendo en cuenta lo que ya te hemos comentado antes. No es tontería, ya que una mala soldadura puede llegar a producir quemaduras e incluso provocar que la unidad se queme, literalmente.
En este caso volvemos a dar las mismas recomendaciones que al inicio:
- No lo conectes a un PC, a ser posible usa una Raspberry Pi o mini PC de bajo consumo.
- No trates de escribir o abrir nada directamente desde el pendrive.
- En su lugar, copia los datos al disco duro local y ábrelos desde ahí.
De todos modos, si tras soldar de nuevo el conector el pendrive sigue sin funcionar y el equipo ni siquiera lo detecta, nos tememos que los daños son demasiado graves y no podrás repararlo. Aun así, si los datos que contenía son de suma importancia hay empresas que se dedican a la recuperación de datos y que todavía podrán ayudarte, siempre y cuando no se haya roto el PCB y solo haya sido el conector.
Eso sí, prepara la billetera porque sus tarifas son bastante elevadas ya que el proceso de recuperación es extremadamente largo y laborioso dado que, literalmente, estas empresas van sacando bit a bit la información de las celdas de memoria y restaurándolas en una unidad funcional, por lo que estamos hablando muy posiblemente de miles de euros.
La solución es comprar un pen drive nuevo
Salvo que como hemos comentado tengas información de vital importancia en tu pen drive estropeado (si fuera así lo suyo sería que tuvieras copia de seguridad de todos modos), generalmente es un tipo de dispositivo que no merece la pena ni intentar reparar, ya que en la actualidad puedes comprar unidades muy rápidas y de gran capacidad por muy poco dinero.
Es un poco lamentable decir esto, pero es que de verdad que el esfuerzo y el riesgo no merece la pena; el mercado está copado de estos dispositivos de «quita y pon» que son prácticamente de usar y tirar, y no son pocos los usuarios que tienen incluso decenas de estos olvidados en un cajón, y es que por apenas 10 euros ya puedes tener unidades USB 3.0 de 16 GB de capacidad, e incluso los modelos de más capacidad como 128 ó 256 GB apenas cuestan 30 euros si sabes buscar bien.
En todo caso, tal y como hemos comentado incluso aunque te aventures a reparar el pendrive roto y logres hacer que funcione de nuevo, en última instancia lo más recomendable es sacar la información que necesites y tirarlo a la basura, ya que como te hemos explicado la soldadura de estos dispositivos es, aunque fácil, bastante delicada porque por ella no solo se transmiten los datos sino también el voltaje necesario para hacerlos funcionar, por lo que una soldadura que no esté perfecta puede llegar a provocar incluso un incendio en el dispositivo.