Dentro de la informática es común encontrarse diferentes problemas de configuración o rendimiento. Uno muy destacado es el problema del flickering o parpadeo, que se da entre el monitor y la tarjeta gráfica. Vamos a ver los motivos por los que se puede dar este suceso y como podemos corregirlo.
El flickering o parpadeo, hace referencia en informática a una variación rápida o irregular en el brillo o en la imagen. Se genera en este punto un efecto de parpadeo que puede resultar muy molesto para el usuario. Dicho defecto tiene muchos posibles orígenes, siendo el principal el hardware, pero también puede darse por el software, mala sincronización de la frecuencia de refresco e, incluso, interferencias eléctricas.
Dicho problema, sobre todo, suele afectar en los videojuegos y es especialmente molesto. Impide al usuario obtener la mejor experiencia posible. Vamos a explicarte cuáles son las causas potenciales y como puedes corregir el problema.
Flickering en monitores: causas y cómo arreglarlo
Antes de nada, debes saber que este tipo de problema se pueda dar independientemente del tipo de usuario. Esto quiere decir que no es solo cosa de los aficionados a los videojuegos, puede darse a usuarios domésticos o profesionales, indistintamente. Hablamos de un problema que suele estar ligado a la combinación de monitor y tarjeta gráfica, pero también a un problema de software (normalmente drivers) e, incluso, relacionado con otros componentes.
La sintomatología de este problema es muy sencilla de detectar. Veremos en pantalla un parpadeo molesto que, en muchas ocasiones, prácticamente impide hacer la sencilla tarea de hacer clic en un icono. Además, el lickering tiene niveles, por así decirlo. Puede darse el caso de un problema leve y, en algunos casos, puede llegar a prácticamente impedir distinguir lo que hay en pantalla.
Iremos viendo las causas de este problema de parpadeo, así como la solución para cada uno de estos casos. Debes saber que, como es un problema único que puede tener varios orígenes, igual no consigues solucionarlo a la primera. Lo bueno, es que con cada corrección descartas un posible origen del problema. Veamos cuáles son los problemas y las posibles soluciones.
Escritorio estático
Muchos usuarios tienen el curioso problema del flickering incluso sin hacer nada con su PC, parados en el escritorio y sin mover un músculo. Por ello, hacer cualquier cosa con el PC se vuelve imposible si el parpadeo en nuestro monitor es muy alto, ya que apenas nos deja ver lo que tenemos dentro del escritorio.
En este caso, la solución podría pasar por una mala instalación del driver de la tarjeta gráfica, sea iGPU o dedicada. Lo primero que tendremos que hacer es dirigirnos al administrador de dispositivos, al apartado adaptador de pantalla y comprobar que no hay ningún error, ningún problema asociado a la GPU y pasar a la siguiente fase.
Si todo está correcto y no hay un símbolo de advertencia en sus iconos ni registros, lo ideal sería bajar el software DDU y desinstalar el driver que tengamos, no en vano habría que bajar el nuevo antes de hacer esto. Si tras la instalación del nuevo driver no conseguimos solucionar el problema, toca pasar al siguiente paso. Es importante que este proceso lo llevéis a cabo con este Display Driver Uninstaller porque es el único que de verdad va a ser capaz de eliminar todos los archivos que tenéis metidos en el sistema de forma permanente, sin dejar nada de basura guardada. Recordad que si la limpieza del anterior driver no es completa, al meter los nuevos podríamos vernos con conflictos que podrían, a su vez, provocar otros errores en el funcionamiento de la tarjeta gráfica.
Tasa de refresco del monitor
Otro de los errores comunes es que por alguna razón que no alcanzamos a comprender muchas veces el driver de NVIDIA y AMD no setea bien la frecuencia de actualización del monitor, creando dicho flickering.
La solución a este problema es tan sencilla como entrar en el panel de control de cada driver y cerciorarnos de que está seteada la frecuencia de actualización correcta. Normalmente, el estándar del mercado en la actualidad es de 60 Hz, así que por debajo no debería de ser normal, salvo en monitores demasiado antiguos.
Esto se puede hacer desde el propio driver, sea de Intel, AMD o NVIDIA, así como desde Windows. Para ello tendremos que hacer lo siguiente:
- Buscamos configuración en el menú de inicio pulsando el clic derecho en el icono.
- Nos dirigimos al apartado marcado como «sistema».
- Dentro de él vamos al apartado «Pantalla».
- Bajamos hasta abajo para encontrar la opción «Configuración de pantalla avanzada».
- Entramos en ella y abajo veremos que podemos setear la frecuencia de actualización correspondiente. La cual se aplicará al seleccionarla y se nos mostrará en el apartado de Información de Sistema.
Revisar físicamente el cable de vídeo
Otro de los problemas (y este es muy común) es un problema de conexión o rotura de un cable HDMI o DisplayPort. No importa el tipo de cable que tengamos, sea HDMI, DP o VGA, el problema del flickering en monitores no entiende de interfaz.
Normalmente, es fácil detectar esto, ya que si el daño de cable es físico, puede que conectándolo a la GPU o al monitor y haciendo lo contrario cogeremos una postura que le siente bien. La solución en este caso es cambiar de cable, siempre y cuando las conexiones de la GPU y monitor no sean las culpables de este problema, lo cual es realmente raro.
Además de revisar la integridad del cable, también tenemos comprobar si este pasa por alguna fuente de energía cerca o por algún dispositivo que emita señales inalámbricas, como por ejemplo un router. Esto sucede cuando se trata de cables HDMI económicos, cables que no tienen ningún tipo de recubrimiento exterior, por lo que cualquier señal electrónica o inalámbrica pueden afectar a su funcionamiento. Estos casos no es necesario reemplazar el cable, tan solo moverlo de sitio para comprobar si el problema del flickerin se soluciona.
Origen distinto a la tarjeta gráfica
Es lo que menos quiere la gente, pero lo cierto es que hoy en día tiene mucho que decir. Al instalar la GPU es posible que no haya encajado correctamente, que los contactos de ella no estén limpios o simplemente los de la placa, que cualquier partícula de polvo esté haciendo contacto entre ellos. Por ello se recomienda instalar la GPU con el máximo cuidado, no permitir que la tarjeta gráfica se doble.
La solución en este apartado es también básica: apagar totalmente el PC, quitarle la energía con el botón trasero de la fuente de alimentación o desconectándolo de la corriente, quitar la GPU, limpiarle los contactos con alcohol isopropílico o goma de borrar, soplar en la ranura PCIe y finalmente volver a instalar ya con todo limpio. Con eso, si se trata de suciedad, lo tendríamos todo hecho y arreglado.
Hemos de partir del hecho de que el controlador de pantalla encargado de enviar el búfer de imagen está en la tarjeta gráfica. Así como la memoria que almacena cada fotograma que genera. La comprobación de esto es sencilla, simplemente conecta otro monitor distinto y si ves que los problemas persisten es que la tarjeta gráfica es la que tiene el problema y no tu monitor.
Problemas en la alimentación
Es el caso menos probable, pero se han visto problemas en algunas ocasiones hasta el punto de que merece la pena probarlo. La situación es simple, el cable de alimentación (o enchufe/regleta) está en mal estado y no le llega suficiente energía al monitor, lo cual implica que el mismo tiene problemas para mantener la tasa de FPS a la altura que necesita. Esto puede parecer un caso extraño, pero creednos que se produce con mayor frecuencia de lo que crees.
Esto no es detectable por software ni por hardware, porque el problema está fuera del monitor, así que lo ideal sería cambiar el cable o cambiar de enchufe, a ser posible ambos. También puede darse que el conector de tres pines de energía o el cargador del monitor en caso de no integrarlo estén defectuosos, donde en ese caso todo se complica realmente, puesto que entonces sí que es un problema que tiene que ver un técnico.
¿Se ha roto el monitor?
Por último, podría ser el propio monitor el que esté dando problemas como tal. Aquí las causas son más complicadas, pero podrían tener que ver desde una derivación interna de la energía o los datos, hasta una mala configuración de fábrica.
Así, lo ideal es seleccionar la configuración de serie del monitor en su propio menú y si no se erradica, mirar por posibles daños físicos al mismo. Bien podría ser que las conexiones de este fallen, por suciedad, por una mala postura que ha tenido el conector, por un exceso de corriente o nulidad de corriente de repente, entre muchos otros problemas.
Si no encontramos golpe alguno o defecto, podríamos tener un pisapapeles muy caro a nuestro lado. Y es que el flickering en monitores defectuosos es también bastante común, más de lo que crees, sobre todo si se tienen muchos cortes de luz repentinos, donde por alguna razón los paneles de más Hz terminan sufriendo este problema en mayor medida.
En este caso lo ideal es que nos aseguremos bien de que es el monitor el que falla haciendo antes los pasos previos descritos en este artículo, porque si lo enviamos a garantía o RMA y no está fallando como tal puede que nos cueste un buen dinero el no estar avispados. No sea que al final todo venga provocado por la gráfica que, en ocasiones, puede estropearse y mostrar bugs que se pueden hacer pasar perfectamente por un flickering. Si no es así, entonces plantéate dar el paso de comprar un nuevo monitor que, seguramente, va a mejorar tu experiencia de uso y productividad, si lo usas para trabajar.