Los puertos juegan un papel esencial en cualquier dispositivo porque la velocidad de transferencia cada vez tiene más importancia en el uso de unidades USB o discos duros externos. En un principio, las conexiones de alta velocidad son los puertos USB-C, Thunderbolt y USB 3.0. Sin embargo, estamos seguros de que queréis conocer cuál es el mejor de todos.
La interfaz USB se ha ido renovando con el paso del tiempo, lo que ha traído consigo la aparición de nuevos puertos. El hecho de ser una conexión universal le otorga cierto estatus, pero los usuarios se vuelven más exigentes con el paso del tiempo: quieren la conexión más veloz. En esta encrucijada entran los puertos USB-C, Thunderbolt y USB 3.0, los cuales vamos a analizar y presentar para averiguar cuál es más rápido y cuál es el mejor.
Aunque más abajo dentro de este artículo lo explicaremos más, tened en cuenta, que vamos a hablar de un estándar que ha sido adoptado por la mismísima Unión Europea e impuesta como el único que puede prevalecer en ciertos ámbitos como es el de los dispositivos móviles. Eso impacta necesariamente en ordenadores, que en los últimos tiempos han dejado atrás esos conectores propietarios y están cada vez más estandarizando ese USB-C. Así que ahora mismo, es uno de los conectores más sólidos y con más futuro que podemos encontrar, no solo para equipos, sino también en la parte de los periféricos.
USB-C
Uno de los problemas del USB durante años fueron los diferentes tipos de conectores para los diferentes tipos de dispositivos. Todos ellos bajo la misma especificación, pero al mismo tiempo suponiendo todo un lío de cables. En un dispositivo era necesario un mini-USB, en otros un micro-USB. Por eso decidieron crear una nueva variante para universalizar todos los conectores. Al cual llamaron USB tipo C o USB-C. Y se puede decir que ha sido un éxito desde el momento en que esta se ha producido en el USB 4.
Se trata de una conexión USB de 24 pines que realizo su primera aparición en 2013. El nuevo tipo de conector fue adoptado formalmente por la IEC en 2016 y fue diseñado y desarrollado por el USB-IF, una organización compuesta por Intel, Microsoft, HP, Apple y muchas más empresas tecnológicas. El objetivo es reemplazar a los de Tipo-A y Tipo B con el tiempo. Aunque donde tiene más problemas es con los del primer tipo, ya que son muy abundantes y siguen apareciendo en las placas base de los diferentes ordenadores que hay en el mercado.
Esta conexión está presente en la mayoría de dispositivos móviles modernos, y está siendo recurrida por muchos fabricantes de portátiles como puerto de carga. Alcanza velocidades de 10 Gbps (USB 3.1), 20 Gbps (USB 3.2), 40 Gbps (USB 4) y recientemente se ha aprobado la estandarización del USB 4 2.0 con 80 Gbps de ancho de banda. Además, una de las cosas que le separa de los otros conectores USB es que existen variantes con la capacidad de transmitir video, datos y carga bajo un mismo cable.
Thunderbolt
Thunderbolt es el nombre de una interfaz usada y desarrollada por Intel en colaboración con Apple. Por lo cual se trata de la clásica conexión propietaria y privativa a la que nos tienen acostumbrados los de Cupertino. Lo cual nos recuerda a cuando la marca de la manzana mordida empezó a adoptar a gran escala el IEEE-1394 o FireWire para edición de vídeo y sonido. En el fondo, Thunderbolt no es diferente en concepto al USB. Dado que se trata de una conexión para periféricos externos a nuestro PC. La comparación con el viejo FireWire viene por el hecho que el Thunderbolt en sus orígenes se usó en mercados mucho más profesionales.
Dado que Intel durante muchos años fue el proveedor en exclusiva de procesadores y chipsets para Apple y no es un estándar del USB International Fórum, solo los ordenadores con CPU de la marca podían usar este tipo de conexiones. En las dos primeras generaciones la forma de este conector era la misma que la de un Mini DisplayPort. Sin embargo, fue un fiasco comercial e Intel se vio obligada a usar el mismo conector que el USB Tipo C y Thunderbolt 3. Lo cual no significa que el conector fuese ambivalente. Por lo que a la hora de conectar un dispositivo USB-C en un puerto Thunderbolt no es compatible y viceversa.
Ventaja del Thunderbolt sobre el USB
La gran diferencia de Thunderbolt respecto a USB es que tiene una latencia mucho menor, esto es debido a que usa la interfaz PCI Express, la cual tiene acceso directo a la RAM del sistema sin tener que pasar por el IOMMU del procesador. Esto lo hace ideal para cuando en el futuro veamos unidades SSD externas con el suficiente ancho de banda como para competir contra las internas del tipo M.2. Así como la implementación de tarjetas de memoria avanzadas para la edición de vídeo a tiempo real.
Evolución del puerto Thunderbolt
La evolución de dicho puerto a través del tiempo ha sido, cuanto menos, interesante, ya que pese a que a día de hoy tenga el mismo conector que el USB-C, no siempre ha sido así y en sus orígenes eran necesarios cables distintos específicos para conectores que no tenían nada que ver.
Primeras generaciones de Thunderbolt
Su fecha de aparición fue en 2011 y lo hizo en los ordenadores de Apple lanzados ese año. En concreto, los MacBook Pro de 2011 y los iMac. Usaba la misma clavija y conector del Mini DisplayPort y tenía la capacidad de transmitir a 20 Gbps, 10 Gbps por canal. Una cifra equivalente al USB 3.2, pero con un adelanto de varios años sobre el PC.
Por aquel entonces vimos algún que otro modelo de portátil que uso este tipo de conector para tarjetas gráficas externas a un portátil, no obstante, realmente no tuvo mucho éxito. Por lo que desapareció al cabo de poco tiempo de aparecer dicha idea
Thunderbolt 2 apareció un par de años después, de nuevo solo para ordenadores Apple. No se puede hablar de un salto generacional desde el momento que la velocidad de transferencia seguía siendo de 20 Gbps, pero esta vez unida en un solo canal. Por lo que necesitaba de su propia interfaz y controlador.
Unificación del conector
Thunderbolt 3 fue un giro de 180º respecto al modelo anterior. Por vez primera vimos la interfaz siendo utilizada fuera de los ordenadores de Apple. En concreto los Intel Core de sexta generación bajo arquitectura SkyLake. Fue además la primera en adoptar el factor forma del USB del tipo C
Intel duplico el ancho de banda hasta los 40 Gbps. Sin embargo, añadieron novedades sobre el tipo de conector como la capacidad de transmitir vídeo y cargar un dispositivo con hasta 100 W de potencia. Habilidades que heredaría el puerto USB-C estándar. Gracias a la capacidad de carga aumentada, muchos fabricantes de portátiles empezaron a abandonar las clavijas para la fuente de alimentación propietarias para adoptar la conexión Thunderbolt 3 para ello. Y ha sido en parte el motivo que ha llevado a que existan políticas de conector universal en todo el mundo, sin embargo, ha sido la cuarta generación la que ha incentivado a la universalización.
Thunderbolt 4 y la unificación con el USB 4
El hecho que Thunderbolt utilizará la misma conexión que el USB del Tipo C y al mismo tiempo fuese superior hizo que el USB International Forum fuese por lo práctico y en vez de crear una versión alternativa hicieron una decisión salomónica: convertir el USB 4 en Thunderbolt 4. Es decir, ambos son el mismo conector, lo que significa que los ordenadores con USB 4 podrán usar periféricos Thunderbolt 3, así como los USB de generaciones anteriores. Siempre y cuando sean del tipo C Creando un cable y un conector totalmente universales.
Se ha de aclarar que el USB 4 en realidad es un doble conector en uno. Para empezar, podemos decir que es un USB 3 con una interfaz de 40 Gbps y por otro una Thunderbolt 3. Lo que ocurre es que puede detectar el tipo de cable y dispositivo conectado y actuar en consecuencia para el envío y la recepción de datos. Ya para terminar, el USB 4 2.0 nos traerá anchos de banda de 80 Gbps, lo cual significa que será posible conectar SSD externos con un rendimiento igual que los actuales SSD M.2 de alto rendimiento que hay en el mercado.
Europa lo adopta para la carga de dispositivos
Pare reducir la basura electrónica y por tanto la contaminación, la Unión Europea ha establecido una norma que obliga al uso de este conector. La Directiva 2022/2380 del Parlamento Europeo y del Consejo de la Unión Europea es bastante contundente al respecto y cierra por completo el camino a esas tecnologías propietarias que venían utilizando compañías como Apple, que es la que más se ha caracterizado siempre por diferenciarse y crear espacios propios donde no podían actuar otros fabricantes.
Según la norma, todos los smartphones, tabletas, cámaras digitales, auriculares, videoconsolas portátiles, altavoces inalámbricos, eReadaers y periféricos como teclados, ratones y dispositivos de navegación deberán adoptar esta disposición obligatoriamente a partir del 28 de diciembre de 2024, por lo que muchos fabricantes han corrido ya a adaptarse para no incurrir en sanciones y multas económicas. Apple, como os comentábamos anteriormente, ya migró el último de los dispositivos que le faltaba en septiembre de 2023 y su gama iPhone ya es plenamente compatible con USB-C.
Eso sí, existe una excepción dentro de este mandamiento de la Unión Europea y tiene que ver con los ordenadores portátiles, que contarán con un plazo algo mayor que en el resto de los casos, por lo que aquellos fabricantes de este tipo de dispositivos tendrán que cumplir esta norma a partir del 28 de abril de 2026. Parece que queda todavía mucho tiempo, pero en cuanto nos queramos dar cuenta, estamos ya dentro de un mercado que solo permitirá cargadores con USB-C. Cosa que, ya lo veréis, será genial y mucho más eficiente para todos los usuarios.
Por consiguiente, a partir de dichas fechas no se podrá vender un dispositivo electrónico de dichas características con un conector diferente al USB-C y en caso de hacerlo, el fabricante quedará expuesto a posibles sanciones por parte de las autoridades de cada país de la Unión. Amén de un potencial bloqueo en la venta del dispositivo dentro del mercado único.
Esto afecta también a los iPhone de Apple, algo que la compañía estadounidense ha «arreglado» creando limitaciones. Como nos les dejan seguir usando su puerto propietario, utilizan versiones de la interfaz USB antigua, pero con el conector USB-C. Además, establecen limitaciones de rendimiento en la carga si no se utilizan sus cargadores, que se deben comprar de manera independiente.
Una conexión realmente universal
Existen una gran cantidad de ventajas a la hora de utilizar este conector que actualmente se encuentra unificado, ye s que lo más común es que prácticamente todos los dispositivos que utilizamos en nuestro día a día lo incorporen por los motivos que hemos mencionado anteriormente, además de por su utilidad, obviamente. Pero la llegada de las funciones adicionales que podemos encontrar desde Thunderbolt 3 han hecho que se convierta en el conector por defecto para muchos casos, incluidos para algunos periféricos que no son realmente convencionales o que no tienen un uso demasiado generalizado.
Como bien hemos comentado el hecho de que se pueda transmitir tanto audio como vídeo ha supuesto un cambio extremadamente grande en la forma de transmisión general de muchos dispositivos, y aunque todavía no es capaz de ofrecer lo que nos aporta DisplayPort o HDMI, no es un estándar que deba pasar desapercibido para estos casos. Una gran cantidad de monitores portables utilizan este conector como única salida tanto de audio como de vídeo, lo que nos deja ver el gran avance que supone principalmente al utilizarse para prácticamente todo, ya sea como conector de energía, como conector estándar para funciones normales o para otros usos.
Esto implica que con la llegada de los próximos estándares de este tipo de conexión podríamos ver una evolución hacia un verdadero conector universal, que permita eliminar prácticamente todos los cables que no tengan este formato para facilitar en gran medida la forma que tenemos de conectar cualquier tipo de dispositivo. En general la capacidad que tiene este conector de evolucionar es extremadamente grande, por lo que tan solo nos queda esperar para conocer cuales serán las próximas medidas que se tomarán para tratar de convertirlo en la conexión universal por defecto de cualquier dispositivo.