Desde hace muchos años siempre se ha dicho que los mejores bloques eran los de metal macizo, principalmente porque se conseguía menos temperatura en la CPU o GPU y luego además por una razón de seguridad. Y es que los bloques antiguamente cuando venían en formato «clear», es decir, en plexiglass, siempre tenían la mala fama de que podían romperse o producir fugas. Y aunque era sabido por muchos nunca nadie se preguntó, ¿por qué se raja el plexi o los acrílicos en los bloques?
Hay dos explicaciones que van unidas de la mano para comprender por qué eso ya casi no pasa en refrigeración líquida custom. La primera son los materiales empleados, mientras que la segunda va en dirección al propio usuario.
El uso de acrílicos extruidos, la manera de mantener estética y ahorrar costes
El acrílico extruido con un mecanizado deficiente es el principal culpable del agrietamiento en las piezas de refrigeración por agua custom. El acrílico extruido es un material de bajo costo y fácil de hacer, por eso que casi todas las empresas de refrigeración por agua lo han estado utilizando durante años para ser más rentables u ofrecer productos más baratos para eliminar competencia.
Pero el plexi/acrílico extruido no es apropiado para piezas de refrigeración líquida, ya que es propenso a sufrir tensiones y fracturas debido al mecanizado y la expansión / contracción durante las fluctuaciones de temperatura y la exposición a líquidos.
Pero es que hay más, ya que los bloques de plexi/nailon moldeados por inyección (la gran mayoría de los bloques actuales los incluyen) presentan desventajas similares, incluida una variación de expansión de +/- 10% y una alta retención de líquidos, todas fuentes de estrés.
Este es el principal motivo de por qué desde el punto de vista de los materiales, podemos sufrir grietas o directamente rotura de los acrílicos usados. Vamos ahora a conocer el punto desde el usuario.
Una mala praxis, principal problema que es posible evitar con el plexi
Las torsiones y los cambios de temperatura como ya hemos visto afectan a un material tan débil como los acrílicos, pero si además lo combinamos con la concepción errónea de: a mayor presión menor posible fuga, entonces tenemos un cóctel preparado para explotar, literalmente hablando.
Es decir, el concepto de apretar al límite es usado por muchos pensando que es lo correcto, pero la realidad es que cualquier racord que instalemos ya trae una junta tórica que evita precisamente la fuga del líquido y bastará con apretar el mismo de forma firme, nada más.
Con esto será más que suficiente para estar seguros, el acrílico no sufrirá en exceso y así evitaremos desde grietas en telaraña, hasta roturas, fisuras y demás. Sabiendo ya esto nos podríamos preguntar sobre qué tipo de acrílico es el que tenemos que buscar en un bloque de refrigeración líquida. El correcto o por lo menos el más duro, es el acrílico fundido, ya que es tan duro que lo usan hasta en acuarios como sustituto del cristal, por lo que tiene que aguantar presiones enormes.
De hecho, es tan fuerte, que es más duro que el acetal y casi irrompible, el problema lógicamente es que es más caro de fabricar y los bloques disparan un poco su precio.