¿Cómo es un procesador por dentro? Así se ve al microscopio

¿Cómo es un procesador por dentro? Así se ve al microscopio

Rodrigo Alonso

Frecuentemente hablamos de procesadores, posiblemente el elemento número 1 en el mundo del hardware. Hablamos de sus núcleos, su litografía y los millones de transistores que contienen en su interior, y seguramente ya hayas visto muchas obleas (wafer) con los chips pero, ¿alguna vez has visto una CPU de verdad por dentro? En este artículo te vamos a mostrar, a vista de microscopio, cómo es un procesador en su interior.

Para poder ver un procesador al microscopio y saber qué tiene por dentro, primero es necesario «destruirlo». Esto es partirlo en trozos pequeños que se puedan introducir en la bandeja de un microscopio de electrones, el único lo suficientemente preciso como para alcanzar a ver los transistores, que es el objetivo.

¿Cómo es una CPU por dentro?

En el vídeo que ponemos a continuación, cortesía de LaughsMicroscopically, utilizan un procesador Intel Celeron D320 de un solo núcleo a 2,3 GHz y con 73W de TDP, fabricado en el año 2004 con litografía de 90 nanómetros. Hay que tener en cuenta que con la tecnología actual se necesitaría equipamiento muchísimo más potente para poder sacar imágenes a alta resolución de los transistores que se emplean a día de hoy, motivo por el que se ha usado un procesador con una litografía tan «grande», pero que aun así nos permite ver realmente cómo es un procesador de verdad por dentro.

Como podéis ver en el vídeo y como ya hemos dicho, primero parten el procesador en piezas pequeñas que puedan adaptar al microscopio, y luego van acercando el zoom para ir viéndolo cada vez más de cerca. Aquí podéis ver uno de los fragmentos antes de que el zoom empiece a hacer su función. Una imagen así la podríamos conseguir con un microscopio «doméstico» de unos 200 aumentos. La pieza que se ve tiene, de arriba a abajo, 1,668 mm.

Fragmento CPU por dentro

Según se va acercando la imagen podemos ver con mayor claridad la circuitería y las conexiones internas. Huelga decir que un procesador moderno es bastante más complicado que este Intel Celeron fabricado en 2004, pero no deja de ser interesante ver cómo, al haberlo partido literalmente, podemos ver las diferentes capas de las que se compone.

CPU por dentro

En esta imagen ya se empiezan a ver perfectamente los transistores, y fijaos que la resolución ya es de 3.500 aumentos, mostrando piezas de 30 micrómetros.

CPU 3500 aumentos

Con 35.000 aumentos ya podemos ver perfectamente las puertas lógicas de los transistores. En la misma imagen ya nos están indicando que el grosor de éstas es de 196.6 nm, y en la parte de abajo podéis observar, en la leyenda, qué distancia son 3 micrómetros en comparación.

Procesador 35k aumentos

Os recomendamos en todo caso ver el vídeo completo, porque a continuación muestran algunas imágenes adicionales de cómo es una CPU por dentro, y además tiñéndolas de color para poder diferenciar de mejor manera sus partes.

Resulta curioso el hecho de que, aunque cuando Intel y AMD nos hablan de millones de transistores en el interior de sus procesadores, en realidad éstos no son todos iguales como pudiera darse a entender, y la prueba la encontramos en este vídeo que nos muestra que hay diversas formas y conexiones entre ellos en su interior. El motivo de esto no es otro que el hecho de que no todas las puertas lógicas tienen la misma función, y es que cada procesador es capaz de ejecutar ciertas instrucciones porque es físicamente capaz de ello, ni más ni menos.