El factor dominante en la actualidad dentro del mundo de la refrigeración es a un mayor número de aletas por mm2. Esto supone una mayor restricción que los ventiladores deben superar para mejorar las temperaturas del componentes refrigerado en cuestión. El problema es que no hay una vara de medir óptima que encuadre restricción con presión estática, por lo que los usuarios se pierden al intentar comprender que necesitan y sobre todo, ¿cuánta presión estática es necesaria para un ventilador?
El número de modelos de disipadores y radiadores es cada vez más grande. Las mejoras llegan con cuentagotas es cierto, pero eso no impide que cada poco tiempo se lancen productos nuevos con ellas y se modifique desde el número de aletas, como su disposición, forma, altura, grosor y muchos más parámetros como la soldadura a los tubos o heat pipes.
Es por ello por lo que no hay una guía de optimización de presión estática general, ¿cómo recomendar qué es lo correcto ante tantas combinaciones de disipadores, radiadores y ventiladores? Vamos a poner un poco de luz en este tema mediante algunas directrices.
Rendimiento vs sonoridad vs precio
Es el primer tema a tratar antes de meternos en faena. Tenemos que tener claro que un ventilador puede estar enfocado para tres usos distintos: introducir o sacar aire del chasis, refrigerar un radiador o disipador y por último ser un ventilador que intente combinar ambas.
Cada tipo de ventilador tendrá un rendimiento distinto dependiendo de donde se coloque, una sonoridad mayor o menor por los mismos parámetros y sobre todo precios totalmente dispares. Los ventiladores que solo necesitan mover aire mueven mucho flujo (poca presión estática), necesitan pocas RPM, su sonoridad es muy baja y su precio también es más reducido.
Por contra y lógica, los ventiladores de alto rendimiento tienen gran presión estática, poco flujo, altas RPM y sonoridad mayor. Esto supone que un ventilador para mover aire no va a ser usado en radiadores o disipadores y viceversa por motivos obvios, pero ¿cómo diferenciarlos?
Lo ideal sería ver su gráfica P/Q, pero como casi ningún fabricante la ofrece tendremos que quedarnos con los valores clave y aquí es donde engancharemos con el tema principal del artículo.
¿Cuál es la mínima presión estática que necesitamos?
Como en todo, tiene que haber un valor mínimo que podamos hacer un estándar entre la comunidad, y el principal valor que hay que buscar es precisamente la presión estática. Ventiladores que muevan mucho flujo tendrán presiones estáticas muy bajas y al revés encontraremos ventiladores con mucha presión estática y poco flujo a mismas RPM.
Es decir, estos dos valores son inversamente proporcionales: el valor de máxima presión de un ventilador corresponde a su flujo cero, y el valor de máximo flujo dará como resultado cero presión estática.
Por lo tanto, y teniendo esto muy claro, necesitamos conocer la restricción mínima para discernir la presión estática más baja recomendada y aquí entra un factor más en juego: los FPI o fins per inches, traducido como aletas por pulgada.
Simplemente tenemos que saber que cuantas más aletas por pulgada tenga un disipador o radiador, más restricción al paso del aire genera. El problema es que los disipadores no suelen ofrecer este valor porque es muy bajo, mientras que en los radiadores es un factor diferencial para el rendimiento, ya que un mayor número de FPI significa tanto mayor restricción como mayor rendimiento.
Por lo tanto, vamos a tener dos valores mínimos de presión estática:
- Presión estática mínima para disipadores, incluidos los más densos en FPI.
- Presión estática mínima para radiadores.
En el primer caso se requiere realmente muy poca para vencer, por norma, las restricciones de estos, y por ello se habla de un valor de 1 mmH2O como media. Esto debe ser más que suficiente no solo para hacer que el aire fluya sin problemas, sin generar demasiado ruido por la restricción y además nos permitirá sacar algo más de rendimiento del disipador frente a otros ventiladores con menor presión.
En el caso de los radiadores el requerimiento aumenta. La densidad de aletas es bastante superior y estas son mucho más pequeñas, dejando huecos menores entre ellas, lo que dificulta el paso del aire. Por lo tanto, la presión estática mínima sube hasta los 1,5 mmH2O para cualquier ventilador que se precie y teniendo en cuenta que podemos ir desde los 11 FPI hasta los 30 FPI que hay en la actualidad.