Cuando hablamos de memoria RAM orientada al usuario, como bien sabréis podemos encontrarla en dos formatos: DIMM, el formato que utiliza la mayoría de PCs de sobremesa, y SO-DIMM, una versión reducida de la anterior orientada a portátiles y mini PCs por su tamaño más pequeño. Pero cuando hablamos en términos de rendimiento, ¿sale perjudicada la SO-DIMM por su menor tamaño?
Las diferencias físicas entre la memoria DIMM y la SO-DIMM son más que evidentes. Si nos cernimos a la actual generación, DDR4, los módulos de memoria RAM DIMM tienen 288 pines y son bastante más alargados, con 133,35 mm de ancho. Por su parte, los módulos de memoria DDR4 en formato SO-DIMM son mucho más pequeños, con solo 67,6 mm de ancho (justo la mitad) y tienen 260 pines, mucho más estrechos y juntos.
Esta diferencia física, y especialmente la estrechez de los pines de conexión y el menor número de ellos, pueden llevarnos a pensar que la memoria SO-DIMM siempre va a tener menor rendimiento que la memoria DIMM pero, ¿es esto así?
Memoria RAM DIMM y SO-DIMM, ¿hay diferencia de rendimiento?
La respuesta es que no, no hay diferencias de rendimiento en igualdad de condiciones. Esto significa que, si tomamos como ejemplo un módulo DIMM DDR4 a 3000 MHz y latencias CL18 y un módulo SO-DIMM DDR4 a 3000 MHz y latencias CL18, el rendimiento será teóricamente el mismo, y además lo sería de manera exacta si fuera posible probar ambos módulos en la misma placa base.
El problema y la diferencia de rendimiento entre los dos formatos estriba meramente en las limitaciones de los módulos SO-DIMM. Como hemos denotado antes, éstos son más pequeños, con menos pines de conexión y además más estrechos y juntos. Esto hace que las limitaciones eléctricas sean más pronunciadas, y prueba de ello es que en la actualidad los módulos SO-DIMM más rápidos y con mejor rendimiento que podemos encontrar funcionan a 4.000 Mhz, mientras que en formato DIMM podemos encontrarlos a 4.600 Mhz e incluso más.
De igual manera, una diferencia relacionada con el rendimiento que podemos encontrar radica en la estabilidad. Con las memorias DIMM los fabricantes tienen mayor margen de maniobra para instalar mejores disipadores o PCB de más capas, mientras que con el tamaño del formato SO-DIMM están mucho más limitados a este respecto y, por lo tanto, no pueden ofrecer la misma estabilidad, especialmente cuando hablamos de overclock.
En la época en la que vivimos, con los portátiles y los mini PCs de alto rendimiento (incluso gaming) en pleno auge, no debe echarnos para atrás el rendimiento de su memoria RAM en ningún caso, ya que ésta será tan rápida y eficaz como lo es la memoria RAM de PC de sobremesa.
Así pues, ya lo sabéis: a igualdad de condiciones, no hay diferencia de rendimiento (teórico) entre módulos de memoria RAM DIMM y SO-DIMM, pero el problema es que es bastante complicado para los fabricantes el poder igualar las velocidades y latencias que son capaces de ofrecer en formato DIMM debido a las limitaciones que tienen con respecto al tamaño de los módulos SO-DIMM. En todo caso, las mayores diferencias radican en la velocidad máxima de fábrica y la estabilidad, algo directamente relacionado con la capacidad para el overclock.