Las tecnologías de los discos duros convencionales están de actualidad, debido a que los principales fabricantes están lanzando en este 2020 sus nuevos modelos de HDD. Pero una parte importante de estas novedades se ha basado en una tecnología que ha tenido gran controversia a lo largo de los años y que, de hecho, sigue teniéndola. Hablamos de CMR, una técnica que tuvo sus detractores, pero ¿por qué tanto debate?.
Para entender todo el problema de CMR hay que remontarse a otra tecnología que curiosamente es totalmente compatible y de hecho, podríamos decir que incluso fue absorbida por la primera. Nos referimos a PMR, una tecnología que llegó antes y que de forma muy curiosa mantuvo su nombre a pesar de dejar de existir como tal.
CMR sí o CMR no, cada fabricante opta por una cosa distinta
CMR es el acrónimo de Conventional Magnetic Recording y por suerte o desgracia no se entiende en la actualidad sin nombrar a PMR. Y es que muchos fabricantes cuando hablan de una tecnología hablan indirectamente de la otra y viceversa.
El problema está, no solo en el tiempo desde un concepto temporal o en línea de tiempo, sino en el hecho de que, erróneamente y por pura ambigüedad, ambas tecnologías se solaparon y cada fabricante optó por denominar a sus HDD con uno u otro término.
PMR es la técnica que permite la grabación magnética perpendicular en los platos de un HDD, lo cual mejoró la densidad, pero al mismo tiempo, las compañías estaban trabajando en una aplicación de otra tecnología que conseguía un efecto similar, pero de otra forma totalmente distinta.
Con PMR, en vez de grabar las pistas de forma horizontal se hacía de forma vertical, ahorrando espacio físico en el plato y con ello se aumentaba la densidad. CMR por el contrario buscaba reducir el cabezal de escritura al mínimo que la pista magnética pudiese ser grabada, lo cual también permitía una mayor densidad.
Dos formas distintas de llegar a un mismo objetivo
Curiosamente, ambas tecnologías fueron llevadas en paralelo, como si de una disputa de patentes se tratase para ver cual se impone finalmente. El resultado final y de donde surge el debate es que ambas fueron implementadas en todos los discos duros de la época y actuales, pero esto fue posible debido a que ambas eran compatibles.
Lo que se logró por entonces era grabar magnéticamente y de forma perpendicular los datos con PMR y al mismo tiempo reducir el cabezal de escritura al mínimo para la pista grabada. Esto permitía lógicamente reducir la zona de escritura al mínimo posible y ganar densidad por plato, por lo que fue recibido con los brazos abiertos, pero …
El problema es que PMR dejaba a los lados de la pista un espacio de protección para evitar que se sobreescribiera la información con la pista continua, lo que no era muy óptimo desde el punto de vista de la capacidad aunque se había mejorado con estas dos tecnologías y por bastante.
Por lo tanto, y entrando un tercer factor en juego, los fabricantes no sabían exactamente si llamar a sus discos por PMR o CMR, ya que el estándar terminó siendo usar a ambas. Unos terminaron llamándolo por la primera y otros por la segunda, hasta que llegó SMR.
¿Es realmente SMR la solución al problema?
SMR sí podía sobreescribir las pistas adyacentes de manera que luego fueran reescritas, un proceso bastante complicado y que hacía más lentos a los HDD, pero que aumentaba su densidad y con ello su capacidad. Esto no era lo buscado en un principio y la industria se mostró recelosa ante cómo podrían reaccionar los servidores y centros de datos, ya que debido a la ingente cantidad de datos que se consumen exponencialmente al año y en plena subida, se podía invertir en una tecnología que luego no fuese aceptada.
Finalmente y a modo distintivo una vez llegado SMR, lo que se optó como norma no escrita fue que PMR era la tecnología primigenia de donde partían tanto CMR como SMR, aunque algunos fabricantes debido a que primaron y apostaron más por CMR y su avance no lo reconocen como tal, por ejemplo, Western Digital.