En los últimos tiempos, son muchos los fabricantes que están lanzando al mercado cajas para PC con diseño de dos cámaras separadas, algo que según afirman fomenta la refrigeración, pero en muchos casos parece más una cuestión estética que otra cosa. En tal caso, ¿sirve para algo este diseño dividido en dos cámaras, o simplemente es para «esconder» los componentes menos atractivos y los cables?
Cuando hablamos de cajas para PC con diseño de dos cámaras, nos referimos a las dos variantes que hay: por un lado, están las que tienen un extra de ancho y dividen completamente en dos la caja, dejando a un lado la placa base y sus componentes y en otro la fuente de alimentación, discos duros y cableado. Por otro, también las que tienen un diseño convencional pero que dividen la zona inferior, aislando la fuente y los discos del resto de componentes.
Una cuestión de estética
Si hablamos de estética, este tipo de cajas suelen tener el lateral izquierdo transparente, generalmente de cristal templado, para poder ver todos los componentes internos. Claro que con su diseño de dos cámaras, los componentes que se ven son únicamente la placa base, memoria RAM, disipador y tarjeta gráfica, dejando escondidos la fuente de alimentación y los dispositivos de almacenamiento.
Con este tipo de diseño se pueden montar equipos asombrosos estéticamente hablando, con todo perfectamente ordenado y fomentando una iluminación RGB que le da un toque personal al sistema haciendo que luzca impresionante. Ya cómo quede la otra zona da igual porque no estará a la vista, ¿verdad?
En las cajas con dos cámaras, superior e inferior, esta cuestión estética es todavía más importante porque lo que estamos haciendo es literalmente ponerle una tapa a la zona inferior, haciendo que la fuente de alimentación y los racks para discos duros que den fuera de la vista. Este tipo de cajas, sin embargo, mantienen la zona trasera de la placa base con espacio para la canalización de cables, igual que las cajas convencionales.
¿Y en términos de rendimiento?
Aquí encontramos tanto ventajas como inconvenientes. Ya hemos hablado de la mejor estética, que sin duda es una ventaja en los dos casos, pero ¿qué pasa con el rendimiento?
En las cajas con dos compartimentos separados verticalmente, por norma general la fuente y los discos duros se quedan sin refrigeración activa de los ventiladores de la caja. Estamos mejorando las temperaturas de la placa base, disipador, RAM y tarjeta gráfica porque no tienen los discos duros o la fuente echándoles calor, pero por el contrario, estamos haciendo que éstos componentes empeoren sus temperaturas, por lo que es contraproducente.
Están más bien pensadas para utilizar solo SSDs, que apenas se calientan (y los que se calientan son los M.2 que van a la placa base y están al otro lado), y generalmente como en el caso de la Corsair Crystal 680X, tienen una buena rejilla de ventilación para que la fuente de alimentación no tenga problemas de temperatura, por lo que se evita esta desventaja. A cambio, tienen un enorme espacio para canalizar cables y, además, aíslan del ruido generado por los discos y la fuente ya que éstos quedan «aislados».
En las cajas con el compartimento inferior tapado no estamos consiguiendo nada de esto. Los componentes siguen estando ahí pero tapados, así que nos sigue afectando su ruido de igual manera y, sin embargo, será más propenso a generarse bolsa de aire caliente ahí incluso aunque sí haya un ventilador metiendo aire fresco del exterior (que no es lo normal).
Así pues, la realidad es que con las cajas con diseño de dos cámaras estamos consiguiendo una mejor estética y, sí, una mejor refrigeración pero solo en algunos de los componentes, dejando que otros queden un poco más expuestos a las temperaturas que generan.