Uno de los problemas que enfrenta AMD con su arquitectura desde tiempos remotos es el hecho de que producen bastante calor. No importa el disipador usado o la refrigeración que tenga, siguen siendo por norma más calientes a misma gama que su rival directo en NVIDIA. Por suerte, AMD ha tomado cartas en el asunto y ahora permite una mejor optimización de la temperatura y el consumo, además sin la necesidad de programas externos. ¿Cómo lo ha hecho?
Los problemas de consumo de AMD frente a NVIDIA son un hecho ya contrastado durante años. La arquitectura de NVIDIA incluso a peor proceso litográfico es más eficiente que la usada en AMD.
A esto hay que sumarle otro hándicap más, y es el hecho de que las SKU en BIOS no vienen tan optimizadas como las de su rival, por lo que el margen de voltaje y frecuencia es bastante mejorable.
Navi ha dado un paso adelante en este sentido como arquitectura, pero el resto es muy mejorable y AMD debe seguir trabajando en ello. Entre tanto, ofrece la opción de ajustar el voltaje según la frecuencia de forma automática o manual en sus nuevos drivers.
Así podemos reducir la temperatura de nuestra GPU en solo un clic
Para lograr esto tendremos que tener instalados los últimos drivers de AMD en nuestro PC, donde tras reiniciar el sistema procederemos a ingresar a dicho driver. Una vez dentro nos dirigiremos a la pestaña «Rendimiento», la cual se encuentra en la parte superior de la ventana.
En esta pantalla veremos todos los ajustes de monitorización que nos permite el driver, pero no es aquí donde queremos ir. Tendremos que hacer clic en el botón «ajuste».
Una vez dentro tal y como se muestra en la imagen, tendremos que hacer clic en el botón que pone «bajar voltaje de la GPU».
Al pulsarlo tendremos una pequeña ventana emergente en el centro que nos avisará sobre los problemas de realizar este tipo de práctica, ya que aunque el ajuste debe ser correcto, la bajada podría ser muy pronunciada ofreciendo a cambio inestabilidad en el sistema.
Aceptando dicho mensaje el proceso comenzará mostrando la siguiente pantalla de carga.
Solo tendremos que esperar a que termine la calibración de dicho voltaje para que nos ofrezca el resultado final.
En nuestro caso, el ajuste automático nos rebaja el voltaje a 984 mV, algo que no veremos hasta que pongamos la GPU bajo carga o estrés. En cualquier caso, el perfil quedará activado como se puede ver en la siguiente imagen.
El voltaje reducido solo se aplicará en carga, manteniendo el voltaje idle sin cambios
Si entramos en cualquier juego o test y monitorizamos los parámetros de nuestra GPU, veremos que efectivamente el voltaje aplicado como máximo no supera el que el propio driver ha seteado, da igual con que software lo comprobemos.
Como vemos, el voltaje máximo para la tarjeta ahora se queda en 0,987 voltios, lo cual no afecta a la frecuencia final, ya que de stock alcanza el mismo valor.
La diferencia de voltaje en nuestro caso es de 0,05 voltios, lo cual supone 9 vatios menos de consumo y dos grados menos de temperatura con bloque de agua incluido.
Además, la frecuencia incluso puede escalar algunos MHz extra por todo lo dicho, siempre hablando de stock. Evidentemente, la diferencia de rendimiento es ínfima, por no decir despreciable, ya que hablamos de menos del 1% en casi todos los casos.
Así que es una gran medida para ayudar a mantener el consumo y la temperatura a raya de una forma sencilla.