Siempre es importante realizar mantenimiento en nuestras componentes y, sobre todo, en los disipadores del procesador y tarjeta gráfica. Muchos usuarios, para refrigerar la CPU, optan por utilizar sistemas de refrigeración líquida todo-en-uno (también conocidas como RL AIO). Te vamos a explicar si para este tipo de refrigeraciones líquidas AIO es necesario o no rellenar el líquido.
Una refrigeración líquida premontada, no es más que una versión simplificada de los sistemas personalizados. Aquí tenemos el deposito, la bomba y el radiador ya montados en un formato compacto y sencillo de instalar. Se enfocan en usuarios sin presupuesto para sistemas custom (bastante caros) o para quienes no se quieren enfrentar a las dificultades y complejidades de montar un sistema personalizado.
Sencillez de montaje y mantenimiento
Las dos principales características de los sistemas RL AIO son que se montan en unos minutos y el mantenimiento es rápido. Estos son los atractivos de estos sistemas frente a los denominados Custom, más complejos de montar y mantener. Los sistemas personalizados requieren de ciertos conocimientos técnicos, ya que todas las partes vienen por separado. Además, el proceso de llenado es algo complejo, ya que se debe llenar el circuito y purgar.
Un sistema ya previamente ensamblado reduce la cantidad de elementos a la mínima expresión. La bomba se instala sobre la parte en contacto con el disipador y se une directamente al radiador. Aquí no hay deposito, ya que el sistema incluye la cantidad de liquido necesaria para que funcione correctamente y el líquido circule.
Aquí el mantenimiento se reduce a la mínima expresión. Simplemente se deben limpiar de polvo los ventiladores y el radiador para una correcta refrigeración. No son necesarias otras tareas de mantenimiento, aparentemente.
Pero, estos sistemas presentan un gran problema y reside, precisamente, en la falta de deposito. Esto impide realizar un correcto mantenimiento y que el sistema funcione como debería.
Problema con el líquido refrigerante
Como hemos comentado, una refrigeración líquida todo-en-uno son sistemas ya montados y ensamblados por un fabricante. Todo esta pensado para que el usuario no tenga que hacer nada más que montarla. Su construcción simplificada es, precisamente, el mayor de sus puntos débiles.
Aunque no lo creas, existe una evaporación del líquido de dentro de estas refrigeraciones. No veras un goteo de líquido ni nada similar, simplemente es un proceso de capilaridad. Por los poros de los tubos, principalmente, se evapora una parte del líquido. Este es un proceso muy lento, pero constante, que dependerá en gran medida del uso dado al sistema. Cuanto mayor sea el uso del procesador y temperatura alcance, mayor será este proceso.
Un usuario con un sistema de RL Custom verá este proceso de manera sencilla. Vera como su deposito va menguando con el paso del tiempo y podrá establecer medidas correctivas, como rellenar el deposito. Pero, para quienes tienen una RL AIO la cosa es mucho más complicada.
Habitualmente los sistemas todo-en-uno suelen ser opacos, vamos, que no vemos el líquido. Esto lo primero que nos impide es saber el nivel de líquido que queda en el sistema, por lo que tenemos un primer problema. Seguidamente, si la cantidad es demasiado baja, se generarán burbujas que dificultaran la refrigeración correcta del procesador. Incluso, podrían llegar a romperse la bomba en caso de esta tener que hacer un gran esfuerzo por la falta de líquido.
Llegados a este punto, entendemos que de manera periódica hace falta un rellenado de líquido, pero, ¿es esto posible?
¿Se puede rellenar una RL AIO?
Pues la respuesta rápida y sencilla es que es IMPOSIBLE rellenar una refrigeración líquida todo-en-uno. No se pueden rellenar, sencillamente, porque están desarrolladas precisamente para que no se pueda realizar este proceso sencillo de mantenimiento. Es un mecanismo de los fabricante para que cada cierto tiempo la tengas que cambiar por una nueva.
Ahora, llegan los matices. Realmente si que podríamos rellenar una refrigeración líquida de este tipo, pero no es algo precisamente sencillo. Lo primero es que, prácticamente, tendríamos que destrozarla. Algunas permite quitar la placa de cobre que toca con el procesador y por ahí, podríamos rellenarla. Lo más probable en este caso que no selle correctamente de nuevo, exista un leve goteo y al final muera el ordenador.
Otra opción sería cortar los tubos o tratar de quitarlos. Este proceso puede terminar con la refrigeración líquida rota e inservible, ya que no están pensados para ser retirados. Además, también existe la posibilidad de que las uniones tengan defectos y se generen leves goteos, por lo que tenemos otro problema añadido.
En resumidas cuentas, debido a su diseño y construcción, rellenar una RL todo-en-uno es bastante inviable y conlleva más riesgos que beneficios. Sería tan fácil como añadir un tapón de llenado, es más, hace años algunos modelos lo incluían, pero hoy ya no se agrega para obligar cada cierto tiempo a tirarla e instalar una nueva.
El tipo de refrigeración líquida AIO influye
El rellenar el líquido refrigerante, como hemos comentado antes, depende del tipo de AIO que tengamos. Si es un sistema hermético, no debemos preocuparnos por el líquido, pero si no lo es y, en cambio, tenemos una AIO con depósito incluido y accesible, entonces el fabricante cuenta con todos los factores anteriormente descritos en el mal sentido.
¿Significa eso que es de menor calidad? No tiene por qué, pero debemos tener clara una cosa: todos los sistemas de refrigeración líquida tendrán permeabilidad y volatilidad, sin excepción. No importa que sea hermético o abierto, AIO o custom, todas lo sufren, es inevitable.
Entonces, ¿por qué decimos que en una AIO hermética podemos estar tranquilos? Porque los grados de permeabilidad y volatilidad son ínfimos. Son sistemas que parten del hecho de que no van a ser abiertos en muchos años, los materiales, sellados y líquido son diseñados para tal fin, por lo que pasará tanto tiempo funcionando sin problemas como queramos.
¿Cuánto? Pues depende del fabricante y modelo en concreto, por supuesto, pero con las garantías que están dando actualmente muchos fabricantes, es más que probable que funcionen durante casi una década sin problemas. No obstante, los problemas de permeabilidad y volatilidad se darán a cada segundo tras su llenado en fábrica y comenzaremos a notar su presencia cuando una vez instalada la AIO y ya pasados varios años, se escuche el líquido circular por el sistema, o burbujas de aire moverse por el mismo.
Si esto ocurre no hay que alarmarse ni mucho menos, sobre todo si hemos movido vertical u horizontalmente el PC. Si el PC no se ha movido, entonces estamos ante el primer síntoma de permeabilidad, lo cual insistimos es totalmente normal, ya que no hay sistema 100% hermético y menos a los precios a los que se ofrecen estas AIO. Simplemente tendremos que tener un ojo sobre el ruido que haga el líquido al pasar por la bomba, el cual se irá al poco tiempo. Sabremos que es el momento de cambiar de AIO cuando el rendimiento caiga y el sonido del aire en el circuito sea muy apreciable.
Durabilidad de una refrigeración líquida todo-en-uno
Podemos decir que todos estos sistemas de disipación de calor tienen fecha de caducidad. No hay una fecha concreta, ya que depende del uso que le des a tu ordenador. Todo depende de la cantidad de horas que juegues o estreses el procesador y este trabaje a temperaturas elevadas. Esto hace que esa micro evaporación se agrave y la cantidad de líquido perdida sea elevada.
Son muchos los usuarios que a partir de los dos años (aproximadamente) reportan temperaturas del procesador más elevadas de lo habitual. Algunos las tienen funcionando 5 años sin mayores problemas. Los factores de uso y calidad de materiales son críticos en este sentido.
Lo cierto es que la durabilidad es muy inferior a un disipador de bloque de cobre y aletas de aluminio. Aquí la estructura no sufre daños y la podemos usar por décadas sin problemas. Como mucho, tendremos que cambiar el ventilador una vez, por haberse desgastado el rodamiento. El coste de un ventilador ronda los 20 euros, así que el coste del cambio es bajísimo.
Cierto que una RL AIO es preciosa, queda muy bonita y ahora todas llevan iluminación en el bloque sobre el disipador. Algunas llevan un sistema de tipo espejo muy bonito que da un efecto espectacular. Ahora bien, debes conocer los riesgos de este tipo de sistemas.
Montaje normalmente incorrecto
Una de las ventajas competitivas frente a otros sistemas es que se monta en minutos. Pero, muchas veces por desconocimiento o falta de información del fabricante se montan de manera incorrecta. Esto lo que provoca es un mayor deterioro de la misma, sobre todo de la bomba, que se debe esforzar más en empujar el líquido.
El problema de montaje normalmente se suele dar cuando la RL AIO se instala o bien en el frontal o en la parte trasera. Son muchos los usuarios que montan el radiador con los tubos hacía el techo de la caja, justo al revés de como debería ser. Lo que se provoca es que, por gravedad, el líquido quede en el fondo y se requiera más fuerza de empuje por parte de la bomba para mover el líquido.
Instalarla con los tubos hacía la parte inferior de la caja tampoco es lo más optimo, pero esta mejor. No se requiere tanto impulso para mover el líquido, ya que la gravedad lo lleva hacía el tuvo que devuelve el líquido hacía el bloque del procesador. Es una mejor manera, pero no la optima.
La mejor manera de instalarlo es en la parte superior de la caja con una ligera inclinación. Se establece como instalación optima esta y que los tubos estén algo por debajo de la horizontal del disipador para facilitar el flujo de líquido.
Aunque, en todos los casos, la evaporación lenta y constante del líquido puede terminar generando problemas.
