Como todo dispositivo electrónico que tenga un sistema de refrigeración activa (ventiladores), las consolas terminan absorbiendo polvo a su interior y llega un momento que hacen mucho ruido, o incluso que tienen problemas de sobrecalentamiento. En este tutorial vamos a enseñarte cómo limpiar una Xbox One (o Xbox One S) por dentro de manera segura para que no haga tanto ruido y, a la vez, prolongues su vida útil.
Antes de empezar, debes tener en cuenta que para poder acceder a limpiar el interior de tu Xbox One deberás abrirla y, por lo tanto, se anulará la garantía. Por lo tanto, te recomendamos que solo lo hagas si la consola ya tiene más de dos años y por lo tanto no está en garantía y, en todo caso, que realices este procedimiento bajo tu responsabilidad, ya que siempre existe la posibilidad de que algo salga mal y la consola se averíe.
Materiales necesarios
El proceso es bastante sencillo y tan solo te llevará unos minutos si tienes un poco de maña y las herramientas necesarias preparadas previamente, así que vamos a ver qué es lo que necesitarás:
- Paño de micro fibra.
- Es recomendable un bote de aire comprimido.
- Un destornillador plano grande, o una herramienta de plástico duro con una cara plana.
- Un destornillador Philips (de estrella) mediano.
- Un destornillador Torx T9.
Te recomendamos el Toolkit esencial de iFixit para esta tarea, ya que salvo el paño de micro fibra tiene todo lo necesario para poder abrir la consola (y por supuesto podrás sacarle más utilidad para cualquier otro tipo de tarea con electrónica).
Cómo limpiar una Xbox One o Xbox One S por dentro
El primer paso es como es lógico apagar la consola y desconectar todos los cables. Es recomendable que, previamente, hayas sacado cualquier DVD que tuvieras dentro para evitar posibles problemas. Es recomendable trabajar con la consola sobre una superficie lisa (como una mesa) para que todo sea más sencillo (con esto queremos decir que no te pongas en el sofá con la consola encima de las rodillas).
Hecho esto, el primer paso es retirar la cubierta inferior de la consola, y este es el paso más complicado porque Microsoft ha diseñado un cierre de tipo «clip de seguridad» aquí. Lo ideal es comenzar a trabajar desde el lado corto adyacente al conector de corriente, y desde ahí ir presionando los clips con un destornillador plano a la vez que levantas la cubierta con otro (o usando la herramienta del kit de iFixit).
Uno de estos clips de seguridad está bajo una pegatina, la cual tendrás que romper para poder acceder al mismo. Esta es una pegatina de garantía y si la rompes estarás anulando la garantía de la consola, motivo por el que al principio te indicábamos que el hacer este proceso anula la garantía de la consola.
Una vez retirada la tapa inferior de la consola verás una pieza metálica que cubre toda la superficie, con una buena cantidad de tornillos. Debes retirar con los destornilladores todos los tornillos pintados de verde, lo cual nos permitirá sacar todo el hardware interior de la Xbox One y separarlo de la carcasa de plástico exterior.
Una vez retirados los tornillos, da la vuelta a la consola y retira la cubierta superior nuevamente utilizando el destornillador plano y/o la herramienta de iFixit. Esta cubierta no puede retirarse sin haber quitado antes los tornillos.
Ahora que ya tenemos acceso al hardware interno de la consola, lo primero que debes hacer es retirar la cubierta metálica que cubre el ventilador y limpiarla con el paño de micro fibra.
Ahora ya tienes acceso al ventilador, y lo primero que deberías hacer es bloquearlo metiendo un destornillador para evitar que giren las aspas, ya que si las obligas a girar demasiado rápido estando la consola apagada podrías dañarlo. Hecho esto, procede a limpiar el ventilador con aire comprimido (con las aspas bloqueadas) y ayúdate del paño de micro fibra para dejar limpios tanto el ventilador como el disipador.
Una vez hecho esto y cuando ya estés satisfecho con la limpieza, debes seguir el proceso inverso para volver a montarlo todo: primero coloca la tapa metálica con la rejilla del ventilador, luego ancla la carcasa blanca de la parte superior, da la vuelta a la consola, vuelve a poner los tornillos, y por último vuelve a encajar la tapa negra de la base de la consola. Los pasos de anclar las dos tapas (superior e inferior) debes hacerlos con cuidado para que no se rompa ninguna pestaña de plástico, así que si no entra bien a la primera, no lo fuerces.
Ahora que ya tienes la Xbox One limpia, vuelve a conectarla y comprueba que funciona correctamente. Ahora debería hacer menos ruido y funcionar a una mejor temperatura con ello.
Mantén tu consola limpia el máximo tiempo posible
Hasta ahora te hemos contado los pasos que debes seguir para limpiar la Xbox One por dentro y que así haga menos ruido y funcione a una menor temperatura, pero lo ideal es no tener que llegar a hacer esto al menos durante bastante tiempo, por lo que una limpieza exterior constante y adecuada es lo más recomendable.
Por lo tanto, la recomendación es que limpies la consola por fuera así como el mueble o donde la tengas colocada con cierta regularidad, utilizando un paño seco y a ser posible sin producto para el polvo ya que podría ser nocivo para la consola. También es recomendable que no la coloques en espacios cerrados, ni cerca de radiadores o ventanas, y por supuesto no la coloques nunca en el suelo porque entonces se ensuciará por dentro con mucha facilidad.
Es imposible evitar que entre polvo al interior, pero si mantienes cierta higiene exterior retrasarás mucho el tener que abrir la consola para limpiarla por dentro. Si debemos hablar de periodos de tiempo, te diríamos que la limpieza exterior la deberías realizar al menos una o dos veces por semana, mientras que la limpieza interior sería más ad-hoc, es decir, cuando veas que la consola se calienta o hace mucho ruido.