El ruido es un problema que nos afecta a todos los usuarios de PC. Mantener un PC silencioso requiere o una planificación de los componentes previa al montaje y compra, o bien un desembolso de dinero que puede ser considerable gracias a sistemas como la refrigeración líquida custom. Aunque no hay «milagros» como tal en busca del llamado PC silencioso, sí podemos hacer varias cosas para mejorar la sonoridad de nuestro ordenador.
Máximo rendimiento con la menor sonoridad y buenas temperaturas, la eterna ecuación que se vuelve imposible si a ella le sumamos la variable del precio. Como hemos dicho, aquí no hay milagros, ni tan siquiera grandes trucos para optimizar a coste cero, pero sí podemos dar unas pautas simples para mejorar notablemente el sonido infernal que pueden hacer según qué PCs.
En todo caso debes tener en cuenta que cualquiera de estos consejos va a llevar alguna acción o esfuerzo por tu parte: no hay una tecla mágica con la que hacer que de repente tu PC deje de hacer ruido y se convierta en completamente silencioso, pero sí que hay métodos y trucos que te pueden ayudar, con un mínimo esfuerzo, a paliar el ruido que hace.
Control de PWM mediante la placa base
Todos los ventiladores que tengamos en el PC, si este es medianamente actual, deberían incluir o bien un conector de tres pines o bien PWM. A poco que nuestra placa base sea simplemente decente, permitirá una gestión inteligente de las RPM mediante su UEFI/BIOS.
Esto es importante, ya que un perfil correcto que suba las revoluciones según la temperatura nos ahorrará bastante ruido, sobre todo en idle. Si en cambio, nuestros ventiladores son con alimentación molex, lo ideal sería optar por cambiarlos para mejorar tanto la sonoridad como su control.
Activar los modos de ahorro de energía
La mayoría de usuarios siempre usa el modo equilibrado de Windows para sus PCs, donde los más exigentes podrían optar por el modo de alto rendimiento a costa de las temperaturas y sonido.
Pero el modo de ahorro de energía o «economizador» es una herramienta poco usada y conocida, pero que tiene importantes beneficios a largo plazo para nuestro PC silencioso. Los sistemas de energía de los procesadores se benefician mucho de este modo, reduciendo frecuencias y voltaje al mínimo posible y durante más tiempo.
Esto hará que tengamos una menor sonoridad en nuestra AIO o disipador. Lógicamente, existe una pérdida de rendimiento en ciertos escenarios, así que es posible que tengamos que activarlo o desactivarlo según nuestras necesidades.
Controlar los ventiladores de la tarjeta gráfica
Aunque no lo parezca, la tarjeta gráfica implica buena parte de la sonoridad del PC, sobre todo mientras jugamos. Un perfil de revoluciones por software es ideal para nuestro propósito, donde programas como Afterburner, GPU TweakII o similares son ideales para estos propósitos, ya que una vez creados, permiten ser guardados y aplicados directamente a cada inicio del sistema.
En GPUs AMD esto puede implicar no solamente menor sonoridad, sino incluso mejor temperatura, puesto que a veces y sobre todo en modelos de referencia, la calibración de la curva temperatura/RPM no es nada óptima, así que tocaría probar y optimizar manualmente.
Mejorar el sistema de ventilación interior del chasis
En refrigeración por aire es necesario un correcto movimiento del aire interior del chasis. Cada PC es un mundo, así que las reglas fijas no son aplicables por norma general en este apartado, pero sí tenemos que tener en cuenta una cosa que se aplica a todo: no es válido solamente introducir «aire frío» a los componentes, sino que es necesario sacar lo más rápidamente posible el aire caliente que generan.
¿Obvio? Puede, pero ahora mira a tu PC, ¿realmente evacua el aire caliente a la misma velocidad que introduce aire más fresco? La optimización del flujo es vital y quizás sea mejorable con un gasto mínimo en ventiladores o incluso sin ello, con solo cambiar el sentido de la circulación de ciertos ventiladores.
La optimización aquí es clave y puede que con poco ganemos mucho, ya que mejor temperatura en los componentes implica menor sonoridad en sus disipadores y ventiladores.
Instalar paneles de aislamiento
Una opción poco recomendable, útil, pero muy cara por norma general. Los paneles de aislamiento de fieltro bituminoso, ya sean específicos por modelo de torre o generalistas al corte son una opción que hace su trabajo, pero pueden resultar caros.
Además, se añade el hándicap del peso total del chasis y la habilitad del usuario para su instalación. Si nada de esto es un problema y hemos calculado bien todas las medidas, son una buena opción para reducir la sonoridad.