Los cables USB de los periféricos del PC, ¿fallarán con el tiempo?

Los cables USB de los periféricos del PC, ¿fallarán con el tiempo?

Javier López

No le echamos cuentas a la hora de comprar un dispositivo USB, ya que siempre nos centramos en las funcionalidades del mismo, que todo esté bien y que funcione correctamente. Pero con el paso del tiempo y del uso, de ciertas posturas que terminan cogiendo y otros factores ambientales, los periféricos comienzan a dejar de ser lo que fueron. ¿Podría fallar un cable USB pasados algunos años? ¿se deterioran los cables con el tiempo?

Aunque estamos hablando de periféricos por ser lo más común, lo que vamos a tratar a continuación puede extrapolarse sin ningún problema a cualquier cable que compremos para conectar cualquier dispositivo. Desde un smartphone, hasta un portátil, impresora, cámara o cualquier otro, todos van a cumplir una misma función: interconectar varios dispositivos entre sí y por ello se aplicará el mismo rigor para todos.

¿Los cables USB se deterioran con el paso del tiempo?

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Sí, los cables USB tienen como mala costumbre seguir los designios del tiempo y envejecer de forma irremediable. Ahora bien, hay que tener en cuenta que no todos los cables lo hacen al mismo nivel ni de la misma forma, entrando la calidad de los mismos en juego.

Los cables USB tienen una serie de características clave que de ello depende su supervivencia. En primer lugar, el número de hilos interior, donde irremediablemente van ligados el grosor de los mismos. Aunque no nos demos cuenta, un cable USB sufre un estrés continuo a la postura que le indiquemos, hasta que terminan tomando la forma.

Normalmente, el cableado interno del mismo es flexible y podríamos pensar que no sufre daños, pero no es realmente así y aquí entra en juego el segundo factor: la funda que los recubre. Dicha funda tiene otro factor clave, la flexibilidad y con ello ineludiblemente tenemos que hacer mención a la permeabilidad. Esto es importante sobre todo si vivimos cerca del mar.

A mayor flexibilidad mayor permeabilidad y con ello las partículas en suspensión, la humedad y por ende la oxidación entran en juego en la rigidez torsional del cable con el paso del tiempo. Todos habremos visto cómo un cable se vuelve más duro y más difícil de domar con los años y puede que termine fallando si el estrés de su postura ahora no es el normal.

Desgaste de contactos y recubrimientos en el cable USB

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Además de todo lo dicho que influyen al cable en su interior, tenemos que tener en cuenta sus extremos, donde se encuentran los conectores machos o hembras. Un buen cable llevará un buen recubrimiento y los mejores lo harán en oro. Dicho metal tiene una doble función: proteger de la corrosión y oxidación al conector y mejorar la señal del cable.

Está comprobado que un cable bañado en oro aguanta mucho mejor el paso del tiempo y por ello solo se realiza dicho paso en cables de gran calidad. El último factor a tener en cuenta para un cable USB es el de los contactos.

Los contactos sufren la parte más dura del propio cable por norma general. Tienen que estar limpios, sin ningún tipo de polvo y ser de gran calidad para enfrentar largos años de uso y conexión de datos o corriente. El enchufar y desenchufar continuamente dispositivos de un cable genera fricción y desgaste prematuro que terminan por crear una capa de material sobrante en el mismo que genera con el paso de los años una mayor resistencia.

Si esto ocurre lo ideal es cambiar de cable lo más rápidamente posible para evitar cortocircuitos en nuestros dispositivos, ya que a fin de cuentas un cable USB de calidad no suele costar demasiado dinero para el trato que normalmente reciben.

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