Los ordenadores de Apple tienen la buena reputación de durar durante muchos años, pero como cualquier componente de hardware al final llega un momento en el que toca renovarse o dejarlo morir. En este artículo te vamos a contar cuáles son los síntomas que te deberían hacer pensar en renovar tu Mac y cambiarlo por uno nuevo, actualizar su hardware o descartarlo y pasarte a Windows.
A pesar del excesivo precio que tienen los productos de la marca, como en todos los dispositivos electrónicos tienen cierta vida útil que, queramos o no, también depende del uso que le demos al dispositivo y de cómo lo hayamos tratado.
Cómo saber si es hora de renovar tu Mac
No es lo mismo tener un portátil fijo en un despacho que el estar viajando constantemente con él (ya que en este caso será más propenso a recibir golpes y roces, y estaremos dándole un mayor uso a la batería), así que vamos a ver cuáles son los síntomas que nos deberían hacer plantearnos el renovar un Mac.
Te quedas sin espacio en disco / poca RAM para lo que necesitas
Una de las mayores desventajas de los ordenadores de Apple es que son muy limitados en cuanto a hardware, y si quieres comprarlo con más RAM o más almacenamiento tienes que pasar por caja (antiguamente no era así, pero en los Mac actuales ya no tienes la posibilidad de ampliar la RAM o el disco fácilmente porque van soldados en placa).
Si en tu caso compraste en su momento un Mac con poca capacidad de disco, al ritmo al que crece el espacio que ocupan las aplicaciones y los documentos te quedarás rápidamente sin espacio.
Lo mismo sucede con la memoria RAM. Antaño era muy habitual que los equipos se vendieran con tan solo 4 GB de memoria RAM, una cantidad que a día de hoy es a todas luces insuficiente y más con el sistema operativo MacOS, que se «come» la RAM casi al mismo ritmo que Google Chrome.
Si tu Mac es de los antiguos es probable que puedas darle una nueva vida añadiendo más memoria RAM o cambiando el disco duro por un SSD de más capacidad, pero aun así, si es demasiado viejo, cada actualización del sistema operativo va estando optimizado para el hardware de nueva generación, y como consecuencia seguirá funcionando lento y mal al cabo del tiempo.
Hardware en mal estado
Con el uso las cosas se acaban estropeando, y tal y como hemos mencionado antes, esto se hace todavía más patente en portátiles si los has estado utilizando para ir de un sitio para otro. El portátil puede caerse y dañarse, o quizá se ha estropeado la tecla del portátil. También es bastante frecuente ver iMac que han recibido un golpe y cuya frágil pantalla se ha roto.
Dependiendo del problema que tengas, y más tratándose de Apple, es probable que la reparación te cueste más de lo que vale ya el equipo, así que es un síntoma inequívoco de que ha llegado la hora de actualizar tu Mac.
Ya no puedes actualizar el sistema operativo
Apple es muy amiga de la «obsolescencia programada». Y ya no solo porque haya sido acusada de ralentizar equipos viejos deliberadamente con las actualizaciones de su sistema operativo (algo que no se ha podido demostrar todavía), sino porque llega un momento en el que, dependiendo del hardware que tengas, ya no te permite seguir actualizando a las nuevas versiones del sistema operativo.
Además, como hemos mencionado anteriormente, cada nueva versión va funcionando cada vez un poquito peor según el hardware va quedándose más anticuado. Con todo y con eso, los programas también se actualizan y llega un momento en el que te dicen que ya no funcionan en tu versión del sistema operativo, así que no podrás seguir utilizándolos.
¿Renovar el Mac, o cambiarte a Windows?
También cabe la posibilidad de que estés cansado de Mac. Son equipos muy bonitos estéticamente y que suelen durar mucho tiempo, pero también son extremadamente limitados dado lo cerrado que es el ecosistema de productos de Apple. Por este motivo, si tu Mac tiene alguno de los síntomas arriba descritos quizá deberías también plantearte si quieres seguir con Mac o quizá ha llegado la hora de pasarte a Windows.
Al fin y al cabo son equipos más potentes, más baratos y con mucha mayor versatilidad. Puede que no tan bonitos o que den más problemas, pero como siempre todo tiene sus pros y sus contras, y si ha llegado la hora de renovar tu Mac sin duda deberías plantearte la posibilidad de que ya no lo necesites y que un equipo Windows te de un mejor servicio.