Windows, al igual que cualquier otro sistema operativo, conforme pasa el tiempo, se va llenando de basura, basura en forma de restos de aplicaciones que hemos instalado y que también se encuentran en el registro del sistema, archivos que hemos descargado de Internet o de nuestro teléfono móvil, documentos que ya no utilizamos y demás, por lo que es recomendable, cada cierto tiempo, hacer borrón y cuenta nueva.
Como hemos comentado más arriba, este mismo problema también se encuentra en iOS, macOS, Android y Linux, por lo que no es exclusivo del sistema operativo más utilizado en todo el mundo, sino que forma parte su naturaleza. Si las aplicaciones no modificarán el registro del sistema operativo, no sería necesario formatear el disco duro y hacer una limpieza profunda de forma regular.
Qué hacer tras instalar Windows
El proceso de instalación de Windows es relativamente largo, siempre y cuando queramos dejar nuestro equipo para comenzar a interactuar con él sin tener ningún problema de funcionamiento con los componentes o las aplicaciones que sabemos que vamos a necesitar. Para conseguirlo, tan solo debemos seguir los pasos que os mostramos a continuación.
Comprobar que Windows está activado
La primera vez que instalamos Windows, el sistema nos pedirá nuestro nombre de usuario y contraseña que estábamos utilizando en el mismo equipo para activar la copia de Windows que hemos instalado. No es necesario introducir los datos de clave de licencia, ya que este se almacena en nuestra cuenta de Microsoft.
Si no teníamos asociado el equipo a una cuenta de Microsoft, entonces si será necesario buscar el código de licencia en introducirlo en el Configuración de Windows (Win + i) > Sistema > Acerca de (Windows 10) o Sistema > Información > Activación (Windows 11). Si no introducimos una licencia válida, no podremos configurar el equipo a nuestro gusto, por lo que es lo primero que debemos hacer.
Instalar las actualizaciones
Después de activar la licencia de Windows de nuestro PC, lo segundo más importante que debemos hacer acceder a Windows Update para instalar todas y cada una de las actualizaciones que Microsoft ha lanzado para nuestra versión de Windows. Cuando creamos una unidad de instalación de Windows, no nos estamos descargando la última versión disponible con todas las actualizaciones, estamos descargando la versión de Windows con la última gran actualización de ese momento.
Teniendo en cuenta que todas las semanas se lanzan nuevas actualizaciones en forma de parches de seguridad, mejoras de rendimiento y soluciones a errores, instalar todas las actualizaciones de Windows es lo segundo más importante que debemos hacer tras activar Windows. Es un proceso lento y va asociado a varios reinicios, por lo que debemos tomárnoslo con bastante calma, ya que nos puede llevar más de una hora dependiendo de las prestaciones de nuestro equipo, del tipo de unidad de almacenamiento y de nuestra conexión a Internet.
Instalar el software de los periféricos
Si utilizamos un teclado, ratón o cualquier otro periférico como impresoras, es recomendable, pero no imprescindible, instalar el software del fabricante para sacarle el máximo partido. Si bien es cierto con los drivers que instala Windows es más que suficiente, si queremos controlar, principalmente, la iluminación y en general, utilizar todas las funciones que nos ofrece (macros, personalizar botones, escanear documentos y demás), la mejor forma de hacerlo es utilizando el software del fabricante.
Si únicamente queremos personalizar la iluminación, no es necesario instalar las aplicaciones de nuestro teclado y ratón, siempre y cuando esetos sean compatibles con la función Iluminación dinámica, una función disponible en Windows 11 con la actualización 23H2. Esta funcionalidad se encuentra disponible dentro de las opciones de configuración de Windows, dentro del apartado Personalización > Iluminación dinámica.
Instalar las aplicaciones que necesitamos
Además, también debemos instalar todas y cada una de las aplicaciones que necesitamos habitualmente, ya sea Office, LibreOffice, Photoshop, GIMP, DaVinci Resolve además de las tiendas de juegos como Steam, Epic Games, Ubisoft, GOG y demás. También podemos aprovechar para descargar los títulos a los que habitualmente jugamos
Eliminar aplicaciones del arranque de Windows
Una vez hemos instalado todas las aplicaciones que vamos a utilizar, debemos pegarle un vistazo al listado de aplicaciones que se ejecutan al iniciar Windows y quitar todas aquellas que no nos hace falta pero que, por cualquier motivo, se han colado en el inicio del equipo. De esta forma, reduciremos el tiempo que necesita el equipo para estar a nuestra disposición.
Para comprobar cuáles son las aplicaciones que se ejecutan en el inicio de Windows, debemos acceder al Administrador de tareas (botón derecho del ratón sobre el menú de Inicio) y acceder a la pestaña Inicio. A continuación, seleccionamos la aplicación que queremos eliminar y pulsamos en el botón inferior derecho Deshabilitar.
Cambiar las aplicaciones predeterminadas
Lo siguiente que debemos hacer es cambiar las aplicaciones predeterminadas del equipo. Si no queremos que sea Edge nuestro navegador predeterminado (navegador no tiene nada que envidiar a Chrome) y hemos instalado Chrome, Brave, Firefox o cualquier otro, desde las opciones de configuración de Windows podemos cambiarlo. También podemos cambiar la aplicación de correo electrónico, la que se encarga de abrir archivos PDF (Adobe Acrobat), la que queremos utilizar para abrir vídeos (VLC) o imágenes y demás. Podemos realizar este proceso desde las opciones de configuración de Windows (Win +i), dentro del apartado Aplicaciones > Aplicaciones predeterminadas.
Utilizar un antivirus
Si el uso que hacemos de Internet no está asociado a descargar ningún archivo de internet, ya sea programas, juegos o vídeos, Microsoft Defender, el antivirus nativo incluido en Windows 10 y Windows 11, es más que suficiente para la mayoría de los usuarios, por lo que realmente no es necesario utilizar un antivirus, y muchos menos gratuito, en nuestro PC. Microsoft Defender es un completo antivirus que nos ofrece protección en tiempo real y que no tiene absolutamente nada que podamos echar falta de otras soluciones de antivirus gratuitas.
Pero, si buscamos una protección mayor, debido al que visitamos todo tipo de páginas web, podemos optar por alguno de los diferentes antivirus, siempre de pago, disponibles en Internet. Instalar un antivirus gratuito en sustitución de Microsoft Defender, nunca nos ofrecerá una mayor protección que la que nos ofrece Microsoft de forma nativa.