La calidad del sonido que percibimos depende de la capacidad auditiva de cada persona, pero cuando estamos comparando dos tecnologías diferentes de transmisión de datos, la explicación pasa a ser empírica al tener valores numéricos de por medio. Existe el mito de que los auriculares inalámbricos tienen peor calidad de sonido que los que tienen cable, así que vamos a tratar de desentrañar esta afirmación para comprobar si estamos ante un mito o una realidad.
Asumámoslo: a veces es complicado elegir entre auriculares inalámbricos o con cable, y más con la cantidad de modelos distintos que hay en el mercado, y con tanto rango de precios entre unos y otros. Al final, lo más sencillo es escoger los que mejor se adapten al presupuesto y listo, pero debes saber que hay diferencias fundamentales en cuanto a la calidad del sonido que van más allá de los materiales o las especificaciones técnicas, y es la limitación en la transmisión de datos.
Desgraciadamente, el mercado se ha llenado de auriculares inalámbricos de mala calidad en el audio que aprovechan el hecho de utilizar una interfaz Bluetooth para venderse como «sin cables» cuando realmente no ofrecen mayor calidad de sonido que los que llevan cable y en algunos casos suenan, pero que los auriculares de toda la vida y para colmo son más caros.
La transmisión de datos en números
Antes decíamos que la percepción de la calidad del sonido es algo subjetivo porque depende de cada persona, pero al final los números no engañan. Los auriculares inalámbricos Bluetooth son capaces de soportar una transmisión de datos de 768 kbps como máximo, mientras que unos auriculares con tecnología inalámbrica 2.4 GHz, transmiten datos a una tasa de 3000 kbps de manera típica (aunque se llame igual, poco tiene que ver con la WiFi 2.4G que puede llegar a 450 Mbps). Por su parte, el valor de transmisión típico por cable es solo 2304 kbps.
Hay que tener un dato en cuenta, y es que los transmisores inalámbricos consumen parte de su ancho de banda para estar en comunicación con el receptor, así que la realidad es que la transmisión de datos real se queda en aproximadamente la mitad. Esto deja a los auriculares con cable en una clara ventaja teórica.
La calidad de sonido en los archivos es importante
Así es, teóricamente. Porque la realidad es que la mayoría de archivos de audio digital tienen un bitrate de 256 kbps, con los formatos de mayor calidad que llegan a tener entre 320 y 512 kbps (este valor es, por cierto, el máximo que soporta Windows 10 para audio), por lo que en realidad, solo estaríamos perdiendo calidad en términos reales si escucháramos archivos FLAC de máxima calidad con auriculares Bluetooth, pero no con auriculares inalámbricos 2.4 GHz.
Por lo que si eres una persona altamente melómana y te gusta mantener la calidad del sonido lo más alta posible, entonces te recomendamos no optar por auriculares Bluetooth e ir por modelos que hacen uso de WiFi Direct e incluso utilizar los que hacen uso del cable tradicional.
Desgraciadamente por los años de dominio del MP3 muchos archivos disponibles en la red han perdido buena parte de los matices, lo que hace que para el gran público unos auriculares Bluetooth sean suficientemente buenos, pero realmente si quieres disfrutar de la música en su máximo exponente lo mejor es utilizar formatos de archivo sin comprimir.
Otros aspectos que afectan a la calidad del sonido
Antes mencionamos que los auriculares inalámbricos, sean Bluetooth o 2.4 GHz, consumen parte de su ancho de banda en estar en contacto con el receptor inalámbrico. Esto, en muchas ocasiones y salvo con fabricantes de calidad que han logrado pulir la tecnología, genera ruido.
Por este motivo, cuando nos ponemos unos auriculares inalámbricos sin tener nada de audio en la fuente origen, muchas veces podemos escuchar un ruido de fondo, conocido como «nieve» pero que en realidad se llama ruido rosa. A continuación os ponemos un ejemplo, maximizado para que lo podáis escuchar claramente, pero tened en cuenta que en realidad este ruido se escucha muy, muy bajo y de fondo.
Hay que tener en cuenta, no obstante, que la tecnología ha evolucionado mucho y la mayoría de auriculares inalámbricos de buena calidad ya evitan este molesto ruido de fondo y lo hacen con procesadores especiales que suelen incluir los modelos más avanzados.
Procesadores en los auriculares
Algunos auriculares inalámbricos de gama alta tienen procesadores integrados que se encargan de limpiar el sonido para mejorar la calidad del sonido.
Cuando hay un ancho de banda muy limitado es cuando hay menos información disponible y el sonido se ha de comprimir. A día de hoy los anchos de banda son lo suficientemente buenos para una buena calidad de sonido, pero los más melómanos y con el oído entrenado notan esa diferencia.
Es por ello que algunos auriculares inalámbricos tienen pequeños procesadores para paliar la perdida en la calidad de sonido por el bajo bitrate, pero no por ello esto significa que generan el mismo audio que sin comprimir, la mayoría de estos procesadores son muy sencillos y simplemente limpian levemente el audio, pero no añaden información que se ha perdido en la compresión.
Los auriculares con cable tienen mejor calidad de sonido
Así son las cosas, y es innegable que el resultado final es que la mejor calidad de sonido la vamos a obtener con auriculares con cable. Sin embargo, hay algunos peros, y es que la tecnología inalámbrica ha mejorado mucho y, realmente y con la excepción de los auriculares Bluetooth, la calidad va a ser la misma salvo en los casos de la máxima calidad de audio, por encima de valores Hi-Res, y será algo que la grandísima mayoría de las personas no va a notar prácticamente nada.
En términos numéricos, la transmisión por cable y por 2.4 GHz están igualados, mientras que la transmisión Bluetooth sí que queda por detrás. La pega de la transmisión inalámbrica es ese ruido residual de fondo que queda, pero que en modelos de gama alta se ha logrado eliminar por completo, así que realmente no hay diferencia.
De todas formas, si el uso de auriculares en el ordenador es innegociable por tu parte ya que juegas habitualmente online con amigos, pero sobre todo participas en una competición de eSports, el uso de modelos con cable es prácticamente obligatorio porque nos evita posible problemas de lag que se convierten en algo especialmente molesto cuando andamos buscando evidencias sobre cómo de cerca tenemos a un enemigo.
En juegos como League of Legends o CS:GO, por ejemplo, es básico saber guiarse por el ruido que hace el equipo contrario en su despliegue, cuya intensidad, orientación y tipo de efecto puede marcarnos claramente por qué parte del mapa se está moviendo. Si este es tu caso y los deportes electrónicos son tu pasión, recuerda que solo los auriculares por cable pueden garantizarte disponer de la señal en el momento justo y evitar retrasos que terminen con tu futuro dentro de la partida.
Comodidad o calidad, ¿qué eliges?
Está claro que uno de los principales problemas que podemos encontrar a la hora de decidirnos entre comprar unos auriculares u otros es saber si realmente merece la pena optar por unos que incorporen una conexión inalámbrica o si por el contrario preferimos unos que tengan cable. En la mayoría de los casos, puede resultar importante como bien hemos indicado anteriormente, en algunas situaciones competitivas priorizar la calidad sobre la comodidad, y si bien es cierto, es posible que no todo el mundo opine lo mismo.
A la hora de elegir una tecnología de conexión inalámbrica tenemos diversos fabricantes que aseguran que poseen la conexión más rápida posible, que garantiza una calidad extremadamente alta, sin ningún tipo de pérdida de audio, ofreciendo la ventaja que tendrían los auriculares con cable, pero en los inalámbricos. Esto, en parte es cierto, ya que hay tecnologías como puede ser el Lightspeed de Logitech que tienen una pérdida de información mínima, de hecho en muchas ocasiones podemos encontrar que se trata de una de las primeras opciones por parte de muchos jugadores, aun siendo inalámbricos, ya que ofrecen comodidad y calidad a partes iguales.
Pero aun así, no todo es como lo pintan las compañías, y aunque estas tecnologías sean realmente buenas, hay ocasiones en las que podemos experimentar una pérdida de audio aunque sea un micro corte que no sucede habitualmente. Esto, como bien hemos explicado, en el ámbito competitivo es algo que puede marcar la diferencia entre ganar o perder una partida, no tener audio en un juego como CS2, sabiendo lo importante que es escuchar cada uno de los movimientos de nuestros enemigos puede resultar en un fallo que lleve al equipo enemigo a conseguir la victoria, algo que obviamente, en la élite de los videojuegos, no se puede permitir.
El precio, otro factor a tener en cuenta
Una de las cosas que es posible que nos preocupen también a la hora de hacernos con un tipo de auriculares u otros está en el precio que tienen, principalmente por el hecho de que es bastante fácil ver que hay una diferencia extremadamente grande entre aquellos modelos que tienen una gran calidad siendo inalámbricos y otros que son con cable. Principalmente, aquellos modelos que son inalámbricos siempre costarán más que los que llevan cable, ya que el hecho de incorporar la tecnología necesaria para eliminar los cables suele ser bastante cara.
En la comparación general podemos ver que los modelos de estudio prácticamente siempre van cableados y pueden llegar a alcanzar precios extremadamente altos, pero este coste lo pueden igualar fácilmente unos auriculares inalámbricos de gran calidad creados por ejemplo para jugar. Esto como podemos imaginar no implica que los auriculares inalámbricos tengan la misma calidad que los de estudio, y es que a pesar de tener un precio similar la diferencia general a la hora de escuchar el audio es muy distinta entre unos y otros, haciendo que al final sean mejores los cableados.
Pero esto representa un problema como bien hemos indicado en términos de precio, ya que el hecho de incorporar una tecnología que permite eliminar los cables encarece por completo el precio del periférico, pero no es capaz de ofrecer lo que realmente podemos buscar que es la mayor calidad posible. Obviamente si nos gastamos un dineral hay momentos en los que no notaremos prácticamente la diferencia entre unos y otros, pero si hablamos de gamas medias o bajas, entonces veremos que no solo existe una diferencia a nivel de calidad, sino también de precios.