Análisis del Ryzen 5 9600X, la nueva gama media de procesadores AMD

El fabricante rojo acaba de lanzar sus dos primeros procesadores de la nueva Serie 9000: el Ryzen 5 9600X, perteneciente a la gama media, y el Ryzen 7 9700X, quien pasaría a formar parte de la gama media-alta. Estos dos nuevos procesadores muestran un diseño mucho más maduro de su arquitectura, y solucionan muchos de los problemas de temperatura, consumo y rendimiento respecto a la Serie 7000.

Zen 5 y la Serie 9000 de AMD

La nueva Serie 9000 de AMD mejora, en todos los aspectos, a sus procesadores predecesores. Y todo ello es posible gracias a la nueva arquitectura Zen 5 en la que ha estado trabajando el gigante del silicio. Lo primero que nos encontramos dentro de esta nueva arquitectura es una mejora de la eficiencia energética, lo cual ha permitido a AMD centrarse en abordar uno de sus principales problemas: la resistencia térmica de los procesadores y la temperatura operativa. Así, los procesadores pueden operar a mayores frecuencias sin disparar la temperatura.

Otro de los aspectos que ha mejorado mucho AMD en su nueva Serie 9000 de procesadores es la capacidad para el overclock. Las nuevas CPUs ahora cuentan con una versión más actualizada de las librerías AGESA, las cuales soportan una frecuencia de la memoria RAM DDR5 de hasta 8000 MHz. Además, se incluyen nuevas funciones, como Curve Shaper, que permite tener un control mucho más preciso de los voltajes y las frecuencias para maximizar el rendimiento y la estabilidad.

A bajo nivel, la nueva plataforma Zen 5 ofrece una mejor optimización en la jerarquía de caché y memoria, centrando su enfoque en mejorar aún más el rendimiento general de los procesadores, tanto al trabajar con un solo hilo como al usar múltiples hilos de proceso. También se han añadido múltiples mejoras en la predicción de ramificación y el motor de ejecución, gracias a lo cual se ha conseguido un procesamiento más eficiente y rápido de las instrucciones respecto a la arquitectura anterior, Zen 4.

Como no podía ser menos, se han incluido también nuevas instrucciones de proceso. En concreto, nos encontramos con AVX512/VNNI, instrucciones que quedaron en el aire con el lanzamiento de Zen 4 y que están especialmente diseñadas para acelerar el procesamiento de los distintos modelos de Inteligencia Artificial.

Y, por último, con el lanzamiento de estos nuevos procesadores, AMD ha reafirmado su compromiso con la longevidad, garantizando que la plataforma AM5 de sus placas actuales tendrá soporte y compatibilidad más allá de 2027.

AMD Series 7000 vs Series 9000

A grandes rasgos, los Ryzen 5 y Ryzen 7 de la Serie 7000 y 9000 de AMD son muy similares en cuando a características. Aunque utilizan arquitecturas totalmente nuevas (y eso se nota en el rendimiento), los procesadores equivalentes tienen los mismos núcleos e hilos, así como la misma memoria caché. Lo que sí cambia es la frecuencia, que aumenta en 100 MHz en cada modelo respecto al equivalente de la serie anterior, y, sobre todo, el TDP, que ha bajado 40W respecto a los modelos de la serie 7000.

Vamos a ver una comparativa en detalle de estos modelos.

La mejora de rendimiento teórica que promete AMD respecto al Ryzen 5 7600X es de en torno al 20%.

Nosotros vamos a analizar el que, sin duda, va a ser el rey de la gama media: el Ryzen 5 9600X.

Ryzen 5 9600X: características y especificaciones

El nuevo procesador AMD Ryzen 5 9600X utiliza, como la serie 7000, el socket AM5. La principal diferencia respecto a la generación anterior es que esta CPU utiliza la nueva arquitectura AM5, mejorando considerablemente todos los aspectos de su predecesora, la AM4. Este procesador utiliza una litografía de 4 nm, gracias a lo cual tiene 6 núcleos y 12 hilos, y funciona a una frecuencia base de 3.8 GHz, y una frecuencia Boost de hasta 5.4GHz. En total, cuenta con 38 MB de memoria caché, que se divide en 32 MB de memoria L3 y 6 MB de memoria L2. El TDP de este procesador es de 65 W, lo cual supone una importante mejora en consumo y temperatura respecto a su equivalente de la Serie 7000.

Este procesador soporta una memoria RAM DDR5 de hasta 8000 MHz, gráficos PCIe 5.0, unidades de almacenamiento SSD Gen 5 y USB 4.0. Además, cuenta con un chip gráfico AMD Radeon Graphics integrado para poder funcionar sin necesidad de usar una tarjeta gráfica externa.

Unboxing y análisis externo

El procesador AMD Ryzen 5 9600X viene en una caja con forma de prisma, una caja bastante pequeña, de cartón, donde solo nos viene el procesador y una pegatina. Es decir, esta unidad no trae disipador y, probablemente, no lo vaya a incluir en el futuro tampoco.

Al abrir la caja nos encontramos, además de un plástico protector que se encargará de absorber los posibles golpes que pueda tener el packaging, un blíster de plástico transparente, el cual protegerá tanto de golpes, como del polvo, nuestra CPU.

También, dentro de este blíster encontraremos la pegatina de AMD, por si la queremos pegar en nuestra torre al más puro estilo años 2000.

La apariencia del procesador es idéntica a la de las CPUs de la serie 7000. El IHS sigue siendo simétrico y con «agujeros» a cada uno de los 4 lados donde, como vimos en la generación anterior, se recoge toda la pasta térmica sobrante. Además, está serigrafiado con el modelo y el número de serie.

En la parte inferior nos encontramos con el diseño típico de AM5, es decir, una superficie plana (los contactos están en el socket LGA de la placa) y dividida en dos partes simétricas. También tenemos dos marcas en los laterales, y una flecha en una esquina, que nos indicarán cómo montar el procesador.

Pruebas de rendimiento

Para medir el rendimiento de este nuevo procesador hemos utilizado los siguientes componentes:

• Placa base ASRock X670E TAICHI.
• Memoria RAM DDR5 CORSAIR Vengeance 32 GB (2 × 16 GB) a 6.000 MHz (perfil AMD EXPO).
• SSD NVMe PCIe 5 PNY.
• Fuente de alimentación CORSAIR RMx Swift de 1000W (RM1000X).
• Disipador Noctua NH-D15.
• Pasta térmica para la CPU Corsair XTM70.
• Windows 11 23H2.

Además, hemos instalado el firmware experimental que nos ha proporcionado AMD para la placa, así como sus drivers beta para el chipset y los gráficos. Esto quiere decir que, a medida que se depuren los firmware y los drivers, el rendimiento puede ser ligeramente superior al que se ha obtenido en estas pruebas. Nos hemos asegurado también de que la fuente de alimentación sea nueva, para asegurarnos de que los voltajes son lo más estables y fiables posible a la hora de hacer el análisis. Además, el diseño de los conectores en el lateral que nos ofrece la CORSAIR RMx Swift nos parece una pasada en cuanto a organización del cableado. Y la memoria RAM CORSAIR Vengeance es de las que mejor compatibilidad ofrecen en cuanto a compatibilidad con AMD EXPO.

Con nuestro ordenador de pruebas ya montado, y después de hacer el ritual para que la pasta térmica se asiente y rienda al 100%, comenzamos las pruebas. Lo primero que vamos a hacer va a ser usar el software CPU-Z para conocer a fondo todos los detalles del procesador. Gracias a este programa podemos ver todas las especificaciones técnicas del procesador (incluso algunas que no ha proporcionado AMD), así como detalles sobre la memoria RAM, la placa base y la gráfica integrada que monta.

Este programa nos permite también hacer un benchmark simple del procesador, pudiendo conocer el rendimiento de este tanto en el modo de un único hilo como de todos los hilos a la vez.

También vamos a usar el software GPU-Z para conocer un poco los detalles de la gráfica que integra este procesador. No podemos conocer muchos detalles porque el modelo aún no está incluido en la base de datos de GPU-Z.

Ahora empezamos con las pruebas más serias. En primer lugar vamos a usar el sofrware Cinebench R23, el mejor programa para ver qué tal rinde este procesador a la hora de renderizar contenido.

Como podemos ver, los resultados, tanto para un único hilo como en multihilo, son sobresalientes. Y, en comparación con el Ryzen 5 7600X, le supera en 2000 puntos en la prueba multi-hilo, y en 200 en la prueba de un único hilo.

También vamos a pasarle la nueva versión de este programa, Cinebench R24, o Cinebench 2024. Se trata de una versión actualizada, con nuevos algoritmos más exigentes de renderización, con los que podremos hacernos una idea mucho más realista del rendimiento de la CPU.

Los valores que hemos obtenido son también muy buenos, superiores a los de cualquier otro procesador equivalente (e incluso superiores, al menos en su prueba de un único core, al del Intel i7 de 14ª generación).

Otro de los programas que hemos usado para analizar este procesador ha sido AIDA64. En concreto, hemos usado este software para medir todas las memorias (tanto la RAM como la caché del procesador) para ver qué tal rinde en este sentido.

También vamos a usar el programa CrystalDiskMark para medir las velocidades de lectura y escritura de las unidades SSD. Como ya adelantamos, usamos un NVMe M.2 PCIe Gen 5 de PNY, el cual, según las especificaciones, nos ofrece hasta 11.500 MB/s de lectura y 8500 MB/s de escritura. Gracias a este programa podemos ver que, efectivamente, el procesador es capaz de ofrecer dichas velocidades.

Otro de los programas que hemos usado para medir el rendimiento de este nuevo procesador es el conocido PCMark. Este programa destaca, sobre todo, por ser capaz de exprimir el hardware usando todo tipo de programas de ofimática. Como podemos ver, va más que sobrado para este tipo de actividades, superando por bastante a su predecesor.

Y, aunque estamos hablando de una CPU de gama media, no podía faltar 3DMark. Y es que, aunque para los jugadores más exigentes (4K, 144 Hz, etc) este procesador pueda quedar algo corto, y crear cuello de botella con las tarjetas gráficas más punteras del mercado, se trata de una opción perfecta para jugadores estándar que solo buscan juegos relativamente modestos con resoluciones Full HD. Es más, hemos puesto a prueba la gráfica integrada de la GPU para ver que, con ella, podremos jugar de sobra sin necesidad de comprar una tarjeta gráfica dedicada.

Y, además de los test de gráficos, hemos ejecutado también el benchmark de CPU que ofrece esta herramienta.

También hemos puesto a prueba este procesador con el software SuperPi, conocida herramienta que mide qué tal se comportan el procesador y la memoria realizando cálculos complejos para hallar decimales del número Pi.

Y wPrime, un programa similar pero que, en vez de calcular decimales de este número, calcula números primos.

El compresor de archivos por excelencia, WinRAR, también tiene su propio benchmark, que nos permite ver qué tal se comporta la CPU al trabajar con este tipo de ficheros. Podemos ver el rendimiento con un solo hilo de proceso.

Y también en multi-hilo.

Temperatura y Thermal Throttling

A pesar de ser días de mucho calor, con entre 28 y 30 grados en el centro de pruebas, esta CPU ha conseguido unos valores extraordinarios. En reposo, la temperatura del chip se ha mantenido sin problemas entre los 42 y los 45 grados centígrados, lo que supone unos 15 grados de temperatura delta, siempre que no estemos usando el PC. Cuando lo usamos, rápidamente la temperatura aumenta hasta los 50, 55 grados (20-25 grados delta), pero con un uso normal, no suele pasar de ahí.

A pleno rendimiento, la temperatura sube, como es lógico. Pero, la verdad, nos ha sorprendido mucho lo bien que, esta vez, AMD ha conseguido controlar la temperatura. Gracias a la arquitectura Zen 5 y sus 65 W de TDP, a pleno rendimiento, usando el test de AIDA64 y, al mismo tiempo, Prime95, hemos conseguido mantener la temperatura en torno a los 72 grados, lo que supone una temperatura delta de entre 40 y 45 grados. Unos valores extraordinarios que, ni por asomo, esperábamos.

Vamos a ver los detalles de las pruebas.

Por supuesto, todos los núcleos han estado todo el rato trabajando a pleno rendimiento, y en ningún momento hemos experimentado ningún tipo de Thermal Throttling. Y eso que hemos usado un disipador por aire. Si llegamos a montar una refrigeración líquida hubiéramos podido bajar aún más la temperatura.

Rendimiento en juegos

El Ryzen 5 9600X es un procesador pensado para la gama media. Se trata de una excelente CPU para uso diario, para trabajo ofimático y, por qué no, para jugar en resoluciones Full HD. Si queremos jugar a 2K, o a 4K, recomendamos mejor apostar por otros procesadores superiores, como los Ryzen 7 o los Ryzen 9. Aun así, usando la propia iGPU del procesador hemos podido conseguir un resultado sorprendente. Usando configuraciones Full HD (1920×1080) y unos gráficos configurados en «Alta», los valores que hemos conseguido en estas pruebas han sido:

• Ashes of the Singularity: Escalation -> entre 30 y 35 FPS.
• Borderlands 3 -> entre 38 y 45 FPS.
• Cyberpunk 2077 -> injugable, con menos de 20 FPS en la ciudad.
• Far Cry 6 -> una media de 30 FPS, con bastantes bajones por debajo de 30.
• League of Legends -> más de 70 FPS.

Si usamos una tarjeta gráfica de gama alta, como nuestra Radeon RX 7900 XT, podemos ver que el rendimiento de la CPU es, prácticamente, todo lo que da de sí la tarjeta gráfica. Aunque es cierto que a 4K no funciona como debería, a Full HD, y en preset alto, los resultados dan todo lo que puede dar la tarjeta gráfica. Raro es el juego que baja de los 150 FPS, incluso el Cyberpunk 2077. Y la mayoría de ellos, a ser una gráfica tope de gama superan los 200 FPS sin problemas.

Usando los mismos ejemplos del punto anterior, los resultados que hemos obtenido son:

• Ashes of the Singularity: Escalation -> 135 FPS.
• Borderlands 3 -> 270 FPS.
• Cyberpunk 2077 -> 178 FPS.
• Far Cry 6 -> 160 FPS.
• League of Legends -> más de 400 FPS.

Conclusión

La nueva generación de procesadores AMD ya está aquí. En nuestro caso, hemos tenido el placer de analizar el más bajo de gama, el AMD Ryzen 5 9600X, un procesador perfecto con el que podremos dominar la gama media, tanto en trabajos de ofimática como, si queremos, en juegos a Full HD. Junto a esta CPU, AMD ha lanzado también su hermana mayor, el AMD Ryzen 7 9700X, un modelo con 2 núcleos/4 hilos más, 100 MHz a mayores, 2 MB más de caché y mismo TDP, el cual ya juega en la liga de gama media-alta.

Zen 5 no es una revolución total como lo fue Zen 4, sino más bien una nueva versión de la arquitectura que busca depurar los problemas de la anterior. Los nuevos procesadores de la Serie 9000 tienen una mejor gestión de la memoria, mejor overclock (RAM hasta 8000 MHz y Curve Shaper) y un TDP de casi la mitad, lo cual muestra una importante mejora en la eficiencia respecto a toda la Serie 7000.

Este procesador ha demostrado superar no solo a su equivalente, el Ryzen 5 7600X, sino también al equivalente de Intel i5, de 14ª generación, en todos los aspectos. AMD ha hecho un gran trabajo con este procesador en concreto, y ha demostrado que, mientras que su rival no está pasando por su mejor momento financiero, el Red Team está aprovechando la oportunidad al máximo. Incluso en el precio, ya que podemos comprar el AMD Ryzen 5 9600X por menos de 309.90 euros. Por su parte, su hermano mayor, el Ryzen 7 9700X costará 399,90 euros. Toda la gama Ryzen 9000 que AMD acaba de lanzar al mercado ha llegado a un precio inferior a la serie 7000 que se lanzó hace dos años. Esto es algo que, sin duda, agradecerán los usuarios que siguen confiando en el Red Team. Incluso le permitirá ganar cuota de mercado, especialmente entre aquellos usuarios que han acabado descontentos y decepcionados con los procesadores Intel de 13ª y 14ª generación.

Con todo esto, ¿merece la pena dar el salto? Si tienes un procesador AMD Ryzen de la serie 7000, la verdad es que no. Es cierto que la mejora es de entre un 20 y un 25%, así como un 15% más eficiente, pero la serie 7000 de AMD aún puede dar mucha guerra. Por el contrario, si tienes un ordenador Intel, o un AMD anterior a Zen 4, ahora mismo sí es una buena oportunidad para dar el salto al nuevo Zen 5.

Por todo ello, hemos decidido darle al procesador AMD Ryzen 5 9600X nuestro galardón de oro, destacando, sobre todo, su relación calidad/precio.