ASUS Zenbook 14X, review: un MacBook Pro vitaminado y mejor

Realmente, el mercado está bastante copado de portátiles gaming que nos prometen el mejor rendimiento en juegos, y se han dejado un poco de lado esos portátiles pensados para poder trabajar con ellos en cualquier parte sin importar dónde te encuentres. En estos casos se sigue buscando un buen rendimiento, pero casi importa más el diseño, que sea fácil de transportar, y por supuesto su autonomía de batería para no tener que depender de estar donde haya enchufes todo el tiempo.

ASUS Zenbook 14X, características técnicas

Antes os decíamos que este es un portátil que cumple con las especificaciones Intel EVO, y eso significa que su hardware debe ser rápido, muy rápido. Para ello, ASUS ha dotado al Zenbook 14X de un procesador Intel Core i9-13900H, que no es poca cosa dado que incorpora 14 núcleos físicos y 20 hilos de proceso a una velocidad máxima de 5,4 GHz, por lo que podemos decir sin miedo a equivocarnos que el procesador va a ser uno de los puntos fuertes de este portátil.

Acompañando a este potente procesador tenemos 32 GB de memoria RAM DDR5 a 4.800 MHz, además de un SSD NVMe PCIe 4.0 de 512 GB. El procesador cuenta con gráficos integrados Intel Iris Xe de nueva generación, pero también integra toda una RTX 3050 de NVIDIA con 4 GB dedicados de VRAM, una gráfica que si bien no está pensada para mover juegos triple-A, sí que debería ser más que suficiente para mover algunos juegos de forma decente.

Otro de los puntos fuertes de este portátil es su pantalla, con tecnología OLED. En este caso, es de 14,5 pulgadas con resolución 2.880 x 1.800 píxeles (bastante alta para mover juegos a esta resolución), con 120 Hz de frecuencia de refresco y, según el fabricante, 0,2 ms de tiempo de respuesta. La pantalla por supuesto es HDR con 550 nits de brillo máximo, y además tiene una cobertura del 100% del espacio de color DCI-P3, por lo que no solo veremos colores vívidos gracias a la matriz OLED, sino que además serán exactos y esto es algo que aquellos que trabajen en diseño gráfico apreciarán mucho.

Este Zenbook 14X también incorpora la solución de refrigeración llamada ASUS IceCool, una tecnología que permite que el procesador funcione a sus máximas prestaciones emitiendo tan solo 40 dBA de ruido como máximo, algo que como siempre decimos, mejora mucho la experiencia de uso porque nadie quiere un portátil que se convierta en una turbina de avión cuando le «das caña». En cualquier caso, el portátil incorpora tres perfiles de rendimiento que podremos cambiar simplemente pulsando las teclas Fn + F, cambiando entre modo rendimiento, modo estándar y modo susurro.

Eso sí, la conectividad es seguramente uno de los puntos flojos de este equipo, como le suele pasar a casi todos los portátiles Intel EVO, y es que tan solo tiene un USB Type-A (3.2 Gen 2 eso sí), dos USB-C (uno de ellos Thunderbolt 4) y una salida HDMI 2.1, además de salida analógica para auriculares. Por lo tanto, en cuanto quieras conectarle un teclado y un ratón externos ya necesitarás un adaptador. Por otro lado, integra WiFi 6E y Bluetooth, por supuesto.

Finalmente, como hemos mencionado este tipo de ordenadores portátiles están pensados para tener una gran autonomía de batería, y la de 70 Wh integrada dota al equipo de unas 10 horas de autonomía, con el añadido de que en apenas 49 minutos podremos cargarla hasta el 60% de su capacidad, y solo necesitaremos unos 80 minutos para tenerla al máximo de nuevo.

Unboxing y análisis externo

El ASUS Zenbook 14X viene embalado en una caja rectangular de cartón duro con forma de maleta, que de hecho tiene un asa y todo. En la cara principal tan solo encontramos, en fondo negro, el nombre ASUS Zenbook en la zona inferior, mientras que en la parte trasera, de azul claro, tenemos sendas pegatinas con el peligro por batería y otra con las especificaciones técnicas del modelo.

La caja se abre en forma de cofre, y como es habitual en ASUS, al hacerlo se eleva el portátil para poder sacarlo fácilmente.

Entre los accesorios nos encontramos varios panfletos: uno hablándonos de las bondades de la pantalla OLED, otro sobre MyASUS, y sendos panfletos con información sobre la garantía y el manual de uso rápido.

Por supuesto, también se incluye la fuente de alimentación externa de 100 vatios y el cable de corriente. El conector es USB-C.

Vamos ahora sí a ver el portátil, que de fábrica viene protegido por un plástico y tiene una pegatina indicándonos las bondades, de nuevo, de su pantalla OLED.

La parte superior es muy minimalista, con tan solo algunos adornos en forma de línea. Esta parte superior tiene un recubrimiento cerámico para dotarlo de mayor durabilidad.

Un detalle, cerca de una de las bisagras.

Veamos los 4 laterales: en el frontal no tenemos nada salvo un pequeño hueco para poder meter los dedos y abrir la tapa con comodidad.

Nada en la parte trasera salvo la gran bisagra que sostiene la pantalla.

En el lateral izquierdo tenemos un USB Type-A estándar y la rejilla de salida de aire caliente del portátil.

En el lateral derecho tenemos dos LED indicadores de estado, dos USB-C, el puerto de alimentación y la salida HDMI.

Vamos a la zona inferior, donde encontramos una gran rejilla de entrada de aire, aunque también hay otras dos más: una en la parte trasera y otra en los laterales. También hay grandes inserciones de goma para evitar que el portátil se mueva de su sitio, pero también para elevarlo unos milímetros de la mesa y que así pueda entrar aire fresco por las rejillas.

Abrimos la tapa del portátil y lo primero que nos llama la atención es la pantalla, tan reflectante que parece un espejo, y es que se notan hasta los colores de lo que refleja. Honestamente, no nos gusta que la pantalla sea tan «glossy», es preferible un efecto mate y, de hecho, anti reflejos. El teclado tiene tamaño compacto y es de tipo Chiclet, mientras que el gran Trackpad de la parte inferior viene con una pegatina informándonos de que puede hacer las veces de pad numérico con solo pulsar un botón.

Fijaos en esta vista a 45 grados cómo refleja la pantalla. Es demasiado, la verdad.

Por cierto, que en el borde superior de la pantalla tenemos la webcam Full HD con IR y el sensor de luz ambiental.

En la parte inferior, un adorno con el nombre del equipo.

Las teclas son bastante generosas en tamaño, y tienen bastante recorrido (1,4 mm), dándonos una excelente sensación de pulsado (sin llegar a la de un teclado mecánico). Aquí el fabricante también nos informa de algunas de las características del portátil, como su gráfica RTX, con pegatinas. También tenemos los logos del sonido Dolby Atmos y los altavoces harman / kardon.

Aquí podéis ver más de cerca el Trackpad, de unas dimensiones considerables. En la pegatina nos muestra el pad numérico y cómo activarlo, pero también nos indica que podemos incluso controlar la intensidad de la iluminación de éste.

Por cierto, que el botón de encendido del equipo se encuentra en la esquina superior derecha, pero no en una esquina o aparte como es habitual sino entre las teclas Impr Pant y Supr.

Visto el equipo, vamos a proceder a ponerlo en marcha y ver qué tal se comporta a la hora de la verdad.

Probando el ASUS Zenbook 14X

Encendemos el equipo, y lo primero que vemos es el logo del fabricante en la pantalla. El primer arranque le costó bastante, unos 3 minutos, pues se conoce que estaba recién restaurado a los valores de fábrica y, al principio, tarda más de la cuenta en mostrarnos el asistente de Windows 11 que viene instalado de fábrica.

Por supuesto, cuando encendemos el equipo también lo hace su teclado retro iluminado, si bien es cierto que no tiene un nivel de iluminación demasiado elevado… lo justo para ver mejor las teclas en condiciones de baja luz.

También se ilumina el Touchpad cuando pulsamos el botón que lo hace cambiar a pad numérico, y este sí que se ve perfectamente bien (además tiene tres niveles de intensidad).

Como decíamos, el portátil trae Windows 11 instalado de fábrica (y curiosamente en su última versión, al igual que los drivers de NVIDIA por ejemplo, es un buen punto que venga totalmente actualizado de fábrica), así que lo primero que estaremos obligados a hacer es pasar por el trámite de la configuración de Windows.

La primera impresión que nos ha dado este Zenbook 14X una vez que estamos en el escritorio de Windows ha sido «¡GUAU!»… la pantalla se ve impresionante, con unos colores increíbles (a los que la foto de arriba no les hace justicia, a causa de la cámara). De verdad, incluso en el escritorio se ve asombrosamente bien, y es algo que te impacta porque no te esperas que un portátil pueda verse tan sumamente bien. Por el contrario, tal y como nos temíamos la pantalla con efecto glossy estropea la experiencia, y es que en la propia foto de arriba podéis ver claramente el reflejo del propio teclado del portátil. De verdad, no me entra en la cabeza que los fabricantes hagan eso.

En fin, dejando eso de lado, las sensaciones que produce el portátil al utilizarlo son asombrosamente buenas… funciona muy fluido en lo que sea que estés haciendo, con respuestas casi instantáneas a todo, y recalcando de nuevo lo impresionante que se ve esta pantalla OLED incluso aunque sea en el propio escritorio de Windows.

Eso sí, un punto negativo es la conectividad: ya no solo porque tiene tan solo un USB-A, sino porque además está en la parte izquierda y atrás del todo, haciendo que sea incómodo conectar por ejemplo un ratón. Además de esto, los USB-C están hacia la mitad de la parte derecha (como podéis ver en la imagen de arriba), y el cable para el adaptador de corriente molesta si eres diestro y estás usando un ratón externo.

Vamos a comenzar a mostraros qué tal se comporta con pruebas, pero antes de nada es de rigor enseñaros las capturas habituales de CPU-Z y GPU-Z, comenzando por la primera.

Como ya enumeramos en las especificaciones técnicas, el Core i9-13900H que monta este portátil de ASUS nos proporciona un total de 14 núcleos (6 de ellos P de rendimiento y 8 más E de eficiencia) y 20 hilos de proceso a una velocidad máxima de 5,4 GHz, si bien es cierto que de forma normal suele moverse entre los 5 y 5,1 GHz. Viene acompañado de 32 GB de memoria RAM LPDDR5 a 4.800 MHz.

Pasamos a GPU-Z, donde vamos a ver tanto los gráficos integrados como la RTX 3050 de 4 GB, una gráfica que sin ser una maravilla nos proporcionará un rendimiento extra en todo tipo de aplicaciones e incluso juegos. Por cierto, que GPU-Z por ahora no es capaz de detectar adecuadamente las características de la gráfica Intel Xe integrada.

Visto el hardware que tenemos entre manos, pasamos con las pruebas.

Ruido y temperatura

El ruido y la temperatura son dos factores muy importantes cuando hablamos de ordenadores portátiles, pero más todavía en equipos del tipo del Zenbook 14X de ASUS cuya principal facultad es la movilidad; si fuera demasiado ruidoso sería bastante desagradable el estar trabajando con él, y si se calentara demasiado, también sería bastante engorroso el usarlo, especialmente si lo tienes encima de las piernas (al fin y al cabo es un portátil, ¿no?).

Podemos decir que el ASUS Zenbook X14 no es excesivamente ruidoso, ni siquiera sometido a máxima carga (como hemos hecho en nuestras pruebas), y el ruido que emite no llega a ser molesto en ningún momento… es ruido de paso de aire, ni siquiera suena rumoroso, así que podemos darle un notable alto en este ámbito.

En cuanto a las temperaturas, en el perfil estándar (que es el que hemos usado en toda la prueba) tanto el procesador como la GPU se mantienen a unos 50-55ºC estando el equipo en reposo, pero es algo normal dado que los ventiladores están al mínimo o apagados para mantener un bajo nivel sonoro. En los momentos en los que le hemos exigido el máximo al equipo, han llegado a tocar los 90ºC, una temperatura que es bastante alta pero que entra dentro de los márgenes aceptables. Además, todo el aire caliente que genera el equipo sale por la rejilla lateral izquierda que no molesta para nada. Otro notable alto.

Benchmarks sintéticos

Pasamos ahora a benchmarks que midan el rendimiento en términos empíricos, y comenzamos por el SSD con CrystalDisk Mark.

Si bien es cierto que el SSD PCIe 4.0 NVMe de este portátil no es el más rápido del mercado con poco más de 4 GB/s de lectura y algo menos de 1.8 GB/s de escritura, es más que suficiente para hacer que todo lo que hagamos en el portátil se sienta muy ágil, así que aunque ASUS podría haber escogido unidades más veloces, tampoco vamos a quejarnos.

Continuamos con la memoria RAM, y nada mejor que Aida64 para probar su rendimiento.

Aquí sí que nos hemos llevado una pequeña decepción, ya que el rendimiento de la RAM nos ha parecido insuficiente, al menos en términos de lectura; este equipo incorpora la misma RAM LPDDR5 que el Zephyrus M16 de ASUS, por ejemplo, y sin embargo nos está dando 15.000 MB/s menos y con una latencia más alta (sí es cierto que las latencias son más altas en este portátil, no sabemos por qué, por lo que en realidad no es la misma memoria literalmente hablando).

Vamos a comprobar el rendimiento de la RAM con una prueba adicional, utilizando SuperPi.

Este benchmark confirma nuestros temores, y es que aunque el resultado no es malo, han sido 57 segundos más que lo que tardó el Zephyrus M16 incluso aunque llevan el mismo procesador (y en este caso sí que es el mismo modelo). Por algún motivo, este portátil parece tener alguna carencia con respecto al rendimiento de la memoria RAM, que no es para nada malo pero que sí se queda por debajo de lo que debería.

Vamos a continuar con un benchmark que nos va a mostrar el rendimiento general del equipo, con PCMark 10.

El ASUS Zenbook 14X nos entrega una puntuación de 5.432 puntos, de nuevo algo inferior al del Zephyrus M16, si bien es cierto que lo estamos comparando un equipo gaming tope de gama que cuesta más del doble que este. El resultado es muy bueno en cuanto a rendimiento general.

Pasamos al apartado gráfico, donde el Zenbook 14X no debería destacar demasiado ya que, como hemos mencionado, no es un portátil gaming a pesar de incorporar una RTX 3050. Estos han sido los resultados obtenidos en 3DMark Fire Strike.

Efectivamente, el resultado no ha sido el que podríamos esperar de un equipo gaming, pero es que no lo es. Aun así, nos dice que podríamos jugar a títulos como Battlefield V a 1440p y con los gráficos en Ultra a más de 35 FPS, lo cual no está nada mal. Si relajamos los ajustes gráficos, este portátil es capaz de mover juegos triple-A sin problemas.

Pero vamos a ver ahora qué rendimiento podemos esperar en aplicaciones con la API gráfica DirectX 12, y para ello nada mejor que 3DMark Time Spy.

Nuevamente el resultado esperado, si bien es cierto que según nos indica el propio 3DMark, con DirectX 12 funciona algo mejor y podemos esperar 40 FPS o más en Battlefield V a 1440p y con los gráficos en Ultra, que no es poca cosa precisamente.

El ASUS Zenbook 14X, ¿funciona bien en juegos?

A pesar de que, como hemos dicho varias veces, este no es un portátil gaming, su RTX 3050 debería darnos un rendimiento digno para poder jugar de vez en cuando, así que vamos a probar a ver qué tal se comporta en algunos de los juegos habituales que probamos. En este caso, hemos decidido mantener los ajustes gráficos al máximo pero hemos reducido la resolución a Full HD (1920 x 1080), ya que con la resolución nativa del portátil sí que no podemos aspirar a que los últimos títulos del mercado sean «jugables». Este ha sido el resultado:

Como era de esperar, incluso a resolución Full HD cuesta llegar a tasas de FPS decentes, pero también influye que hayamos dejado los ajustes gráficos al máximo. En líneas generales, si vamos «jugando» con la resolución y los ajustes, nada nos impedirá echarnos unas partidas de vez en cuando en este Zenbook 14X si queremos; de nuevo, este no es un portátil gaming, así que no podemos ser muy exigentes al respecto.

Conclusión y veredicto

Con el Zenbook 14X, ASUS ha creado una auténtica obra maestra en términos de diseño, que sin duda deja en la estacada a muchos otros «ultrabooks» del mercado, e incluso a los MacBook Pro de Apple con los que lo comparamos a nivel estético. El equipo es muy liviano y fácil de transportar, con una excelente autonomía de batería y un rendimiento que nos vale casi para todo… incluso para jugar.

Es cierto que no tenemos un rendimiento TOP, pero es el precio que hay que pagar por contar con una portabilidad que hace que este equipo sea poco más grande o pesado que una tablet de altas prestaciones que, a fin de cuentas, será más incómoda de utilizar y tendrá menor rendimiento. Además, ya hemos mencionado que la pantalla OLED de este portátil es simplemente increíble cómo se ve.

La contrapartida, y aunque lo hemos dicho varias veces ya volvemos a repetirlo, es que no entendemos por qué motivo han decidido instalar una pantalla con acabado glossy, que hace que se refleje todo lo que tenga delante y que estropea la experiencia de uso, al menos bajo nuestro punto de vista. Vale, si pones el brillo de la pantalla al máximo (o casi al máximo) no se nota mucho, pero en escenas oscuras… más vale que no tengas una ventana detrás de ti o no verás nada.

Realmente, esa es la única gran pega que le sacamos a un portátil que consideramos excelente en todos los demás sentidos, así que no podemos sino otorgarle nuestro galardón de Platino y nuestra recomendación por su increíble diseño.