Los videojuegos del mercado actual ocupan mucho espacio de almacenamiento en nuestras consolas, tanto si los hemos adquirido de manera digital como física, por lo que no son pocos los usuarios a los que el almacenamiento interno de su consola se les queda pequeño, máxime teniendo en cuenta que casi cualquier juego ocupa del orden de 50 GB de espacio. Por ello, Seagate ha lanzado al mercado sus nuevos discos externos Game Drive para PS4 y Xbox One, ofreciendo al usuario una alternativa económica para poder instalar los juegos y disfrutar de ellos con el mismo rendimiento que si estuvieran en la propia consola. En el día de hoy os presentamos nuestro análisis del Seagate Game Drive de PS4, en su variante de 1 TB de capacidad.
Son muchos los usuarios -entre los que me incluyo- que tienen que hacer limpieza de juegos instalados en la PS4 para poder instalar nuevos. Y es que entre los juegos físicos, que todos a día de hoy requieren instalación, y los juegos digitales, no es para nada complicado llenar el almacenamiento interno de las consolas, incluyendo aquellas con 1 TB de capacidad.
Con el Game Drive, Seagate pretende terminar con este problema, pues con una configuración muy sencilla -menos de tres minutos según el fabricante- podremos instalar los juegos directamente en el disco externo y ejecutarlos desde ahí con el mismo rendimiento que si estuvieran en el disco interno de la consola, con la ventaja añadida de que podremos llevarnos el Game Drive a casa de un amigo y podremos ejecutar los juegos desde ahí sin el menor inconveniente.
Índice
- Características técnicas
- Unboxing y análisis externo
- Configuración en PS4
- Pruebas de rendimiento
- Conclusión y veredicto
Características técnicas
Como podemos ver, los Seagate Game Drive para PS4 están disponibles en tres capacidades: 1 TB, 2 TB y 4 TB, aunque el fabricante no indica mucho más allá de las dimensiones de su carcasa negra y azul (coincidiendo con la estética de PlayStation). Lógicamente, en el interior de la carcasa encontraremos un disco duro mecánico de 2.5” de Seagate, y la propia carcasa nos proporciona conexión USB 3.0 de alta velocidad.
Como todos los discos externos USB 3.0 de 2.5” del mercado, no requiere alimentación adicional, así que tendremos la comodidad añadida de que solo tendremos que conectar un cable para que funcione, pues el puerto USB de la propia PS4 le proporcionará toda la energía que necesita.
Según indica Seagate en la página web, también es requisito el tener la versión 4.50 del sistema operativo de la PS4 para que funcione correctamente, e incluso matizan que el proceso de configuración lleva tan solo tres minutos (en cuanto conectemos el Game Drive a la consola, saldrá un asistente de configuración) y que el proceso está aprobado por Sony.
Unboxing y análisis externo
El Seagate Game Drive PS4 viene embalado en una caja de cartón duro con una ventana en uno de los laterales para que podamos ver el borde del dispositivo, con los colores negro y azul típicos de la PS4 de Sony. En la cara frontal tenemos poco más que la capacidad, dejando las características técnicas para la parte posterior.



En el interior, como accesorios encontramos tan solo un breve manual de instrucciones, el folleto de la garantía y el cable de conexión USB 3.0.
Y ya fuera de la caja, aquí tenemos el Seagate Game Drive PS4 de 1 TB, en color negro y con todo el perímetro del lateral en azul. Se trata de una unidad extremadamente fina y ligera, en la que solo encontramos un LED en la cara anterior y una pegatina en la posterior, amén claro del puerto de conexión en el frontal.




El funcionamiento es de lo más simple: conectarle el cable USB, y éste a su vez a la consola y listo.
Configuración en PS4
Seagate promete que, tras conectar el Game Drive PS4 a la consola, los pasos de configuración son muy sencillos pues solo hay que seguir un asistente y solo nos llevará un par de minutos hacerlo.
Al conectar el dispositivo a la PS4, efectivamente sale una notificación que nos lleva al asistente, y nos indica cómo podemos acceder a éste si no queremos hacerlo ahora.
La PS4 (una PS4 Pro en este caso) detecta el dispositivo a la primera, y siguiendo el asistente primero le dará el formato específico que necesita la consola para funcionar. El proceso dura unos segundos.




Una vez hecho, ya tenemos el Game Drive listo para funcionar.
Ojo al dato porque una vez configurado, la consola lo utilizará para guardar todo por defecto, incluyendo nuevas instalaciones de juegos, guardar capturas de pantalla, etc., y si queremos cambiarlo deberemos hacerlo a mano desde la sección de almacenamiento, dentro de ajustes.



Ya lo tenemos configurado y listo para utilizar, y efectivamente el proceso tan solo ha llevado un par de minutos. Eso sí, hay que tener en cuenta una cosa y es que aunque tengamos el almacenamiento ya instalado y configurado, la PS4 no permite que movamos juegos ya instalados al nuevo almacenamiento. En otras palabras, si queremos mover un juego al Game Drive para liberar espacio en la PS4, deberemos desinstalarlo y volver a instalarlo.
Pruebas de rendimiento
Además de configurar el Seagate Game Drive PS4 en la consola, hemos querido conectarlo a un PC para ver su rendimiento ya que al fin y al cabo simplemente se trata de un disco externo USB 3.0.
Como podemos ver, en el interior de la carcasa de plástico Seagate ha instalado un disco ST1000LM035, un disco perteneciente a la familia Mobile de la marca que cuenta con un único plato que gira a 5400 RPM y que ofrece un rendimiento de hasta 140 MB/s de transferencia.
Procedemos pues a hacer un par de pruebas sencillas, empezando por CrystalDisk Mark que nos va a mostrar el rendimiento del disco con diferentes tipos de archivo.
Como podemos ver, el rendimiento que da esta unidad es bastante bajo; la velocidad de lectura está en los 140 MB/s que promete el fabricante en las especificaciones del disco, pero la velocidad de escritura apenas es de 30 MB/s, muy por debajo de lo esperado y de lo deseable.
Esto podemos verlo representado en ATTO Disk Benchmark, que nos va a mostrar qué tal gestiona el disco diferentes tamaños de archivo.
Aquí podemos ver que la velocidad de lectura no es tan mala con archivos de medio megabyte en adelante, con un valor cercano a los 60 MB/s. No obstante, sigue siendo un valor muy bajo, no siendo apto este disco para su uso en aplicaciones normales (recordemos no obstante que estamos ante un dispositivo diseñado para PS4).
En PS4 el rendimiento del Seagate Game Drive es correcto; no he percibido que el tiempo de instalación en éste sea mayor que en el almacenamiento de la propia consola, y luego a la hora de ejecutar los juegos lo hace con celeridad, sin retardos y sin parones.
Conclusión y veredicto
Seagate presenta una alternativa muy interesante a los usuarios de PlayStation 4 para ampliar el almacenamiento de la consola a un precio muy asequible. La configuración es realmente muy sencilla, y gracias a ello podremos despreocuparnos de que se llene el almacenamiento interno de la PS4 pues podremos ampliarlo en 1, 2 y hasta 4 TB adicionales con el Game Drive PS4, con el añadido de que podremos llevarlo de una consola a otra fácilmente y así evitaremos tener que instalar nuevamente nuestros juegos si queremos, por ejemplo, jugarlos en la consola de un amigo.
PROS:
- Amplía fácilmente el almacenamiento interno de la PS4.
- Disponible en capacidades de 1, 2 y 4 TB.
- Configuración muy sencilla.
- Rendimiento adecuado.
- Fino y ligero, muy fácil de llevar de un sitio a otro.
CONTRAS:
- El rendimiento, especialmente el de escritura, está por debajo de lo deseable.
Por todo ello, el Seagate Game Drive PS4 se lleva nuestro galardón de oro, así como nuestra recomendación por su diseño y su relación calidad / precio.


