En informática y electrónica, muchos fabricantes prefieren utilizar un thermal pad frente a otros métodos como complemento al disipador para refrigerar sus componentes. En este artículo vamos a contarte qué es un thermal pad, en qué se diferencia de la pasta térmica convencional, y en qué escenarios te interesará utilizarlo.
Los thermal pad también se conocen como almohadillas térmicas, almohadillas termoconductoras o almohadillas de interfaz térmica, y son un componente que se utiliza en informática y electrónica como parte de un conjunto de dispositivos de refrigeración.
Qué es un thermal pad
Cuando decimos que forman parte de un conjunto de dispositivos de refrigeración, nos referimos a que en realidad no se puede utilizar un thermal pad por sí mismo porque, por definición, son un elemento intermedio entre el dispositivo que genera calor y el que lo disipa. En otras palabras, son un intermediario en el proceso de transmisión de calor.
Para ello, están formados por elementos con una elevada conductividad térmica, de manera que puedan transferir de manera rápida y eficiente el calor desde el elemento que lo genera (por ejemplo un procesador) hasta el que lo disipa (por ejemplo, su disipador).
Otra de las características de estos elementos es que deben ser dúctiles, es decir, deben ser relativamente blandos para adaptarse bien a las superficies entre las que se coloque, ya que éstas nunca serán perfectamente lisas. De hecho, este es precisamente el motivo por el que es necesario utilizar un intermediario para la transmisión de calor, que puede ser pasta térmica o, tal y como os estamos explicando hoy, thermal pads.
A tenor de lo anterior, otra de las características de este producto es que a temperatura ambiente son relativamente firmes, pero a altas temperaturas se vuelven más blandos, llenando todavía mejor los huecos que haya entre las dos superficies.
¿En qué se diferencian de la pasta o masilla térmica?
Es muy común utilizar pasta térmica en lugar de thermal pads, ya que para empezar es más barata y aunque no sea reutilizable una sola jeringuilla puede durar durante mucho tiempo y ser suficiente para muchos usos. Además, en muchos casos la pasta térmica tiene una mejor conductividad que los thermal pads.
Sin embargo, la principal ventaja de éstos frente a la pasta es que siempre vienen en forma cuadrada o rectangular ya preformada, y para los fabricantes es muchísimo más cómodo utilizar estos elementos en sus productos porque los pueden fabricar e instalar en serie en lugar de tener a una persona aplicando a mano pasta térmica.
Dicho de otra manera, aunque sea más caro y menos eficaz (aunque no siempre, recordemos) utilizar thermal pads, sale mucho más rentable en términos de eficiencia a la hora de fabricar componentes de hardware. Por ello, casi todas las tarjetas gráficas llevan thermal pads en sus chips de RAM y VRM e incluso en la GPU en muchos casos, aunque en otros (como los disipadores de stock de Intel y AMD) prefieren poner pasta térmica pre aplicada de un solo uso.
¿Cuándo interesa usar un thermal pad en lugar de pasta térmica?
Realmente es indiferente y depende de las preferencias del usuario. Desde luego a la hora de realizar un montaje o instalación, un thermal pad es más cómodo y limpio de utilizar que la pasta térmica, pero cuando tienes práctica el ponérsela a un procesador antes de instalar el disipador tampoco es que sea un inconviente, si bien es cierto que si no tienes cuidado y echas de más podría rezumar, o si no echas suficiente podría no hacer bien contacto.
Además, cada cierto tiempo la pasta térmica debe ser cambiada porque pierde sus propiedades, algo que no sucede con los thermal pads. Por último, la pasta térmica requiere limpieza para quitarla, generalmente con productos específicos, algo que no sucede con los pads.
En resumen, un thermal pad interesa más por comodidad que por otra cosa. O si buscas un rendimiento extremo, los thermal pad de gama muy alta son soluciones idóneas también en estos términos, aunque son muy caros en comparación.