Todos estamos acostumbrados a las fuentes de alimentación de formato ATX, por ser las más utilizadas. Sin embargo, también existen las fuentes de alimentación en formato SFX, basadas en el estándar mini ITX. Aquí te contaremos todo lo que necesitas saber sobre las fuentes de alimentación SFX.
Como sabéis, en el mundo del hardware hay diferentes formatos y estándares, todos ellos con ciertas características y particularidades. SFX es un formato de fuentes de alimentación que se refiere a su tamaño, y que se basan en el estándar mini ITX en lugar del ATX pero que, eléctricamente, son prácticamente idénticos.
Qué es una fuente de alimentación SFX
Es un diseño de carcasa para fuente de alimentación de factor de forma pequeño (SFF, o Small Form Factor). Tienen unas especificaciones de potencia casi idénticas a las ATX. Supone que existe compatibilidad de cables y conectores entre estos dos estándares.
Son dos las diferencias principales entre estos estándares de fuentes de alimentación. La primera diferencia es que el formato SFX (y estándar mini ITX) no requieren raíl de -5V.
Difieren también en las dimensiones. Se establece que estas fuentes de alimentación SFX debe medir 125 x 63.5 x 100 mm (ancho x alto x profundidad). Además, deben tener un ventilador de 60 mm de diámetro como máximo (por lo que podrían ser incluso más pequeñas). Debemos tener en cuenta que las fuentes ATX tienen unas dimensiones de 150 x 86 x 140 mm.
Normalmente, los cables son más cortos en comparación con los incluidos en las fuentes de alimentación ATX. El motivo es que están pensadas para sistemas compactos, mucho más que el formato habitual. Como las dimensiones y, por tanto, las distancias se reducen, se requiere menos longitud de cable.
Variante SFX-L
Dentro de las fuentes de alimentación SFX, tenemos la variante SFX-L. Estas tienen unas dimensiones de 125 x 63.5 x 130 mm. Su objetivo es únicamente incluir un ventilador de hasta 120 mm y ofrecer más potencia.
Es la única gran particularidad con respecto al formato SFX. Pero, debido a este aumento de espacio, pueden ofrecer mayores potencias. No suele ser necesaria una gran potencia, ya que en los sistemas Mini-ITX se suelen usar gráficas de gama media como mucho, ya que los chasis suelen disponer de poco espacio.
Ventajas y desventajas de SFX
Para que tengas toda la información, te vamos a destallar cuales son las fortalezas y debilidades de estas fuentes.
Ventajas
- El tamaño es extremadamente compacto, haciéndola compatible con prácticamente todas las cajas del mercado, sean de formato Mini-ITX o más grandes
- Son compatibles estas fuentes de alimentación con cajas ATX, aunque podríamos encontrarnos con que los cables no llegan
- Tienen certificaciones 80 Plus altas
Desventajas
- Debido a estar enfocadas en un segmento muy concreto, la oferta es bastante limitada
- Suelen ser más caras que las fuentes ATX, ya que desarrollarlas es más complicado y requieren de componentes de mayor calidad
- Habitualmente tienen mayores problemas térmicos debido a que todo está mucho más compactado
- Normalmente tienen ventiladores de 92 mm o inferiores, los cuales suelen ser más ruidosos. Aun con ventiladores de 120mm son bastante más ruidosos, ya que suelen tener más problemas de calor
- Modelos con certificados 80Plus Gold o superiores suelen ser mucho más caras
¿Cuándo necesitaremos una de estas?
Ya supondréis que, por norma general, una fuente de formato SFX rara vez podrá utilizarse en un PC con una caja de formato ATX «normal», aunque hay excepciones porque muchos fabricantes incluyen un accesorio para poder montar estas fuentes en el hueco de una fuente ATX, y como dijimos antes, algunos también incluyen cables largos. No obstante, esto no es lo habitual… al fin y al cabo estas fuentes están pensadas para ordenadores de factor de forma pequeño, y por lo tanto sería un engorro tener cables largos puesto que sobraría por todas partes.
Esto significa que aunque muchas veces vienen con adaptador para poder instalarlas en un hueco ATX estándar, por norma general los cables son demasiado cortos para usarlos en una caja que no sea mini ITX.
Lo habitual será utilizar fuentes de este formato cuando vamos a montar un PC de factor de forma pequeño, con placa Mini-ITX y, casi más importante, caja en formato Mini-ITX (por la longitud de los cables). Muchas cajas Mini-ITX están diseñadas para acomodar fuentes de formato ATX, pero si lo hiciéramos nos sobraría mucha longitud de cable, y por eso entra en juego este formato de fuentes de alimentación (y para estas cajas también los fabricantes suelen incluir el adaptador).
¿Más pequeña es sinónimo de peor?
Algunos usuarios piensan que por tener un menor tamaño, su calidad o más bien su durabilidad va a ser peor. Es cierto que ya existen fuentes en formato SFX y SFX-L de 1.000 y más vatios de potencia, y claro como las fuentes SFX tienen un ventilador más pequeño evacuarán peor el calor. No obstante, debes tener en cuenta que, en el caso de las fuentes de alimentación, la generación de calor no va en función de su potencia sino de su eficiencia, ya que al fin y al cabo el calor se genera por la energía que se desperdicia por culpa de una baja eficiencia.
Por lo tanto, la respuesta a la pregunta es que no, una fuente SFX no tiene por qué ser necesariamente peor que una en formato ATX estándar, ni tampoco tiene por qué durar menos tiempo (o tener menos esperanza de vida, dicho de otra manera). Realmente, hemos visto varias fuentes SFX de alta potencia con certificaciones 80 Plus Platinum o incluso 80 Plus Titanium que tienen 5, 7 y hasta 10 años de garantía. Y ya sabrás seguramente lo que opinamos al respecto: si un fabricante te da 10 años de garantía es que está MUY seguro de que la calidad del producto es excelente y que te va a durar ese tiempo y, seguramente, bastante más.
Por supuesto hay excepciones, y también hay fuentes de alimentación en factor de forma pequeño (sea SFX o no) con baja calidad y poca o nula eficiencia que son un auténtico desastre. Por consiguiente, nuestra recomendación si estás pensando en comprarte una fuente SFX es que mires muy bien el fabricante (que sea de renombre), la eficiencia y el periodo de garantía que te dan. Obviamente puede que compres una fuente de mala calidad y te salga buenísima y te dure muchos años… pero sería bastante raro, la verdad.