Cuando conectamos un nuevo hardware a un PC, Windows detecta el tipo de periférico y descarga automáticamente los drivers de su base de datos para empezar a utilizarlo. Hablamos de drivers básicos más que suficientes para que el PC reconozca el hardware y no son, ni por asomo, la mejor opción para sacarle el máximo partido al dispositivo.
Si el PC no reconoce el hardware conectado, nunca a vamos a poder utilizarlo en el equipo a no ser que tengamos a mano los drivers que le ayuden a detectarlo una situación que en la actualidad no se produce a no ser que se trate de hardware muy antiguo.
Los teclados y ratones de gama alta incluyen software del fabricante que incluye los drivers correspondientes y permite aprovechar todas y cada una de las funciones que nos ofrece como los macros, ajustar el nivel de presión de las teclas, cambiar su funcionamiento y modificar la iluminación entre otros. Si bien es cierto que, en este tipo de periféricos, los drivers no son estrictamente necesarios, en el caso de las tarjetas gráficas si lo es y mucho.
Rendimiento de una gráfica en base a sus drivers
Los drivers de una tarjeta gráfica tienen un impacto muy importante en el rendimiento de aplicaciones y/o juegos que la utilizan. Si hablamos de drivers, hablamos de un software que, en este caso en concreto, permite que la tarjeta gráfica se comunique con el sistema operativo y con el juego o aplicación que utilicemos, para así obtener el máximo rendimiento que sea capaz de ofrecer el hardware.
Con el lanzamiento de nuevos modelos de gráficas, tanto NVIDIA, como AMD y al igual que Intel, lanzan una nueva versión de los drivers compatibles con los nuevos modelos. Generalmente, los nuevos modelos incorporan soporte para nuevas tecnologías como fue el caso de DLSS 4 para la RTX 50, FSR 4 para la RX 9000 de AMD y XeSS2 para las Intel Arc Battlemage. Si, por ejemplo, no instalamos los drivers que ofrecen soporte para la serie RTX 50, nunca podremos hacer uso de DLSS 4, una de las funciones estrella de esta generación de gráficas.

Lo mismo sucede cuando se lanzan nuevos juegos al mercado para así optimizar el funcionamiento de estos en base a las prestaciones de la gráfica y obtener un mayor número de FPS, eliminar posibles problemas de incompatibilidad e inestabilidad.
¿Es recomendable instalar las nuevas actualizaciones de los drivers de una gráfica?
Después de todo lo que hemos comentado más arriba, es fácil llegar a la conclusión de que es necesario instalar siempre la última versión de los drivers disponibles del fabricante de la tarjeta gráfica.
Si tras instalar la actualización, empezamos a sufrir problemas de rendimiento a la hora de jugar o el equipo se comporta de forma extraña, podemos desinstalar los drivers de la gráfica utilizando la aplicación gratuita DDU y descargar la versión anterior a la que hemos instalado.

Aunque las actualizaciones de los drivers no suelen provocar errores masivos, en el caso de la RTX 50 de NVIDIA si fue así. Cuando NVIDIA lanzó la RTX 5090 y RTX 5080 al mercado a finales de enero de 2025, lanzó una nueva versión de los drivers.
Estos provocaban pantallas en negro, cuelgues inesperados, el equipo no respondía al salir del modo suspensión entre otros muchos errores en un gran número de gráficas de este fabricante no únicamente en la RTX 50. Lo mejor que podemos hacer para evitar este tipo de problema es esperar unos cuantos días para ver que dice la comunidad de usuarios.