NVIDIA y la gran demanda: mil millones por la minería de criptomonedas

Ha llovido mucho, muchísimo desde la última vez que hablamos de la super demanda que los propios inversores de NVIDIA lanzaron contra la compañía sobre el hecho de ocultar y malversar cuentas sobre las ventas de GPUs para minería dentro de la división gaming de la propia empresa. Ahora, el juez del Tribunal de Distrito de EE.UU, Haywood Gilliam, lanza la sentencia de aquella batalla por valor de mil millones de dólares. ¿Quién ha ganado, quién llevaba razón?
La historia se repite cíclicamente como en aquel momento de 2017 y 2018, donde NVIDIA estuvo envuelta en medio de un litigio donde sus propios inversores culpaban a la compañía por lo sucedido con el mercado de la minería. El problema llegó a los tribunales como podría llegar hoy en día, salvo que tendríamos que esperar otros tantos años para saber la conclusión, ¿es NVIDIA culpable o inocente?
¿Entre un 60 y un 70% de las GPUs gaming fueron a parar a los mineros?
La historia parece un calco de lo que sufrimos actualmente, y es que en aquellos años las criptomonedas y la minería fueron un boom tal grande que el stock de tarjetas gráficas voló, y lo hizo porque toda GPU en stock o disponible en almacenes fue vendida a las grandes granjas mineras y en menor medida a los usuarios que las buscaban como si fuese la fiebre del oro.
Estas ventas fueron difíciles de gestionar para NVIDIA, la cual fue acusada de desviar dichas ventas como ventas para gaming, dentro de dicha división, en vez de hacer auditoría como un mercado de criptomonedas como tal.
Aunque NVIDIA tuvo ingresos récord, la demanda de los accionistas, preocupados por el pinchazo de la burbuja de la minería y la caída de ventas y con ello el precio de las acciones supuso una demanda de nada menos que mil millones de dólares en concepto de desvío de ingresos. En pocas palabras, las ventas cayeron un 66%, las acciones un 7,85% y la burbuja explotó tras aquello.
NVIDIA se sale con la suya en la demanda
El juez Gilliam ha dado la razón a los de Huang, ya que considera que los demandantes no proporcionaron evidencias adecuadas para demostrar en la demanda que NVIDIA engañó a dichos inversores durante los dos años especificados. Aun así, la compañía reconoció que algunas ventas fueron a parar a los mineros, algo que al parecer gustó al juez.
El principal problema, es que, tras años de litigio, NVIDIA sigue sin poder determinar a día de hoy y ya en cuentas más actuales cuánto dinero llega a sus arcas desde el mercado de la minería y cuanto pertenece al gaming. Estiman que entre 100 y 300 millones de dólares podría ser la cifra aproximada, pero eso es un GAP gigantesco que no hace más que reforzar su postura ante el juez tras dos años de intentos de esclarecer sus cuentas.
Otro detalle es que la minería y estas cifras suponen un porcentaje muy pequeño de las ganancias del mercado gaming. Hablamos de miles de millones contra millones simplemente, en concreto y tirando hacia lo alto: 5 mil millones vs 300 millones.
Así que NVIDIA ha salido como la gran ganadora de esta batalla, se ahorra pagar mil millones y logra demostrar que no es posible demostrar de donde provienen sus ventas, pero tras el anuncio de su línea HX, esto debería de resolverse en gran medida, ¿o quizás no? Los accionistas ahora deben asumir que los datos ofrecidos por la compañía entrañan un riesgo, que no son exactos y que tienen que asumir el hecho de que las inversiones en dicha compañía han cambiado debido al mercado de la minería.