La controversia no cesa y tras todo lo hablado, comentado y discutido sobre los requisitos de TPM 2.0 de Microsoft para Windows 11, la compañía cedió levemente a replantearse el hecho de dejar fuera a tantas CPU y PC. Los de Redmond prometieron algo simple: probar las CPU Intel y AMD anteriores para ver si podían ofrecer el rendimiento y la seguridad necesarias para su nuevo SO. Ya hay respuesta con todo lujo de detalles: di adiós a Windows 11 si tienes una de estas CPU Intel y AMD y careces de TPM 2.0 en placa.
Los ruegos tanto de usuarios como de Intel y AMD parecían hacer efecto en la todopoderosa Microsoft, donde los cantos de sirena eran sin duda una luz en la oscuridad para todos aquellos con plataformas muy capaces y que se iban a quedar fuera de Windows 11. Intel consigue ampliar la lista de soporte para sus CPUs, pero por otro lado muchas otras se van a quedar fuera. AMD no ha corrido la misma suerte y…
Intel logra compatibilidad y soporte por parte de Microsoft para Windows 11
Es una pequeña victoria de Intel sobre AMD, pero al mismo tiempo un sinsentido por parte de Microsoft, y nos explicamos. Microsoft ha confirmado que el soporte de CPUs va a ser actualizado en breve con una serie de modelos muy concretos de CPUs Intel, mientras que va a dejar a otros muchos fuera pese a que tienen la misma arquitectura.
Los nuevos procesadores con soporte por parte de Microsoft pertenecen a Skylake-X y solo uno a Kaby Lake, lo cual está levantando ampollas en la red. Estos procesadores son:
- i9-7960X
- i9-7980XE
- i9-7900XM
- i9-7920X
- i7-7800X
- i7-7740X
- i7-7940X
- i7-7820HQ
Como vemos y excepto el último HQ, todos pertenecen a Skylake como arquitectura, pero pertenecen a la plataforma HEDT de Intel y no a la gama mainstream donde el 7700K y sus hermanos inferiores quedan fuera.
Toda la gama Kaby Lake se queda atrás, Microsoft bloqueará las actualizaciones
El i7-7820HQ es la única CPU que tiene soporte dentro de la arquitectura Kaby Lake, ¿Por qué? Porque fue la CPU que usó la Microsoft Surface Pro y ahora Microsoft les da soporte con la excusa/argumento de que es uno de los dispositivos seleccionados que se envían con controladores modernos basados en los principios de diseño de aplicaciones de soporte de hardware declarativas y componentes (DCH).
Es decir, no es un problema de hardware y arquitectura, es un problema de software. Algo similar parece que ocurre en los AMD Ryzen de primera generación, CPUs más que capaces para mover Windows 11 y que Microsoft dejará fuera con estas declaraciones:
Después de analizar cuidadosamente la primera generación de procesadores AMD Zen en asociación con AMD, juntos llegamos a la conclusión de que no hay adiciones a la lista de CPU compatibles.
La respuesta es técnicamente bastante convincente, pero no hay ninguna prueba que así lo demuestre, ya que la compañía afirma que los dispositivos que no cumplieron con los requisitos necesarios experimentan un 52% más de fallos en el kernel de Windows 11 que los que están ya validados. Pero claro, esto también incluye aquellos dispositivos que no cumplen con la RAM o el almacenamiento, no con las CPU en sí mismas, de ahí vuelta a la controversia con la decisión hasta tal punto de que Microsoft tuvo que retirar hace ya dos meses su herramienta PC Health Check.
¿Es real que los Ryzen de primera generación así como Kaby Lake, Broadwell y Haswell ofrecen un peor rendimiento o no son seguros? ¿O es en cambio una excusa para que muchos usuarios den el salto a hardware nuevo?