AMD confirma: no gastarás dinero extra al cambiar de CPU en mucho tiempo
A pesar de que AMD lanzó su anterior socket (el AM4) en septiembre de 2016, en este 2023 ha seguido lanzando nuevos procesadores para este, dándole una longevidad hasta ahora nunca vista y permitiendo cambiar de CPU sin comprar una nueva placa. Y ahora la compañía de Lisa Su ha confirmado que tiene unos planes similares para su nuevo socket AM5, lanzado inicialmente en septiembre de 2022 y del que dicen que pretenden seguir utilizando como mínimo hasta 2025, pero con la promesa de mantenerlo todo el tiempo que les sea posible.
El socket AM5 fue un punto de inflexión para AMD, ya que con éste cambiaron del tipo de conexión PGA (los pines están en el procesador) a LGA (los pines están en la placa base), pero también porque ha sido la primera plataforma en dar soporte a la memoria RAM DDR5 (llegaron tarde, pero llegaron) y PCIe 5.0. Es un cambio bastante importante y, a pesar de que la tecnología sigue avanzando, la longevidad de la plataforma es un punto bastante importante para los usuarios.
AMD quiere que puedas cambiar de CPU sin comprar placa nueva
El socket AMD AM5 está diseñado para ofrecer hasta 230W de potencia directa al procesador, y cuenta con una interfaz de E/S moderna que incluye interfaz de memoria DDR5 de doble canal y hasta 28 carriles PCIe 5.0 (en este caso, x16 PEG, dos NVMe x4 y x4 para el bus del chipset), además de la conectividad habitual (USB y demás). Con las próximas APU Phoenix (los Ryzen 8000G de los que ya sabemos bastante) se rumorea que incluso veremos conectividad de vídeo a través de USB-C.
AMD estrenó el socket AM5 el año pasado con la microarquitectura Zen 4, aunque se espera que 2024 sea el año en el que los de rojo estrenen su micro arquitectura Zen 5 por fin. Por este motivo precisamente esta noticia es bastante interesante, porque implica que los usuarios que quieran actualizar su PC con los nuevos procesadores Zen 5 que lance AMD no tendrán que cambiar la placa base, memoria RAM ni ningún otro componente, ya que deberían ser compatibles con la nueva generación de procesadores.
Pero la cosa podría ir incluso más allá; es bien sabido que fabricantes como AMD no se conforman con lanzar una arquitectura y comenzar a trabajar en la siguiente, sino que Zen 6 también está en los planes de la compañía (incluso desde antes de lanzar al mercado Zen 4), y dado que tanto la memoria DDR5 como la interfaz PCIe 5.0 seguirán siendo relevantes para cuando este lanzamiento se produzca (se habla de 2025, aunque más bien podríamos irnos incluso a 2027) puede que el socket AM5 siga aguantando hasta ese momento.
AMD tiene los sockets más longevos
Al contrario de lo que sucede con Intel y su filosofía «Tick-Tock» que obliga a cambiar de sistema cada dos años (tres máximo), en AMD parecen más inclinados a mantener su plataforma todo el tiempo que sea posible, y con los cambios siempre justificados para adoptar nuevas tecnologías. Dicho de otra manera, cuando AMD pasó del socket AM4 al AM5 tras seis años, fue porque querían adoptar DDR5 y PCIe 5.0, aprovechando para pasarse del tipo de conexión PGA a LGA por el camino.
Esto es muy bueno para los usuarios, ya que si por ejemplo eres de los que compró una placa base AM5 para pasarte a los nuevos Ryzen 7000 Series el año pasado, lo más probable es que no necesites cambiar de placa base, memoria RAM, SSD o ningún otro componente aparte de la CPU para pasarte a las nuevas generaciones que vayan saliendo en los años venideros, incluyendo las de arquitectura Zen 5 o puede que incluso Zen 6.
Eso sí, AMD ha prometido que mantendrán el socket AM5 hasta al menos 2025 y «si pueden» incluso más allá, pero esto no significa que no vayan a hacerlo en algún momento próximo. Personalmente, para Zen 5 no creemos que suceda, pero si para cuando tengan listo Zen 6 ya estamos usando memorias DDR6 e interfaces PCIe 6.0, es bastante probable que tengan que lanzar el socket AM6 para adaptarse a las nuevas tecnologías.
Con todo y mientras tanto, cambiar de CPU AMD en los próximos años no implicará tener que gastar dinero extra en una nueva placa base, y eso siempre es de agradecer. Ojalá Intel tomara buena nota de esta política de los de rojo y procurara extender sus plataformas durante más años, de manera que los usuarios pudiéramos pasarnos a una nueva arquitectura sin tener que desembolsar el dinero que implica tener que cambiar placa (y muchas veces RAM) además del procesador.