Si ayer la polémica estaba servida, hoy no ha hecho más que avivarse cual fuego recibe más oxígeno. Las «acusaciones» sobre la desviación del consumo de las CPU Ryzen y con ello la posibilidad de reducción de la vida útil de dichos procesadores no ha sentado nada bien en el seno de AMD, los cuales han lanzado un comunicado donde al parecer, no será el último. ¿Podemos estar los usuarios tranquilos acerca de la seguridad de nuestras CPUs? ¿quién tiene la culpa?
Nunca una característica de un software de terceros ha generado tanta polémica en este sector. Y es que como vimos hace menos de dos días la nueva versión Beta de HWInfo trajo consigo una característica bastante novedosa: «Power Reporting Deviation».
Un polémico sensor que se encarga de calcular cuánto difiere la telemetría de la CPU con respecto a los datos que deberían ser correctos con referencia a su consumo. Es decir, muestra si la CPU cree que está funcionando a una potencia más baja o más alta de lo esperado para esa SKU, y por lo tanto en dichos casos estaría fuera de las especificaciones de AMD.
¿Problema de los fabricantes de placas base o de AMD?
En primer lugar, hay que dejar claro que el problema existe, no es algo teórico, al igual que tampoco es algo nuevo como tal, ya que en parte esto lo tratamos en su momento en la salida de la plataforma X570, pero entonces, ¿dónde está la novedad?
Bueno, no es tal novedad, si no el hecho de que ahora se puede medir porcentualmente de una forma más o menos precisa. AM4 como plataforma basa su telemetría externa en la placa base para determinar el consumo de energía y por lo tanto, es el VRM de cada una de ellas la que determina el voltaje, corriente y potencia del procesador a través de la interfaz SVI2.
El problema es que para cada modo que puede ofrecer AMD, sea Auto, ECO o PBO, los parámetros máximos varían considerablemente, siendo de stock de 0 a 255. Esto lo vemos fácilmente en Ryzen Master, por ejemplo. Estos valores dados por el VRM se cotejan en el firmware AGESA y ese valor se transforma en la corriente permitida para la CPU.
Por lo tanto y al ser cada marca y cada modelo diferente, cada placa base X570 tendrá unos valores distintos que solo se cotejarán con el firmware (a no ser que compartan exactamente el mismo sistema de VRM y fases, así como controladores de voltaje). ¿Qué significa esto? Que cada fabricante tiene que calibrar correctamente en sus BIOS los ajustes para los procesadores en base al micro código AGESA de AMD.
Todos quieren ganar ventaja y vender más
Lógicamente todo esto es un problema de ventas y rendimiento. Si en una review un modelo de placa aparece por encima del resto, aunque sea por un poco el usuario menos experimentado no se va a plantear los porqués. Simplemente deducirá que ese modelo es más rápido y tendrá intención de comprarlo si el precio acompaña frente a la competencia.
Esto ya lo tratamos en su momento y estamos totalmente en contra de estas prácticas de serie, no tienen por qué desaparecer de las BIOS como tal, recordemos el caso de MCE, simplemente venir desactivado de serie y permitir una correcta calibración y lectura por parte de la CPU y el firmware. De hecho, podríamos entrar en la paradoja de que el usuario premie este tipo de actos por parte de los fabricantes para no poner en riesgo su CPU Ryzen, sería curioso.
¿Por qué es importante esto? Porque el consumo, voltaje y frecuencias de los procesadores exceden de los límites permitidos por AMD para una configuración de stock, es decir, básicamente están overclockeados desde el momento en que se pinchan en la placa base. Un Ryzen 7 3700X de 65 vatios de TDP tiene un valor PPT máximo de 88 vatios según AMD, pero si una placa rompe ese límite, el valor leído por HWInfo será menor y ello repercute en un consumo más elevado.
Un 60% en Power Reporting Deviation bajo carga significaría que hemos pasado a consumir de esos 65 vatios hasta 147 vatios, todo sin tocar ni un solo setting en nuestra placa, full stock. Todo lo que sea pasar o quedarse corto en más de un 5% puede indicar que nuestra placa produce el llamado ya como «efecto Burnout» y sería conveniente desactivar las opciones pertinentes que lo producen en BIOS.
AMD responde a estos hechos mediante un comunicado
«Somos conscientes de los informes que afirman que ciertas placas base pueden estar subinformando ciertos datos de telemetría de potencia que podrían alterar el rendimiento y / o el comportamiento de los procesadores AMD Ryzen bajo ciertas condiciones. Estamos investigando la precisión de estos informes.
Queremos ser claros con nuestros clientes: las CPU Ryzen contienen una amplia gama de salvaguardas internas que operan independientemente de las fuentes de datos externas. Estas salvaguardas refuerzan la seguridad y confiabilidad del procesador durante las operaciones bajo configuración stock. En base a nuestra evaluación inicial, no creemos que se altere la telemetría externa de la manera descrita por esos informes públicos y por lo tanto, no tendría un impacto material en la longevidad o la seguridad del procesador de un usuario».
En definitiva, AMD no cree que esto afecte a sus CPU Ryzen, pero como vimos, sí hay fabricantes que se saltan los límites de potencia e incluso alguno de vosotros reportó su caso en particular. Esto parece más un capote a fabricantes que una conclusión real, así que habrá que esperar a los informes, los cuales seguramente lleguen con una nueva AGESA y posiblemente nuevas BIOS, ¿se terminará la estúpida carrera por maximizar el rendimiento de serie a costa del consumo, voltaje, frecuencias, temperatura y seguridad de la CPU?
Además, ¿es culpa de AMD o de los fabricantes? ¿tienen estos últimos el consentimiento o es una práctica que está en el limbo y simplemente la aprovechan? Los de Lisa Su tendrán que dar explicaciones y aclarar todo esto una vez más.