Cuando adquieres un nuevo monitor debes mirar muchos parámetros, como resolución, tiempo de respuesta o tasa de refresco, entre otros. Pero, ¿qué pasa con los conectores de vídeo? Que sepas que los puertos HDMI y DisplayPort pueden estar afectando negativamente a la calidad de imagen que se muestra en pantalla, y la culpa puede no ser del monitor.
No solo importa la versión del conector de vídeo de nuestro monitor, también el de la tarjeta gráfica. Si el monitor tiene una versión de la interfaz más nueva y el de la gráfica es más viejo, estaremos limitado al «peor». Es por esto mismo que debes saber la versión del conector de vídeo de la gráfica y el monitor.
DisplayPort y HDMI afectan, y mucho, a la calidad de imagen
El gran problema al que nos enfrentamos es que podemos acumular tres o cuatro versiones de un mismo conector. Algo que genera que podamos adquirir un monitor que no es «compatible» con la interfaz de salida de vídeo de la gráfica. Lo que sucede en estos casos es que tenemos una «perdida» de rendimiento o prestaciones.
Tenemos por un lado en puerto HDMI, que fue desarrollado por una gran cantidad de fabricantes de productos electrónicos de consumo, así como fabricantes de monitores y gráficas. Se ha convertido en un estándar en la industria y está presente en televisores, monitores, placas base, tarjetas gráficas, proyectores, consolas y otros tantos y tantos productos. La gran pega de este conector es que tiene regalías, hay que pagar por usarlo y por certificarlo.
Por otro lado, tenemos el puerto DisplayPort, que tiene importantes mejoras con respecto al HDMI. Sobre todo, destaca por permitir transferencia de datos y video de manera simultánea. Además, actualmente ofrece compatibilidad con Thunderbolt y USB-C, por lo que su uso se está extendiendo. Como principal fortaleza, es un estándar abierto, por lo que los fabricantes no deben pagar regalías por usarlo.
HDMI y DisplayPort se van actualizando para soportar las necesidades de la industria. Cada nueva versión recibe compatibilidad con las versiones anteriores del estándar, pero no hay posibilidad de que sea al revés. Esto genera que podemos encontrar productos con versiones del estándar muy antiguas que afectan a las prestaciones finales.
Un ejemplo sería HDMI 2.1, que ofrece soporte para 4K @ 144 Hz sin necesidad de compresión de video. La versión HDMI 2.0b soporta hasta 4K @ 60 Hz sin compresión y 4K @ 120 Hz con compresión. Aquí podemos ver la gran diferencia que existe.
Dificultades a la hora de elegir monitor y otros componentes
Algo que se suele dar bastante es la falta de información por parte de los fabricantes y, en muchos casos, incitan a la equivocación. Como vemos en la tabla anterior, HDMI soporta 4K desde la versión 1.3, pero con limitaciones importantes.
Muchos fabricantes no indican la versión de HDMI y DisplayPort, pero si indican soporte 4K. Esto es un problema, porque no todos los pulgares son dedos, pero no todos los dedos son pulgares. La ocultación de la versión de ambos conectores de video, es una muy mala señal, ya que podría llevar una versión obsoleta que no nos sirva.
Imaginemos que adquirimos una tarjeta gráfica NVIDIA RTX 3080 12 GB GDDR6, la cual cuenta con un puerto HDMI 2.1 y tres DisplayPort 1.4a. Ahora supongamos que puede mover todos los juegos nos puede ofrecer 4K @ 144 Hz. Resulta que compramos un monitor y este es HDMI 1.4b, que ofrece soporte como máximo 4K @ 30 Hz. Esto hace que el rendimiento se vea comprometido.
Por suerto DisplayPort es menos susceptible a este problema, porque ya se enfocó a resoluciones 1440p y 4K. El problema es mayor en HDMI, que tiene versiones que no soporta 4K y tiene soporte limitado para 1440p.